Como en esta vida "no somos un billete de mil para caerle bien a todo el mundo", así como hay personas a las que les caemos bien, también hay gente a la que le caemos mal.
Nunca debemos darle gusto a las personas que sabemos les caemos mal y no nos quieren porque por más que nos apartemos, alejemos o guardemos distancia de ellas, al guardarles distancia se torean más y siempre andan buscando de que manera tirar la piedra y esconder la mano para que nosotros reaccionemos, nos enojemos, nos involucremos en problemas y nos enfermemos.
Esas personas son malas y lo único que quieren es que nos vayamos o nos muramos para no vernos más; pero no hay que darles gusto.
Sólo hay que ignorarlas e ignorar todo lo que hacen completamente porque al ver que no les damos importancia para absolutamente nada, sus malas intenciones y malos deseos hacia nosotros chocarán contra la pared de la indiferencua y se les devolverán.
Hay que andar siempre alejados; pero aún así debemos de cuidarnos de ellos porque pueden buscar de qué manera hacernos daño.
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