Por © Cira Arroyo Fuentes 6/12/22 10:31 AM
Enfócate con Dios en concentrarte en lo tuyo, en seguir tu camino y hacer lo que más amas para que alcances tus metas. Haslo con humildad, seguridad y con los pies muy bien puestos sobre la tierra, independientemente del físico, de la edad, del nivel ecónomico y social que tengas.
Vive y prosigue tu camino con positividad, seguridad, firmeza, carácter, valentía y fé, luchando por alcanzar más de tus sueños e ignora el ruido del mundo y a las piedras de tropiezo que se te atraviesen en el camino, como es la gente negativa: que es injusta, matona, descuidada, provocadora, pleitista, hipócrita, chismosa, bulliciosa, burlista, calumniadora, traidora, chantajista, agazapada, plajista, envidiosa y mentirosa, que no son más que huesos secos que vagan por el mundo como ciegos, cayendo descuidadamente y sin autoestima, de fango en fango, sin reglas ni límites, buscando a quien le hacen daño, que no pican la leña ni prestan el hacha, que en fin, no hacen nada por salirse del montón y que a lo único que se dedican es a ver como le hacen daño o derrivan o los que si se atreven a hacer o a innovar algo conforme a la ley y a La Voluntad de Dios para el bien de todos.
Concéntrate en lo que haces para que brilles con luz propia con la ayuda de Dios y vive tus momentos al máximo.
Nunca te detengas por nada y si tienes que pasar procesos dífíciles que te impiden proseguir por momentos, date con paciencia tu tiempo y dales tiempo, que todo pasa.
No te estreses y has lo que puedas en esos momentos; pero nunca te desenfoques, ni tengas miedo, ni desistas, ni te des por vencido; por más difícil, profundo y obscuro que sea el proceso o la prueba por la que estés pasando y recuerda siempre con fe, que cuando el camino se te torne más difícil, hondo y obscuro es porque ya Dios te va a dar la salida, vas a ver la luz y vas a alcanzar una nueva victoria.
No te detengas ni permitas que el mundo te distraiga ni desenfoque porque concentrarte en lo tuyo es lo más importante si de verdad quieres lograr algo en la vida.
De ti depende ser pescado que se se deja llevar por la corriente, que vive a la deriva a como la corriente del mundo se le antoje llevarte o ser un pescador seguro, que sabe cuál es su camino y su propósito en este mundo y se concentra con Dios para llevarlo a cabo.
No te detengas porque cuando la noche se torna más obscura es cuando va a amanecer y Dios te va a dar una nueva victoria.
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