© Cira Arroyo Fuentes 19/01/2018
01:36 p.m.
Valórate y recuerda que en el mundo pueden
haber muchos hombres y mujeres, pero nadie como tú.
No permitas que nadie te coloque en un
segundo plano o que no te tenga como prioridad, porque tú no eres un sobro.
Date tu lugar siendo una persona deseada y
no sobrada porque tú eres importante y lo que haces también.
Eres cabeza, no cola y el hecho de que seas
humilde de espíritu no significa que te dejes pisotear por nadie.
La capacidad que tengas de saber de dónde
vienes y lo que eres porque sabes que Dios es quien te ha creado y te ha dado
un propósito de vida para ser luz en esta tierra, de ser feliz y exitoso así
como eres es lo que cuenta.
Debes ser en todo momento de tu vida ejemplar
ante Él, ti mismo y los demás, sin importarte el ambiente que te rodea porque
sabes que si tienes a Dios, que es amor, viviendo dentro de ti, lo tienes todo y
es lo que te define plenamente como una
persona única, especial, completa e importante para Él, aunque seas trigo que
crezca en medio de la cizaña, porque no tienes que huir al primer obstáculo que te encuentras, sino que tienes que ser valiente con la sabiduría que Dios te da para que logres crecer en medio de ella y marques la diferencia.
Sé firme en los principios morales y
espirituales que Dios te ha dado por medio de su Palabra escrita o las personas
buenas que ha puesto en tu vida para guiarte y has que la luz de Él, que habita
en ti, alumbre todo a tu alrededor y no permitas que la oscuridad de la cizaña
te apague, por el contrario mantén el carácter de Él, esfuérzate y se valiente
para que su luz termine por alumbrarlo todo a su paso.
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