Autora © Cira Arroyo Fuentes, 21/6/2024, 1:27 p.m.
El mundo está de cabeza porque la gente que se deja gobernar por el mundo, sus costumbres, sus modas, sus ideologías locas y todo lo que a la libre promueve, ve como un bicho raro a la gente que se deja gobernar por Dios, por eso si queremos quedarle bien al mundo tenemos que ser 100% consumistas, más de lo malo que de lo bueno porque lo malo hace que fluya más el dinero en impuestos para el mundo que lo bueno; pero a los que no nos importa porque no buscamos las riquezas ni el estilo de vida de este mundo, ni nos interesa quedarle bien al mundo sino a Dios, nos miran y tratan diferente.
Al mundo comercial no le importa dañarnos con productos y servicios dañinos ni con químicos, por eso en los salones de belleza, supermercados, farmacias y clínicas estéticas los usan y venden a la libre.
El comercio estético promueve que para estar o actuar a la moda tenemos que usar pestañas y uñas bien pintadas, postizas y larguísimas, hacernos tintes, permanentes, queratinas para alisado del cabello, cortes y estilos diferentes, ponernos botox, hacernos maquillajes extravagantes variados, usar tacones altísimos y hacernos cuántos inventos y operaciones crean para sacarle dinero a la gente.
El comercio de alimentos, bebidas y productos de limpieza nos vende de todo, incluso un montón de productos que no son saludables.
Salir a la calle o a algún sitio cuesta dinero, sea poco o mucho, aunque sea para conversar con gente, comernos algo, pasar un rato ameno o ir a lugares más lejanos, nos arriesgamos a toparnos con personas que nos quieren vender algo con precio inflado y como una raya en el cielo algunas te pueden querer invitar; pero a tomar licor, cerveza o a fumar de lo que sea y lo más irónico es que si queremos algo saludable desisten de invitarnos.
En resumen, una manipulación completamente ambiciosa es la del mundo y la gente de mundo porque quieren hacernos como ellos y hacer con tu cuerpo y con tu vida lo que se les antoja vendiéndote lo que les deje más dinero, y si te dejas todo marcha con ellos viento en popa; pero si vas en contra de todas esas cosas les caes mal y dicen que eres un loco/a, un pasado de moda, un ignorante, un bueno para nada, que no estás en nada.
Si no comes harinas blancas, ni azúcar, ni carbohidratos pesados, ni grasas saturadas, ni gaseosas, ni tienes vicios, ni te vistes a la disque moda, te dicen que no estás viviendo ni disfrutando de la vida.
Si con firmeza no nos dejamos manipular empiezan las reacciones negativas como a codearse con personas a su lado y al ver que no pueden convencernos empiezan a lanzarse miradas en complót y se apartan formando grupos para chismear.
Sólo basta observarlas fijamente para que se den cuenta que no somos estúpidos ni vamos a permitir que nos cambien para hacer negocio a costilla de nosotros.
Seamos nosotros mismos y si queremos aprender, adoptar o sumar algo a nuestra vida, que sea bueno; pero a lo malo desechémoslo para que no nos destruya ni a nosotros ni a los nuestros.
En el tiempo de hoy, el mundo y la gente de mundo, a propagado tanto a lo malo, que ya nadie quiere lo bueno ni regalado; pero sí pagan precios carísimos por cosas que son basura que sólo destruye a la humanidad y a la naturaleza.
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