Hace muchos años que empecé a escribir y no necesité de ningún patadón artístico ni de nadie que estuviera a mi lado apoyándome ni motivándome porque desde un principio mi deseo de escribir era muy fuerte.
Las únicas que me motivaban o impulsaban desde muy pequeña a escribir eran mi hermana Delfina y mi mamá porque ellas leían y revisaban mis redacciones antes de que las llevará a la escuela y se quedaban asombradas de las ideas y la fluidez que yo tenía para narrar.
Recuerdo que en muchas ocasiones durante mi niñez y de muy joven, ellas me decían que yo tenía mucha facilidad para escribir y que debía de dedicarme a eso.
Así fue pasando el tiempo y yo no paraba de escribir lo que fuera y como fuera; aunque fueran tonterías las que escribiera sobre cuánto papel o cuaderno viejo me encontraba con algunas hojas blancas, que siempre sentía que estaban allí listas para mí, esperándome dispuestas para que yo las llenará con mis palabras, ocurrencias y todo mi sentir.
Cada vez que podía le mostraba lo que escribía a algunas personas para que me dieran su opinión; pero la mayoría sólo me echaban para atrás diciéndome que sin ayuda de personas calificadas jamás podría hacerlo y que necesitaba que un filólogo revisara mis escritos antes de publicarlos y me ponían cuanta traba o piedra de tropiezo podían para que desistiera de escribir, diciéndome que tenía que prepararme y buscar a gente calificada que me ayudaran a hacerlo.
Cuando me decidí a hacer mis páginas cada vez que tenía que poner mi biografía leía en La Internet que esta debía de ser escrita por otra persona para que la gente creyera más en nosotros y que no debía de ser escrita por uno mismo.
Como no tenía apoyo de personas, sino sólo de Dios, me automotivé con Él y escribí por mi misma mi autobiografía y listo, y no le hice caso a nadie.
Seguí escribiendo y compartiendo mis escritos con gran positividad porque Dios me dio la fuerza para hacerlo y hoy he escrito tantos mensajes o ensayos y "Soy lo que soy porque le creí a Dios" y no al mundo que me atravesó desde un principio a un montón de personas negativas para que desistiera de mi sueño de escribir y nunca hiciera ni publicara nada.
Y no sólo me lancé a escribir sino que he tenido que ser, así tal como soy con todas mis ocurrencias, la modelo para ilustrar cada una de mis inspiraciones también, y así lo seguiré haciendo hasta que Dios y La Internet me lo permitan.
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