miércoles, 20 de abril de 2022

No hay que dar pasos locos



Por © Cira Arroyo Fuentes  20/4/22 8:25 PM

     Si nuestra vida se ha estancado y se nos ha hecho monótoma y sin sentido, no hay que dar pasos locos o sin pensar, por hacer cambios cruciales o radicales para buscar cambiarla o cambiar el rumbo que llevamos. 

Es mejor tener paciencia, esperar y orar a que la brújula de Dios nos indique cuando avanzar, que dar pasos en falso y locos.

Dios sabe cuando debemos mantenernos en reposo y cuando debemos avanzar, por eso hemos de tener todos nuestros sentidos prestos a sus señales.

Muchos están adictos, otros enfermos, otros han perdido su identidad, otros están locos, y otros ya han muerto por no tener paciencia para esperar y correr a dar pasos locos.

Los pasos locos que se dan con desesperación, en compañía del alcohol, de las drogas y de malas amistades aventureras, esos que se dan por quemar o pasar el tiempo, pueden traernos muy malas consecuencias.

Las personas inquietas que no pueden estar tranquilas en su casa porque no encuentran nada interesante ni útil que hacer en que invertir su tiempo, lo único que se les ocurre hacer es irse para la calle a aventurar.

Y la calle ya todos sabemos los peligros que tiene porque allí hay de todo y se encuentra uno toda clase de personas, buenas y malas, de las que muchas no andan allí por nada sino por algo, porque saben que el dinero está en la calle y muchos hacen lo que sea para conseguirlo.

A la calle unos van a gastar dinero en lugares patentados y otros van a conseguirlo por las buenas en negocios legales que tienen establecidos y muchos otros salen a conseguirlo por las malas vendiendo drogas o asaltando a las personas.

Salir a dar pasos locos, especialmente en lugares solitarios o de noche, sin tener necesidad, es arriesgarse por gusto porque El Hampa está lista para atacar a sus víctimas y aunque veamos la calle desolada no hay que ser confianzudo ni atrevido porque en moto, auto o bicicleta, te alcanzan en un instante.

Y dar pasos locos citándonos con una y otra persona, por no estar solos, para conocer gente, también es muy arriesgado porque nunca se sabe con que persona nos podemos topar ó encontrar. 

Hay que pedirle mucha sabiduría a Dios para saber cuando debemos de dar pasos sabios para avanzar y cuando no, para no dar pasos locos de los cuales nos tengamos que arrepentir después porque si no provienen de Dios, en lugar de hacernos avanzar sólo nos hacen perder el tiempo y retroceder cada vez más.



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