Por Cira Arroyo Fuentes, 11/04/2021, 05:14 p.m.
Hoy desde que me levanté la voz del Espíritu Santo de Dios que sé que habita en mi interior, me ha estado motivando a que escriba y por estar en mis quehaceres hogareños no me disponía; pero me dijo que si no no hacía buscaría a otro servidor dispuesto, por eso aquí estoy fluyendo con Él.
Ustedes sabían que la míes es mucha; pero los obreros son pocos, y que en la creación constantemente se está llevando a cabo una guerra espirihual porque El Diablo no descansa ni un momento por destfuir la creación más preciada de Dios que somos nosotros.
Él sabe que a Dios no lo puede destruir; pero entonces quiere darle por donde más le duele y esos somos cada uno de nosotros.
Imagínense con cuanto amor nos creó Dios, que sacrificó a su único hijo por salvarnos a nosotros; pero quienes no aceptan a Cristo y a la Salvación que sólo mediante Él podemos tener, y no se sellan con Él, quedan desprotegidos, a menester de lo que el mal quiera hacerles.
El objetivo o propósito de Cristo es ganar almas para llevárselas al cielo con Dios; pero el plan u objetivo del diablo es ganar almas para llevárselas junto con él al infierno.
Por eso debemos de tener mucho cuidado de la paz que sentimos y analizar con Dios de dónde proviene, si de Él o si proviene de un engaño del maligno.
La paz de Dios es muy distinta a la paz que da, siente, o viene del mundo.
Muchas personas piensan que tienen paz porque no tienen problemas porque según ellos ya oraron a sus santos y a sus dioses que los llenaron de paz.
Qué equivocados y ciegos están porque si no están orando correctamente como Dios manda, elevando oraciones al Padre en El Nombre de Jesús bajo el Poder del Espíritu Santo y viviendo conforme a la Voluntad de Dios, esa paz que están teniendo es falsa, y se las da el maligno para mantenerlos engañados en ese estado para que se pierdan.
La paz que Dios da proviene directamente de Él, sin intermediarios, y es Él quien nos da la sabiduría para resolver los problemas que se nos van presentando.
Los cristianos sabemos muy bien que el mal no descansa y a quienes le interesa molestar es a los que tienen paz verdadera por eso lucha para robarnos nuestra paz y llenarnos con problemas; pero con Cristo somos más que vencedores y Él nos da el conocimiento para con paciencia solucionarlos.
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