Por mientras tanto, como el tiempo es oro, voy a ser feliz, me voy a comprar lo que más me gusta y puedo pagar, voy a comer lo mejor que puedo y Dios se encargará del resto porque la vida es muy corta como para mesquinarme cosas, por eso quiero vivir el hoy porque el mañana es muy incierto y no se si voy a vivirlo.
El no gastar dinero y vivir limitadamente para ahorrar y poder tener un techo donde vivir ya quedó en el pasado con su lucha en su momento.
Ahora es el tiempo de disfrutar; de vivir momentos a plenitud, según mis recursos y soy feliz con lo que Dios me da.
Ya no soy la persona de antes que se eximía de tener muchas cosas por ahorrar ni tampoco dejo de hacer cosas por temor porque si no las hago yo, ¿entonces quién? porque todo lo que sucede en mi vida depende de mí.
Cada nuevo día es una nueva oportunidad que Dios me da, y si no me motivo con Él, que siempre está presto a llenarme de poder, fuerza y voluntad para poner mi casa bonita, alimentarme bien, pasar ratos de ocio haciendo cosas interesantes y nuevas para aprender en mi día a día y, en fin, si yo rechazo su ayuda, no pasaría nunca nada en mi vida.
Y como para que las cosas pasen, debemos activamente estar listos con los brazos bien abiertos para recibirlas, como bendiciones de Dios que son, siendo positivos y rodeándonos de personas y ambientes positivos para hacerlas suceder o que nos sucedan, debo siempre estar lista.
Por eso, por mientras tanto pasa el tiempo, me reinvento con Dios mi vida cada día, para sentirme bien, feliz y en paz, para estar siempre por mientras tanto lista...
...Porque la vida es muy corta...
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