Recuerda que el tiempo y los días son cada vez más cortos para todos, por eso no permitas que el maligno te distraiga con vivencias mundanas, boltéale la tortilla y distráelo tú con Jesús y vivencias celestiales con Dios.

No permitas tampoco que nada ni nadie apague la inspiración que Dios te da de acuerdo a tus dones y talentos, ni que quiera impedirte ser con Dios.

Tampoco permitas que personas que se creen perfectas te comparen o comparen a los tuyos con ellas o con otros por ensalsarse ellas o ensalsar a otros para disminuirte y apagarte a ti y a los tuyos.