miércoles, 30 de septiembre de 2020

Tengamos contentamiento en todo tiempo y lugar


 

Por Cira Arroyo Fuentes  29/09/2020  4:52 PM

     Levantémonos cada día, como si estuviéramos viviendo el último día de nuestra vida, dándole gracias a Dios por haber podido despertarnos para servirle un día más. 

Preparémonos con Cristo, carguemos nuestras baterías espirituales bien fuerte, para que podamos tener sabiduría, discernir todo ataque que el maligno pueda habernos preparado y que lo esquivemos con el Poder de Dios o que podamos soportarlo. 

Seamos conscientes, de que cada uno de nosotros, somos un mundo particular y único, que nuestra vida es especial y distinta a la de los demás, que si mantenemos nuestro contentamiento con lo que somos en todo tiempo, en todo lugar que estemos, con quien quiera y dondequiera que estemos, podremos sentirnos libres y felices, en lo que sea que estemos pasando. 

Al estar en esta posición conforme, veremos que vamos a sentir seguridad también, y como esto es lo que vivimos, lo mismo vamos a trasmitir porque si no nos sentimos ni menos ni más que los demás, veremos a todos como a un igual. 

Sabremos que somos sabios, cuando veamos que hemos aprendido a incorporarnos a cualquier clase de sociedad, sin problema alguno porque hemos aprendido a rosarnos con todas en el camino de la vida, en el que al haber tenido muchas experiencias, durante los altibajos que hemos tenido que vivir, en tiempos buenos y malos, nos hemos dado cuenta que en todas las clases sociales se pasa por las mismas pruebas y experiencias, que en todas hay envidia, hipocresía, ambición, odio, amor, paz, chismes, calumnias, etc, y un instinto de todos por averiguar en un santiamén, toda la vida de los otros por competir y ver quiénes son más ricos, con más poder, más estudiados o preparados que otros; pero si somos emocionalmente inteligentes sabremos como hacer que los demás se enfoquen en lo que somos, así como lo hacemos nosotros y no en lo que tenemos. 

Somos exitosos en toda clase social cuando abrimos bien nuestros ojos a la realidad que tenemos al frente, sin idolatrar a nadie, sino viéndolos como a humanos o a iguales a nosotros porque nos hemos dado cuenta de que independientemente del dinero, bienes y poder que tengan las personas con quienes nos rosamos en todas las familias y relaciones sociales sucede lo mismo, porque existen hijos, nietos, hermanos, etc. que quieren sublevarse sobre sus familiares mayores y manipularlos, sean hermanos, padres, abuelos o pasarle por encima a sus tutores para quitarles su autoridad y adueñarse de todo: sea dinero, propiedades, empresas, bienes y más porque quieren ser ellos los dueños de todo, sea mucho o poco, los que brillen y en quienes el mundo entero ponga su mirada y su atención para que los honren y les den más importancia y los suban en un pedestal. 

Somos maduros espiritualmente cuando hemos visto como en los grupos, juntas, escuelas, universidades, iglesias, empresas y organizaciones, unos luchan ambiciosamente por sublevarse sobre otros para sentirse más pudientes, con más dinero y más importantes que los demás. 

Tenemos discernimiento, cuando vemos que estas personas que buscan dinero y poder rápido, fácil y antes de tiempo, sin haber tenido que pagar antes un precio o haberse esforzado nada, no les importa tramar maldades para desbancar a quienes envidian y ambicionan quitarles todo. 

Si hemos observado, que en todas las clases sociales sucede esto, y siempre hay en ellas personas inconformes que nunca se llenan con lo que tienen, y quieren tener y alcanzar más, sin importarles a quien o quienes se llevan por delante, hemos aprendido que la clave para ser feliz y tener paz en cualquier clase social a la que se pertenezca es el tener contentamiento. 

Es por esto, que es tan importante ser libre con Cristo cuanto antes, para que tengamos este bendito contentamiento en todo tiempo porque este nos llena de carácter, autoestima, paz, seguridad y nos ayuda a no juntarnos, ni participar en conversaciones ni en vivencias, en las que otros se viven comparando todos unos a otros, que te comparan con los demás instándote a

lunes, 28 de septiembre de 2020

Atrévete a ser, hacer y no sólo ver

Por Cira Arroyo Fuentes  28/09/2020  12:37 PM

   Pasar por la vida sin dejar nuestra huella bien marcada con Cristo no tiene sentido.

Si sabemos o estamos seguros que Cristo gobierna nuestro corazón y todo nuestro ser, no hay que titubear mucho, sino disponernos a servirle cada día apenas nos levantamos.

Hay que tener valor y arriesgarse a lanzarse al mar, y no quedarse viéndolo desde la orilla, sólo  observando como otros si se lanzaron al agua con Cristo o sin Él; pero se decidieron, se fueron y tuvieron valor de navegar lejos, muy distantes de su sitio de confort y nosotros no.

Hay que echarse al agua con valor, se haya aprendido antes a nadar o no porque tu instinto de supervivencia no va a permitir que te ahogues y algo harás o inventarás para salvarte, siempre y cuando no te acobardes porque si lo haces y te rindes, si puedes estar en peligro de morir en el intento; pero si en medio de la dificultad perseveras porque tu sabes que Dios está contigo y le oras, verás que Él te dará la salida.

Aplica el aprender a nadar como el estudiar o aprender algo nuevo, que es nadar por el mar de la vida o vivir. 

Nunca te conformes o te cierres osólo con lo que has aprendido, sellando para siempre esa página de tu vida, sino que deja páginas abiertas, para reinventar tu vida y hacer o emprender cosas nuevas cuando sea necesario, y no te avergüenses de realizar a cualquier edad, estudios o trabajos diferentes al que siempre tuviste.

Sigue la corriente a la vida porque Dios pase lo que pase, siempre estará contigo, al reinventarte o en tus nuevos emprendimientos, y no nades contra corriente porque te cansarás y desfallecerás.

Avanza con humildad, perseverancia y reinvéntate con Dios en lo que amas hacer, y olvídate de lo que piense la gente, de si te valora o te da importancia o no porque lo que importa es que tú te valores, te sientas feliz, cómodo y en paz con lo que haces, y que resuelvas tu vida y las que dependen de ti, en el campo que necesites resolver porque Dios sabe antes de ti de que tienes necesidad y te suplirá según su voluntad. 

Hay que decidirse a vivir activamente, a construir nuestro propio castillo, aunque sea imaginario; pero nuestro, y darlo a conocer exponiendo nuestro sentir para que cobre vida, aceptando toda clase de críticas que siempre van a existir, sean constructivas que nos motivan o destructivas que nos desmotivan; atesorando lo bueno y desechando lo malo; pero no parar y seguir adelante construyendo o reconstruyendo con Dios y no sólo quedarnos como estáticos por temor, sólo viendo los castillos u obras que construyeron o están construyendo los demás.

Arriesgarse a que nos vean y nos llamen sabios, o a que nos vean y nos llamen ignorates.

A que nos vean y nos llamen cuerdos e inteligentes, o a que nos vean y nos llamen locos y tontos.

A que nos digan que somos unos interesados que no damos nada de gratis, o a que nos digan que somos unos tontos que todo lo regalamos.

No debemos permitir que nada de eso que puede o no ocurrir, ni que nada ni nadie nos corte las alas que Dios nos puso para volar desde que nacimos, para ser y hacer lo que queremos o soñamos.

Debemos y tenemos que desnudar nuestro ser haciendo y compartiendo lo que más nos gusta, ahora que estamos vivos, sea que veamos dinero o no en y con lo que hacemos porque lo que Dios nos manda a hacer que es una meta, un sueño, un deseo, impulso o como quieran llamarle, que lo sentimos tan vivo, como un llamado de parte de Él a nosotros, lo tenemos que hacer para darle vida, y nada ni nadie nos lo puede impedir.

Cada quien lucha por su prioridad o lo que más ama; pero por encima de todo lo que más queramos y amemos hacer o tener, debemos anteponer EL PROPÓSITO DE DIOS PARA NUESTRA VIDA, y cumplirlo porque al hacerlo ya ganamos las principales riquezas que no provienen de este mundo, sino de Dios porque Él nos dio los dones y talentos para que los compartamos y no para guardarlos y esconderlos debajo de la almohada, y ponernos a llorar por ser unos cobardes, que por temor al que dirá de la gente, no nos atrevemos a darlos a conocer, o porque somos unos ambiciosos, que si no vemos dinero o algún bien material valioso de por medio, preferimos esconder o que se pudrá lo que Dios o El Ser Supremo, La Naturaleza o como le llamen nos ha mandado hacer con nuestros dones y talentos, que muchos por egoísmo, no quieren compartirlos de gratis.  

¡CUIDADO PORQUE DE NUESTROS DONES Y TALENTOS TENEMOS QUE DAR CUENTA A DIOS CUANDO ÉL NOS LLAME A SU PRESENCIA.

NO LE TENGAMOS MIEDO O TEMOR AL MUNDO SINO A DIOS, Y LEVANTÉMONOS CADA DÍA CIN EL VALIR QUE ÉL NOS DA Y LLEVÉMONOS CON EL PODER DE CRISTO A TODO OBSTÁCULO O LIMITACIÓN QUE QUIERA PONERNOS EL DIABLO SEA EN NUESTRA MENTE O POR MEDIO DE PERSONAS QUE ÉL MALVADAMENTE USA PARA BUSCAR IMPEDIRNOS SER. 

RECUERDA QUE SÓLO VIVOS PODEMOS HACER, COMPARTIR Y REALIZAR CUALQUIER CAMBIO PARA QUE ESTÉ DE ACUERDO CON LO QUE DIOS NOS DA, QUE DEBEMOS TENER MUCHO CUIDADO Y MEDITAR BIEN QUE LO QUE HACEMOS, ESTÉ DE ACUERDO CON  SU VOLUNTAD Y QUE  MUERTOS YA NADA PODEMOS HACER, NI NADA PODEMOS CAMBIAR.






Sacúdete y no sedas tu autoridad

Por Cira Arroyo Fuentes  28/09/2020  7:49 PM

     Si tu eres una persona independiente que es el o la dueña y señora de la casa, o quien paga la renta y los gastos, ¿Por qué aceptas cobardemente que otros te quiten o roben tu autoridad y te dejas humillar y maltratar por tu cónjugue, hijos, familiares y otras personas que permites que vivan bajo tu techo y mantienes.

Retoma tu puesto y tu autoridad para que pongas orden en tu casa y hagas que te respeten tanto los menores de edad como los mayores, y si los mayores de edad quieren pasarte por encima y hacer lo que se les antoja, que se vayan.

Es inaudito observar hogares en que los hijos, familiares u otras personas que viven en la casa desde muy pequeños tienen un carácter posesivo o dominante que wuieren mandar a todos con una malacrianza que nadie los aguanta y mantienen humillados a sus padres y abuelos, los tiran en un rincón y no les permiten ni andar libremente por la casa porque les molesta y se avergüenzan de ellos.

Cómo es posible que siendo ellos los dueños y señores de todo bajen la cabeza, permitan eso y no los pongan en su lugar porque les da miedo de que se vayan de la casa.

Mostrar temor a quienes se les quieren sublevar o les quieren manipular para quitarle su autoridad es el más grave error que un padre, abuelo o persona de autoridad puede cometer porque al aflojar el mecate o perder su autoridad le está dando alas a una persona para que le sobrevuele por encima, le manipule, aplaste y haga con ellos lo que les antoja.

Ninguna persona con autoridad, aunque haya cometido errores debe de perderla nunca porque si ella es independiente y son los demás quienes le dependen, es quien manda en la casa y tienen que respetarla y obedecer sus reglas, y quienes no lo hagan, que se vayan, luchen y busquen su propia independencia.

domingo, 27 de septiembre de 2020

Enseña a volar y buscar alimento para que no se suban en tus alas

Por Cira Arroyo Fuentes   27/09/2020  12:21 PM 

El dicho: "Cría cuervos y te sacarán los ojos" tiene causa y efecto a corto o largo tiempo, con un tamaño de cola, que depende de cuanta dependencia, y alimentación al pico se le haya dado al cuervo, hasta cuando se le dio y si se le quitó a tiempo o no ".

Depende de que si se le motivó a volar y ser independiente o se le permitió depender y seguir cargado sobre nuestras alas sin usar las suyas para hacerlo. 

Hay muchos cuervos que nos quieren sacar los ojos, tanto los que malcriamos nosotros como los que malcriaron otros, y todos quieren siempre aprovecharse de nosotros, o de los demás que les abren la puerta de par en par y les permiten que entren, vuelen por donde se les antoje, coman a la libre, duerman y hasta se sientan dueños y señores de nuestra casa o de la casa donde están o van y nunca salen de ella, como si no tuvieran su casa propia, hasta el punto de que se llega el momento que toman tanta confianza y sentido de pertenencia, que nosotros, los dueños de la casa o los demás que son los dueños de la casa en que están o a donde van, les estorvamos y quieren ver como acaban con nosotros, nos quitan lo nuestro y lo de los demás.

Cada persona sufre lo que cosechó, si creó personas independientes tiene paz; pero si creo cuervos dependientes o acepta que entren en su casa cuervos dependientes criados por otros, no tiene ni nunca tendrá paz, hasta que se decida a cortar la cola de dependencia que tenga el cuervo, sea del tamaño que sea la cola que este tiene, por habersele permitido o alcahueteado tanta dependencia.