Por © Cira Arroyo Fuentes, 29/4/2022, 7:36 PM
Cuando la vida nos da un golpe bajo con alguna enfermedad o algún impedimento y nos hace parar el ritmo de vida que estamos llevando, es cuando nos damos cuenta, por la fuerza, de que nunca es tarde para cambiar nuestras costumbres y las reglas del hogar, para empezar a enseñar y delegar responsabilidades en los demás, sepan hacer las labores o no, por eso para evitar caer en un caos así, en que los demás le reclamen a uno que como van a hacer esto o aquello porque ellos no saben o que no pueden, lo correcto es enseñarles responsabilidades bien temprano en su vida y cuánto antes mejor.
Ninguna persona debe acostumbrar a los demás a hacerles y resolverles todo, debido a que es un problema gravísimo que se acrecenta con el pasar del tiempo porque nadie puede por toda la vida hacer esto ya que es imposible.
Lo que se debe de hacer es enseñar a cada persona a que aprenda a hacer todas sus cosas por sí misma y a resolver sus problemas, para que así esa persona sea independiente, sin tener que depender de nadie y en cadena le enseñe y delegue responsabilidades a sus hijos y a otras personas también.
Mucho se escucha ahora que culpan a los niños y a los jóvenes de no querer cuidar de sus padres; pero deberíamos de ponernos a razonar o pensar quienes son los verdaderos culpables en este asunto, por ser tan alcahuetas, que son los padres, abuelos y familiares, que mimaron tanto a algunos miembros de su familia haciéndoles todo, que no los enseñaron a esforzarse ni a ser independientes.
Estas personas alcahuetas lo que crearon fueron unos irresponsables buenos para nada, dependientes de los demás, quienes sólo desperdician sus vidas.
Lo peor es que al no haber habido quien les enseñara y los pusiera en su lugar, estas personas siguen siendo unas irresponsables echándole sus cargas a los demás.
A los hijos que tienen se los traen a sus parientes para que se los cuiden, siguen teniendo más hijos y trayéndoselos con el disque cuento de que ellos trabajan y no tienen quien se los vea; pero esto jamás justifica semejante irreponsabilidad porque cada quien tiene que hacerse responsable tanto de si mismo, como de a quien o quienes engendra y trae al mundo y no los demás.
Los padres, abuelos y familiares que dejan a rienda suelta que miembros de la familia hagan loco, anden de vagos, en vicios y en una pura fiesta son unos alcahuetas que dejan a sus hijos engendrar irresponsablemente hijos a la libre y luego permiten que le carguen a sus hijos para que se los vean y mantengan. Esto les sucede por no poner desde el principio orden y reglas en el hogar para que cada uno se haga responsable de lo suyo y sea independiente.
Mal acostumbrar o alcahuetear a los demás a que uno es la vaca que les da la leche; que les hace y resuelve todo, es echarse encima muchos dolores de cabeza futuros, que, en resúmen, es echarse un luto o una mordaza por el resto de la vida porque las personas a las que creíamos dependendientes lo serán por toda la vida, nunca se irán de la casa y nunca van a tener valor de hacer nada por sí mismos y lo más duro les sobrevendrá cuando ya no este la vaca que siempre les dio la leche o quién los mantenía, les daba techo y más.