Auto engañarnos diciendo siempre que los demás pecan, pero nosotros no, que a los demás les pasa o les puede pasar algo, pero a nosotros no, es la forma más fácil e hipócrita de escapar de nuestras responsabilidades, de las demandas o mandato que Dios nos hace a todos para que cuidemos tanto de nosotros mismos como de los demás.
Es por eso que vemos a personas con su celular por todas partes, manejando como si nada, o buscando el peligro en actividades super arriesgadas porque piensan que a los demás les pasa, pero a ellas no.
Es tan común también el escuchar a personas decir que ellas se cuidan, que no hacen nada malo, que de vez en cuando se echan una canita al aire con alguien para salir de la rutina, pero que ellas se protegen y que buscan personas sanas, amistades, conocidos, etc, para vivir sus aventuras y es con esa o esas personas nada más, que saben muy bien el territorio que pisan.
Que falsa seguridad les hace sentir el maligno, cosa que basta una sola persona con la que tengas relaciones íntimas para adquirir una enfermedad, sea cuál sea, porque quien sabe con cuántas personas habrá estado o ha andado esa diseque única amistad o persona tan conocida que tienen.
Hay otras que dicen que se toman un trago, fuman un cigarro o se hacen una pasadita o subidita con droga diseque para relajarse, pero nada más, que lo hacen sólo una vez perdida, pero que ellas saben calcular hasta donde llegan porque saben medirse, y que ese vicio nunca las va a atrapar, que por lo general ellas son buenas personas, sanas, fieles, etc, que sí, que han tenido sus caídas, pero que ya se levantaron, pero las continúas viendo hacer lo mismo una y otra vez, cada vez con mayor frecuencia y niegan esa realidad, se auto engañan diciendo que no lo harán más y no han terminado ni de decir eso, cuando las ves en lo mismo de inmediato y hasta buscando muy sutil y diseque ingenuamente hacerlo caer a uno también.
Es así por lo que vemos a personas que deciden tatuarse, aún sabiendo que Dios nos pide a todos que no rayemos ni hagamos rasguños en nuestro cuerpo, pero ellas dicen que sólo se van a hacer uno chiquito nada más, para saber lo que se siente, porque así, si es chiquito, se lo borran y si les queda cicatriz, pues es chiquita, y ciegamente le abren la puerta al Diablo porque por abrir la puerta se sienten luego tentados a hacerse uno y otro más, se les convierte en un vicio y nunca reconocen que están haciendo mal, aunque Dios en La Biblia nos dice en Levítico 19:28 Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová.
Las personas que viven auto engañándose, ciega e ignorantemente pecan y asimismo se condenan, y también de una manera ciega y malvadamente astuta, se hacen y hacen daño a los demás también quieránlo o no, porque aún sin darse cuenta o no, la realidad es que el maligno las usa como una fruta podrida para buscar muy sutilmente pudrir a los demás, y si tienen que actuar y jugar de inocentes, inexpertas, ingenuas o de no saber nada, estando bajo los efectos de las sustancias o no, lo hacen, con tal de lograr su corrupto objetivo, para alcanzar sus más bajos placeres con quien se le ponga fácil o fácil de engañar por delante.
Conversando y tratando a una persona, sea por Internet o personalmente es que nos vamos dando cuenta de sus verdaderas intenciones, si nos buscan seriamente o si lo que quieren es una aventura pasajera a la libre nada más, sin compromiso de nada.
Lo cierto es que el auto engaño va haciendo su sucio trabajo paulatinamente en la vida que se lo permite, tiene a muchísimas personas sumergidas en una constante vida de pecado, de ignorancia, de conformismo, de fe y esperanzas falsas, diciendo que mañana van a cambiar o van a dejar de hacer lo que están haciendo, pero que por mientras están muy jóvenes van a seguir disfrutando a la libre, porque les falta mucho para morirse aún, que después se arrepienten, que tienen tiempo hasta el último momento de su vida para hacerlo porque a Dios lo que le interesa en fin es su espíritu, no lo que han hecho con su cuerpo porque este se queda y se pudre en la tierra cuando se mueren, pero esta es una gran mentira del Diablo porque Dios si nos manda a cuidar de nuestro cuerpo porque es El Templo de su Espíritu Santo.
Estas personas auto engañadas por lo general te nombran ejemplos de personas que fumaron, tomaron o hicieron algo malo durante toda su vida, a las que nunca les pasó nada y tuvieron una larga vida. También citan otros nombres de personas que siendo sanas se murieron jóvenes, porque su objetivo es convencer a la persona que les redargüye a que acepte y hasta que vea como bueno y muy normal su estilo erróneo de vida.
Siempre se excusan en decir que hay más tiempo que vida y siguen en ese hueco de auto engaño en el que eligieron voluntariamente vivir, pensando en que todavía no se van a morir, que les queda mucha vida por disfrutar y cada vez se hunden más, hasta que llega un momento en sus vidas en que aunque reconocen que se han auto engañado siempre y engañado a otros, ya no saben como salir de él, o de lo que están haciendo por sí solos y que necesitan ayuda.
Quienes buscan esta ayuda a tiempo y se arrepienten, pueden salvar su vida espiritual, pero hay muchos que no tienen tiempo de hacerlo y mueren en pecado.
En 1 Juan 1:8-9 Dios nos dice que si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
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