Nota: *Mensaje en construcción
La calle, de no ser por tener que salir de casa a estudiar, trabajar, ir a la iglesia, caminar o hacer ejercicio no nos deja nada porque al deambular por ella sin tener una razón, diligencia o alguna responsabilidad o algo de provecho que hacer, sólo nos distrae, confunde y nos hace perder el tiempo, el dinero y hasta nuestra propia vida y la de nuestra familia.
Muchos por dejarse llevar por el mundo materialista y consumista en el que vivimos, ya no quieren ni estar ni comer en su casa, para no tener que estar trabajando ni haciendo oficios en ella, sino que prefieren andar vagando por las calles de un lado para otro, entrando a cuanto comercio o establecimuento de comida encuentran y poder distraerse para pasar o matar el mayor tiempo que pueden allí en la calle para regresarse a su casa sólo a dormir.
El problema que se tiene en la calle, es que al exponerse uno a nosotros mismos y a nuestra familia a tantas personas con costumbres diferentes continuamente, no falta que se les atraviese gente mala y ambiciosa que busque sea sacarles dinero o aprovecharse de alguna manera de ellas.
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