La persona orgullosa sufre
Escrito por Cira Arroyo Fuentes 05/06/2015 10:41 a.m.
Cuando una persona es muy orgullosa, que se cree perfecta, que nunca se equivoca, que siempre para poder estar en la cima se esfuerza y estresa al extremo " poniéndole muchos pelos a la vida", causa que en su intimidad sufra mucho, porque nunca quiere mostrarle su lado débil a nadie, sino únicamente su lado bueno y exitoso con tal de sobresalir para sentirse más que todos.
Estas son las personas que siempre se ven perfectamente vestidas, caminando o manejando muy vanidosamente erguidas, sacando pecho, con ojos altivos que sólo vuelven a ver, le hablan y sonríen a quienes les interesa para sus propios fines, pero al resto de la gente medio le cruzan unas pocas palabras, medio le sonríen con hipocrecía, o la ignoran o miran con desdén completamente, como si fueran poca cosa ante ellos.
Ver a una persona altiva que va caminando con suma perfección el pegarse un tropezón es un bacilón porque se pone toda nerviosa, se enrojece su faz y no halla ni que hacer para seguir con su seco comportamiento porque lo que más busca es disimular que se ha tropezado.
Escucharla equivocarse al hablar, que les pase un chasco y se rompa o ensucie su ropa, que se le rompan por accidente sus zapatos, que se le ensucie su auto o lo choquen es para esta persona una gran vergüenza, porque no se tolera a sí misma esos errores y le disgusta que otros le vean en este estado.
La persona pedante sólo le gusta codearse con gente a la que considera de su misma clase social o más y únicamente publica fotos en las que ha quedado bien y por nada del mundo muestra sus fotos imperfectas a nadie y se disgusta cuando otras personas publican fotos suyas en las que no quedó bien.
Otra situación que le hace sentir temor al orgulloso es el llegar a perder lo que tiene, sea a su familia, sus bienes, su puesto, el enfermarze, en fin, todo lo que lo amenaze debilitar su persona, porque no tolera para nada el sentirse débil y no se perdona a sí mismo que eso le pase.
El tanto luchar por mantenerse toda la vida en esa alta posición va convirtiendo a esta gente en personas amargadas y solitarias, porque como se creen perfectas cada vez se apartan más de todos y cuando les sucede algo grave y no tienen a nadie de los suyos a quién acudir en ese momento pasan calamidades, porque no quieren doblegar su orgullo y tener que pedir auxilio o depender de alguna persona humilde que les de una mano, porque no desean por nada del mundo tener ningún roce con esta gente y es en estos momentos cuando los humildes le dan las más grandes lecciones de perdón, amor y ayuda incondicional, porque se preocupan al máximo por ellas sin importarles lo orgullosos y humilladores que hayan sido sino que simplemente acuden de inmediato a socorrerlos porque los aman así tal cuál son con todas sus virtudes y sus defectos.
Estas experiencias las ha pasado más de un orgulloso y a unos les impacta tanto el trato amoroso y de ayuda incondicional que le brindan los humildes que cambian su forma de ser, se hacen más humildes y siguen siendo cariñosos con quienes los socorrieron, cambiando su forma de ser para con esas personas y todas las demás, pero lamentablemente otros son más duros que una roca y apenas se le solucionan sus problemas vuelven a ser los mismos que antes y aunque vean a la gente humilde que les ayudó de nuevo ni siquiera los alzan a ver porque son unos malagradecidos.
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