Por Cira Arroyo Fuentes, 03/05/2022, 04:02 am
Si estamos seguros de que El Poder del Santo Espíritu de Dios y El Amor de Dios mora en nosotros, en nuestro corazón y todo nuestro ser no debemos nunca acobardarnos ante nada ni ante nadie, ni hacerles caso, por más que nos provoquen o busquen serrucharnos el piso para que desistamos de hacer lo que hacemos.
Debemos de ser fuertes, tener carácter con Dios, y nunca permitir que nada ni nadie apague nuestra voz con los dones y talentos que Él nos ha dado.
Estemos acuerpados o apoyados por personas o no, lo importante es que en lo profundo de nuestro corazón y de todo nuestro ser, nos sintamos apoyados, acuerpados y motivados por el principal que es Dios, nuestro creador.
Por eso es crucial que desde pequeños nos hayan sembrado o inculcado fuertemente a Dios para que seamos seguros con Él, que tengamos y crezcamos con nuestros pies muy bien puestos sobre la tierra, que nos valoremos, tengamos autoestima, que creamos y le creamos firmemente a Dios y que creamos en nosotros mismos y en el valor o importancia de lo que hacemos también porque nuestro caminar no puede estar flojamente dejándose llevar por las opiniones, ni lo que los demás si dan u opinen de nosotros ó quieran que nosotros hagamos, sino lo que nosotros de verdad nos nace, nos gusta o queremos hacer, siempre y cuando esté de acuerdo a La Voluntad de Dios porque puede haber o podemos crear mucha diversidad; pero La Voluntad de Dios escrita en su palabra se respeta.
El camino de la vida es muy largo y en él no sólo nos encontramos flores; sino que en muchos momentos tendremos que pasar por las espinas, y aquí precisamente, es en donde se nos prueba la firmeza y escencia de nuestro carácter y nuestra identidad con Dios, nuestra personalidad, nuestra estabilidad y de que estamos hechos de verdad porque habrán muchas personas narcisistas y manipuladoras que querran moldearnos por cambiarnos para que nos comportemos, seamos y hagamos lo que ellos, buscando siempre anularnos y menospreciarnos para desviar la atención sólo hacia ellos y que nos olvidemos del aporte o encargo muy personal, particular y diferente que Dios a puesto en nuestras manos, para que con nuestros dones, talentos y destrezas lo llevemos a cabo y le demos vida.
Es una pena que existan personas en el mundo que nos quieran robar o aniquilar la libertad de ser y hacer que Dios en particular nos ha dado a cada uno y sólo pretendan que todos seamos como un igual o una copia de ellos, buscando construir por su ambición, egocentrismo y egoísmo, un mundo rígido y monótono que sea sólo hecho a su manera, cosa que Dios nos creó con libertad para innovar y tener un mundo diverso cuyo único límite es establecido por su voluntad.
Nuestra personalidad y nuestra identidad, si está firme en Dios y con su propósito, es como una piedra plantada resistente a todo.
Si en todo momento la brújula de Dios nos guía el camino a seguir, siempre sabremos que hacer y que dirección tomar; aunque veamos que los demás se desvíen por diferentes caminos al nuestro, por dejarse llevar por la corriente del mundo y no por Dios.
Cuando nos encontramos con muros o personas narcisistas, manipuladoras y envidiosas que nos atacan con calumnias, chismes, burlas, provocaciones, matonismo, etc; buscando de que manera nos hacen flaquear y hacernos daño, para dejarnos en mal ante todos porque no nos quieren dejar ser ni hacer nada, simplemente las ignoramos, nos alejamos, las saltamos con El Poder de Dios y seguimos adelante nuestro camino; pero jamás debemos dejar de hacer lo que amamos o queremos por nada ni por nadie; aunque esas personas traten de echarnos al mundo entero encima para aplastarnos e impedirnos ser.
Tenemos que hacer las cosas por quedarle bien a Dios y a nosotros mismos porque en resúmen al servirle a Él, le servimos a los demás también y de eso se trata la vida, de dar con Dios lo que podemos, y si lo que damos es diferente y no es valorado porque no son bienes, comidas, regalos, joyas, paseos, autos o dinero contante, simplemente sigamos adelante con quienes nos reciben y valoran por la esencia de lo que somos porque no solamente de pan físico vive el hombre, sino de todo consejo o toda palabra que viene de Dios para alimentar es espíritu por el bien de todos.
Recordemos siempre que pase lo que pase seguimos caminando firmes, seguros y levantando con Dios nuestra cabeza, siempre hacia adelante, procurando siempre nuestro bien y el de todos porque "TODO LO PODEMOS EN CRISTO QUE NOS FORTALECE" Y "QUE NO HAY PODER EN EL MUNDO MAYOR AL PODER DE DIOS", Y "SI DIOS ESTÁ CON NOSOTROS, QUIEN CONTRA NOSOTROS".
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