© Cira Arroyo Fuentes, 28/04/2021, 2:45 pm
Dios ve si cada persona sigue un camino directo con Él sin perder el tiempo o si se va por caminos de perdición en los que desperdicia su tiempo y su vida.
Si cada persona siguiera un camino directo con Dios, haciendo su Voluntad y no se desviara por tangentes o caminos que le atravieza el maligno para distraerla, adormecerla y hacerla perder el tiempo y su vida para que vaya corriendo detrás de vivencias vanas, "otro gallo cantaría".
Si cada persona obedeciera a Dios, lograría usar al máximo el potencial con que ha sido dotada, manteniendo siempre su mente, su espíritu y su cuerpo alerta y sano espiritual y corporalmente.
Viviría siempre ocupada en las cosas de Dios, en estudiar y alimentarse, tanto de La Palabra de Dios, como del el estudio o preparación en una carrera o profesión, para aprender bien primero y luego poner en práctica lo aprendido, y así, en corto tiempo, alcanzar sus sueños y dar muchos frutos para Dios, para sí y para todos.
Lastimosamente a gran parte de las personas, el Diablo las consigue distraer porque las saca del camino que llevan y las desvía por caminos tangentes sea a la derecha o a la izquierda del camino de Dios, que al principio a las personas les parecen caminos o mundos de ensueño; pero todos al final les dirigen a huecos profundos en donde se pierden y después no pueden encontrar la salida.
A muchas personas, recién entrando en esos caminos o esos mundos, Dios les da disernimiento del mal que hay en estos, y se salen pronto sin ser afectados, otros se tardan más y logran salir con consecuencias y enfermedades leves, otros se sumergen en esos caminos de pecado, los disfrutan y aunque tengan enfermedades siguen allí como si nada; pero cuando se les presentan enfermedades graves, en su desesperación por salir, claman a Dios para que les extienda su mano y los ayude a salir de allí; pero muchas se pierden por completo, enloquecen y pierden todo raciocinio, quedando totalmente desviadas, ciegas en todos sus sentidos, incapacitadas de escuchar la voz de Dios, hasta que el maligno logra destruirlas por completo, anulando sus sentidos, sin darles tiempo de arrependirse para reinvindicar o cambiar su camino y se las lleva con Él para el infierno.
Por eso, si aún tenemos la bendición de ser sensibles a la voz de Dios, mantengamos nuestra sensibilidad con Él y busquemos con humildad y obediencia corregir nuestro camino y buscar su presencia, en tanto podamos hallarlo.
Si estamos caminando por un camino incorrecto o viviendo una vida que es errónea o desagradable ante los ojos de Dios, salgámonos de eso en tanto aún tengamos tiempo, y no permitamos que el mal nos mantenga engañados en esa falsa vida que nos ha creado para mantenernos encadenados bajo sus garras, para que no tengamos raciocinio con Dios y poder cegarnos, perdernos por completo y consumirnos en un hoyo de pecado tan profundo del cuál ya no podamos salir nunca, aunque queramos.
No juguemos con Dios, atenidos a que Él en muchas ocasiones nos ha socorrido y nos ha ayudado ha salir de los problemas en que por reveldía o desobediencia a Él nos hemos metido por darle libertinamente gusto al cuerpo o a lo que en desobediencia queremos hacer.
Recordemos que "Tanto va el cántaro al agua y al hoyo del pozo hasta que su cuerda se revienta" porque asimismo es Dios, como un rayo de luz que todo lo ve, y aunque nos escondamos agazapadamente para pecar, a Él no lo podemos engañar, y que tampoco es un Dios que pueda ser burlado y dará a cada uno su paga según sus actos.
Dios es luz y nos alumbra más fuerte el camino en tanto estemos más cerca de Él; pero si nos alejamos para andar en caminos de obscuridad, somos nosotros quienes nos apartamos de Él, tanto que podemos llegar a ver sólo un rayito de luz y esperanza para volver a Él, si nos arrepentimos a tiempo, en tanto tengamos vida y volvemos a vivir de acuerdo a su Voluntad.
Si nos alejamos tanto, hasta el punto de llegar a una obscuridad total, en donde ya no podamos ver su luz nunca más, que es lo que quiere el maligno, si nos puede perder por completo y llevarnos con él.
El Diablo tiene atrapadas a muchas personas en caminos de fornicación, adulterio, alcoholismo, drogas, corrupción, brujería, ocultismo, etc, y viviendo muchas en caminos con estilos de vida de diversidad sexual desenfrenada y antinatural totamente prohibidos por Dios en La Biblia.
Es muy triste; pero a estas personas, los siervos de Dios les hablan, les leen pasajes directos de La Biblia y no reaccionan porque están poseídas por fuerzas demoníacas y hasta que ellas no se arrepientan, reconozcan su pecado, y le pidan perdón a Dios y reconozcan ante Él que están llevando una vida errónea, nunca podrán volver a vivir de acuerdo a La Voluntad de Dios y el maligno las seguirá manteniendo cegadas y creyendo que ellas si están viviendo bien y que las peesonas que obedecen a Dios y su palabra son las que viven mal porque esas personas ( las rebeldes), a lo malo lo ven como bueno y a lo bueno, lo que viene de Dios, ellas lo ven como malo, ridículo y pasado de moda.
En conclusión, a cada persona Dios le da libre albedrío para escoger vivir en su camino o no; pero sabios son los que deciden con humildad y obediencia mantenerse cerca de Él y escuchar su voz porque su guianza y dirección les libra durante su vida de muchos males espirituales y físicos, y aunque se les llegue el momento en que su cuerpo físico tenga ya que morir, su espíritu vive con Dios por siempre por haber aceptado mediante Cristo ser su hij@ para que Él fuera Él Señor, Salvador y Guiador de su vida.
Dios es poderoso y a la persona que le cree puede liberarla de cualquier cadena o atadura en la que le tenga atrapada el maligno.