El artista y el cantante verdadero vive y se llena más con la atención y el aplauso del público que con el dinero que pueda ganar.

El escritor vive y se siente realizado al ver o saber que cada mensaje u obra que escribe es leída y comentada porque así sabe que le han dado importancia.

El fotógrafo, el pintor y el escultor se siente realizado cuando sus trabajos son vistos por otros, reciban o no críticas constructivas o destructivas, en otras palabras que sinceramente expresen agrado o valor a la obra o que expresen burla para buscar ridiculizar y dañar al autor.

Al inventor lo que le interesa es que la obra cobre vida a pesar de...

He allí la importancia que tiene para todos ellos la opinión del púbico e interactuar con él; pero cuando las personas sólo husmean en silencio sus trabajos o sus obras, o lo único que expresan es burla para aplastar, sin mostrar una participación activa o un interés genuino en lo que ellos hacen porque no quieren que sepan que si vale la obra porque no les conviene que el inventor la de a conocer ni lucre con ella para ver como ellos hacen algo igual o parecido para hacer dinero ellos con las ideas e inventos de otros  y sólo sienten que los vigilan en silencio y los usan para robar sus energías y coger sus ideas para lucrar con ellas.

Qué sería del mundo sin las ideas originales de personas innovadoras o creadoras, quienes desinteresadamente se dan a las personas y al público, que con la ayuda de Dios, inventan de todo para su bien y el de todos.

Los verdaderos in8novadores viven una vida liviana o ligera, son más libres espiritualmente, más nómadas y desprendidos de las riquezas materiales y como están siempre meditando en conexión con Dios o con la naturaleza o energía de la tierra como dicen los no creyentes, para innovar y crear nuevas obras, viven una vida simple sencilla y sin lujos porque su mundo es más que todo espiritual que carnal o material y no son amantes de las complicadas caras y ambiciosas fantasías y vanidades del mundo; pero irónicanente, por el contrario, los más ricos del mundo no son como ellos y sí son cada vez más ambiciosos, y no serían tan ricos si no hicieran uso o sin las ideas que los innovadores  han aportado porque se pasan la vida copiando o imitando obras de otros y robando las energías e ideas de otros para lucrar con ellas y quedar como que ellos las han inventado o creado y a quuenes las inventaron realmente ni los nombran.