Por Cira Arroyo Fuentes, 03/10/2022, 04:49 pm
Diariamente estamos expuestos a diferentes personas, a aninales, a elementos originales de la naturaleza creados por Dios, y a muchos objetos o cosas más creadas por el hombre.
Muchas de estas últimas, es decir, los objetos o las cosas, las ha creado la humanidad para su bien y muchas otras para su mal; pero todas, malas y buenas, tienen su propia voz.
Cuando vamos a pasear a malls, fincas, hoteles, playas, casas y lugares de recreo podemos observar como las personas dueñas de estos lugares buscan que todo luzca fresco, limpio, ordenado y bello porque ellos saben que donde todo está en control está Dios y por ende, serán visitados o atraerán a más personas .
Cada una de las cosas que vemos tienen su voz y nos motivan y atraen para que volvamos a ese lugar en donde nos sentimos tan confortables; ¿pero que sucedería, por el contrario, si a esas personas no les importará tirar basuras, colillas de cigarros, latas de cerveza, y permitieran que sus mascotas se estuvieran defecando y dejando sus cacas por todas partes?
¿Verdad que ya a nadie le gustaría ir a ese lugar porque ya no sería un sitio ni confortable ni atrayente, ni bonito; y por el contrario sería un lugar insano, feo y desagradable para ir?.
Sería así porque todo el desorden allí hablaría por sí solo, por medio de cada uno de los elementos o cosas sucias y desordenadas que allí hay.
Esos objetos y basuras con su propia voz nos dirían a gritos que algo anda mal en ese lugar, que unos o algunos se estan haciendo daño tanto a sí mismos, como a los demás porque ese montón de colillas de cigarros y de basuras, latas de cerveza y botellas de licor vacías no llegaron allí solas, sino que alguién compró esos productos insanos y nocivos, los consumió y los tiró en el suelo ó las dejó por cualquier parte menos en un basurero, fuera por vagancia o porque se le hizo más fácil tirarlas allí que ir a buscar un basurero ó lo hizo a propósito por mera maldad, para ensuciar y hacer lucir feo al lugar o alguna parte en específico.
Lo peor es que estas basuras, no sólo tienen su propia voz para hablarnos del lugar y de las personas allí, sino que se quedan allí esperando a que un niño o un animalito las coja para seguir haciendo daño, así como lo hizo con quienes compraron esos productos o vicios dañinos.
Todo esto nos habla y cada cosa cuenta su historia; sea mediante su olor o mediante su sucia, descompuesta y desagradable presencia, que hace lucir mal al lugar en donde lo arrojaron quienes las tiraron.
Todo lo que existe tiene su propia voz y nos quiere decir algo, hasta el mismo silencio la tiene y es precisamente este, quien nos hace observar y meditar cual es el motivo o que es lo que impulsa a las personas a romper, ensuciar y poner feos o hacer lucir mal o desagradables a algunos lugares.
Es triste cuando en un lugar, el ambiente y los objetos nos dicen a gritos que algo anda mal porque nadie quiere llegarse allí ni vivir allí por el mal aspecto que tiene el sitio, por causa de quienes no lo cuidan, lo afean o destruyen.
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