Con mi cabello largo, sin maquillaje, y siendo así como soy, tengo 60 años discerniendo con Dios a personas con espíritu narcisista, manipulador, ambicioso y engañador, que quieren hacer de los demás una copia de ellos para alimentar su ego y hacer más dinero no sólo a costilla mía sino de todos.
60 años viviendo rodeada de personas envidiosas que apenas me ven, me miran de arriba hacia abajo o desde mi cabeza hasta mis pies, o que me miran de reojo para ver como me encuentran un defecto para resaltármelo porque no soportan el verme alegre y con grandes deseos de vivir, a pesar de todo lo que he tenido que pasar en mi vida.
60 años rodeada por personas de las que muchas de ellas se denota a leguas, que tienen dentro un espíritu envidioso y traidor, que sólo anda viendo como me meten una sancadilla o cómo le meten una zancadilla a los demás para que se caigan.
60 años escuchando a muchos susurrar a mi alrededor diciéndole a otras personas o "regando la bola o el cuento", como decimos los ticos, de que no me pongan atención porque yo no estoy bien de la cabeza, porque soy de otra religión en donde según ellos me han lavado el cerebro, que no me hagan caso a lo que digo, sólo porque ellos, que han sido personas muy cercanas a mí, que me han querido manipular para que sea como ellas, nunca me han podido nanipular, ni hacer conmigo lo que ellas han querido para que viva al gusto de ellas y no a mi propio gusto.
60 años rodeada de personas que no quieren aceptar su edad ni decir la verdad de los años que tienen y hasta se la quitan porque no quieren aceptar el paso del tiempo y los cambios que va sufriendo su cuerpo, que luchan a como sea contra la corriente gastándose mucho dinero en vanidades del mundo para lucir según ellas mejor; pero tanto han expuesto su cuerpo a químicos y operaciones para mantenerse joven y embellecerse, que éste ya no aguanta más y explota con enfermedades.
60 años rodeada de muchas personas que se me alejan por los cuentos, chismes y calumnias que algunas personas narcizistas y manipuladoras de mi propia familia y amistades cercanas, han inventado sobre mí para dejarme en mal ante todos.
60 años viviviendo rodeada de personas que no soportan el ver que entre más edad tengo soy una mujer más libre y espontánea, siendo siempre yo misma porque toda mi vida he caminado por un camino en el que he sabido cuál es mi propósito de vida o por qué estoy en este mundo, en el que sé y hago lo que quiero no para satisfacer los deseos de muchos en el mundo que nunca han entedido que sólo vivo para agradar a DIOS.