Por © Cira Arroyo Fuentes, 4/9/2022, 1:13 PM
Si nunca hubiese creído a Dios ni en mí, todo lo que he escrito en mi vida no existiría ni tampoco seguiría caminando por el mismo rumbo, amando cada vez más lo que hago; pero gracias a Él, la historia de mi vida ha sido diferente porque aunque no he estudiado filología ni he tenido el presencial apoyo de humanos, con la ayuda espiritual del impulsante Poder de Dios, he podido tener el valor de hacer y compartir todo lo que hago mediante el apoyo gratuito de Google y otros medios en La Internet, reconociendo que no soy perfecta y mis imperpecciones al escribir también.
Como sé que así como una florecita libre que nace en el campo creada por Dios fui, soy, y seguiré siendo yo, se también que soy una obra de Dios única y distinta a las demás, tengo mi propio estilo o voz, que descubrí fluyendo con naturalidad y con libertad al escribir y no me gusta que nadie me quiera imponer un estilo que no me nace porque solo fluyo cuando al escribir siento que estoy hablando con todos ustedes, así, de la manera más simple y natural, sin mucho palabrerío; pero si con pensamientos y consejos muy profundos que quiero todos entiendan de inmediato al leerlos.
Mi amado arte de escribir es junto con Dios mi refugio y mi correcto caminar para dejar huellas en la vida y ha sido para mí una gran bendición para realizar El Propósito de Dios en mi vida porque me ha hecho aprovechar mis dones y talentos, los recursos que tengo o puedo dar que Dios y mi experiencia de vida me han dado al máximo para acompañar mis escritos, mi tiempo y me ha alejado de perderlo en cosas vanas y peligrosas, que sólo destruyen y enferman a las personas.
Al escribir me he acercado más a Dios que al mundo porque Él para darme cada escrito o inspiración inédita, me ha hecho concentrarme y meditar con Él para dar lo mejor de Él y de mi a todos y que así mi vida tenga El Propósito de Dios y que con mis escritos, cocinados en El Horno de Dios pueda acercarme al mundo para compartírselos.
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