Por Cira Arroyo Fuentes, 27/11/2023, 8:08 pm
Vivimos en un mundo en el que la gente se entrona en un pedestal, en especial si en él hay dinero bienes materiales o algo que obtener de por medio y bajarlas de allí cuesta porque quieren disfrutar solos del pastel y no quieren compartirlo con nada ni con nadie, así lideran organizaciones, iglesias, escuelas, universidades, medios de radio, televisión, prensa, familias, comunidades, etc.
Estas personas entronadas se creen que solo ellas pueden, que sólo ellas saben y qye sólo ellas saben trabajar y hacer las cosas bien.
Disfrutan enfermizamente de ser admiradas constantemente por todos, caminar por la pasarela principal en todo lugar y en toda actividad de la organización y que todos las honren.
Gustan de ejercer sólo sus opiniones a puerta cerrada y hacer todo como a ellas les parece, inclinándose o dejándose llevar por hechos y patrones de orden y trabajo tradicionales y no dan lugar al cambio, ni escuchan ni dan importancia a personas que buscan promover cambios porque para ellas es como debilitarse, ceder espacio, autoridad y poder porque son personas que se creen saberlo todo, cerradas en sí mismas valorándose y ensimismándose solo ellas y menospreciando a los demás.
Es por esto que las personas que buscamos cambios, debemos tener mucha astucia y sabiduría para hacernos escuchar de manera individual y hacer que se escuche nuestra voz en medio de un ambiente de organizaciones cerradas y tradicionalistas que se creen que sólo ellas tienen voz, voto y pueden dar aportes importantes para todos.
Para quienes somos obervadores de la vida y de estas organizaciones tradicionalistas enfocadas en el lucro, ya conocemos todas las estrategias y pasos a seguir con los que manejan en masa a todas las personas a su mejor postor, para hacer negocio con ellas y manipularlas como si fueran marionetas o piezas de ajedrez a mover para obtener mayores ganancias.
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