domingo, 5 de marzo de 2023

Reconozco que soy débil; pero fuerte con Cristo

 Mi vida es tan extraña porque cuando me creo fuerte, capaz de cargar todo, sin necesitar de nadie y llevarme al mundo entero por delante es cuando la vida me sorprende con una experiencia dolorosa que me ubica y pone a prueba mi fortaleza.

Cuando se me mueve el piso y más mal me siento es cuando me quiebro, aflojo y reconozco  ante Dios que soy débil, imperfecta y que sin Él nada soy, y es aquí cuando reconozco con humildad ante Él que soydébil y que ya no puedo más, cuando me vuelvo más fuerte de verdad.

No me importa decir que me vale ser débil y llorar en un mundo en el que todos dicen que tienes que ser fuerte, no quejarte por nada y ser valiente porque siento que si no me deshago y desahogo en lágrimas  para vacíarme  con frecuencia no puedo continuar.

No quiero ser fuerte como una piedra sin sentimientos sino que necesito llorar para liberarme, renovarme y no explotar por no sacar con llanto todo este vacío y este dolor que llevo dentro.

Necesito estar entregando a Dios todas mis cargas para que Él las lleve porque si no lo hago, siento que mi cuerpo ya no puede más.

Me vale nada que el mundo entero se de cuenta de que en mi aposento, cuando nadie me ve, soy débil, de que lloro y que me refugio en los brazos de Dios para que Él me consuele porque El Príncipe de las Tinieblas, que es el espíritu que gobierna al mundo, es quien busca saturar de materialismo y estrés a las personas, y no les permite a las personas mostrar sus debilidades porque sólo quuere que se muestren fuertes, sin doblegos para convertirlas en una bomba de tiempo seca a punto explotar y acabar con todos; pero yo con Cristo escapo de sus garras.

Es aquí en mi aposento cuando me doy cuenta de que de nada me sirve saturarme de actividades, ni hacer un montón de ejercicios ni ir a muchos lugares para distraerme, desestresarme con mucha gente psrs mostrarle al mundo que soy una mujer fuerte, si apenas llego a casa vuelvo a mi realidad y me vuelvo a sentir mal porque no he arrancado de raíz los problemas que estoy cargando que son los que me estresan y si no se los entrego a Dios  para que Él los cargue no puedo más.

Y es aquí, en confianza con Dios, cuando puedo sacar aunque sea una lágrima o llorar a cántaros, cuando me doy cuenta de que lo único que necesito para liberarme es ser humilde, hablar con Él, tener fe en que sólo Él puede ayudarme a desahogarme, entregarle mis cargas y que no necesito hacer nada más qye provenga del bullicio del mundo para estar tranquila, relajada y en paz.

viernes, 3 de marzo de 2023

Abramos nuestros ojos con Dios

 Si desde jóvenes escucháramos el consejo de Dios que nos llega por medio de nuestros padres, maestros, pastores que nos desean lo mejor y que vivamos teniendo siempre una buena moral y cuidándonos de no caer en el mal, toda nuestra vida sería diferente.

Si fuéramos obedientes con Dios e hiciéramos su Voluntad, Él siempre se las ingeniaría para abrirnos los ojos antes de que caigamos; pero que pasa, la desobediencia y el creer rebeldemente que no necesitamos de ningún pastor (Dios) que nos guíe ni de nadie ni de consejos porque nosotros podemos y sabemos como guiarnos en la vida, es la peor falla que podemos cometer al quedar desprotegidos al asecho de personas que nos buscan sólo para aprovecharse de nosotros y satisfacer sus más bajos deseos mundanos e introducurnis en vicios y una vida totalmente corrupta en la que puedan hasta hacer dinero con nosotros.

Sólo basta observar a las personas vividoras, viciosas y corruptas que son unas agazapadas e hipócritas que se pasan la vida buscando víctimas o presas por estarse aprovechando de alguna manera de otros porque su comportamiento es totalmente arrollador y mantienen a sus víctimas atrapadas bajo su mundo, no las sueltan para nada, las mantienen bajo su total control, no las dejan que se les acerquen otras personas ni que se relacionen con otros porque saben que las pueden aconsejar para abrirle los ojos y arrebatárselas de las manos. 

Si quieren probar esto que les digo sólo traten de acercarse a una persona que es víctima de otra u otras para que vean cómo se ponen a la defensiva como un cuerpo espín a punto de atacar porque no quieren que les quiten la presa de la que se están aprovechando de las manos.

Estas reacciones se observan mucho entre los grupos de mafiosos o entre personas que tienen compañeros de estudio o de trabajo bivifores y corruptosque gustan aprovecharse de otros de alguna manera y no los sueltan para nada.