jueves, 23 de mayo de 2019

Dos voces nos hablan y nosotros decidimos a cuál darle vida

© Cira Arroyo Fuentes   23/05/2019   12:05 p.m. 

     Les ha pasado alguna vez que se les ha ocurrido una gran idea o inventar algo, sea para compartirlo de gratis o para crear un negocio y de inmediato una voz negativa en su interior les dice que para que van a perder tiempo y dinero haciendo eso, si ya todo está inventado.

Les ha pasado que buscan compartir su sentir con una o más personas y les dicen que dejen de estar de vagos, que se pongan a trabajar para que dejen de pensar babosadas o tonterías, que eso ya lo están haciendo otros o si es un negocio, que eso no funciona.

Esto lo han vivido muchísimos emprendedores y lo he vivido yo también, cuando me decidí a escribir, y más aún porque lo hago de gratis, y no se imaginan la cantidad de críticas negativas que he recibido por esto.

Nada de eso ha podido impedirme realizar mi sueño de escribir, al que junto con Dios, le hemos venido dando vida desde hace muchos años porque no le hice caso ni a la voz negativa que se cola maldosamente a usurpar mi interior, ni a las voces de personas negativas del exterior.

Sólo tomé la decisión de creerle a Dios, escuchar sólo su voz y su llamado, para emprender con su propósito este camino tan bello y milagroso que Él me ha trazado, en el cual continuamente tengo que estar alerta echando fuera con El Poder de Cristo a toda voz de tentación, palabra o pensamiento anatema, que venga de mi interior o del exterior, que quiera matar mi sueño o propósito de vida que es acorde al sueño de Dios.

Quienes me conocen, saben que no escucho e ignoro a toda persona que venga a mí para intentar que desista de hacer lo que hago porque Cristo que vive en mí, es más fuerte que cualquier corriente mundana que venga de afuera.

Son muchas las personas de las que me he apartado y muchas las que se han apartado de mí, por no seguir el camino que ellas llevaban y querían que yo siguiera, que correcto o no, querían manipularme o forzarme a seguirlo, pero Dios no lo permitió, sino que me dio fuerzas para en libre albedrío escoger por mi misma cual camino seguir, y nunca ha permitido que esté sola debido a que siempre pone personas a mí lado que me aceptan como soy, aprueban lo que hago y me motivan a seguir; aunque a mí con sólo el impulso y la motivación de Cristo me basta.

Es una bendición para mí, que mis escritos sean leídos por tantas personas en el mundo y que los pongan en práctica porque si puedo alcanzar con Dios a una sola vida para que Cristo la salve de las garras del maligno, así como lo hizo conmigo, para mí eso ya es un éxito correcto alcanzado por el buen camino y para bendición, no sólo mía, sino de toda aquella persona que recibe el mensaje y a Cristo que está implícito en él.

Cuando me pongo a leer todo lo que he escrito durante años me siento muy feliz de haberle creído a Dios y no al mundo porque el tanto escribir me ha dado la facilidad de permitirle fluir a los pensamientos positivos porque sé que cada uno de ellos es ya una obra viva creada en la mente de Dios, que sólo necesita de que uno de sus servidores se disponga para darle vida en el mundo, y yo por gracia le sirvo porque todo lo que soy es por Él y sin Él nada soy.

Todos debemos saber que tenemos que estar alertas y analizar cada pensamiento que nos llega a la luz de la palabra, para ver si proviene o no de Dios, antes de que actuemos, porque en nosotros mismos hay una lucha entre El Espíritu de Dios, cuyo reino no es de este mundo, al que aceptamos en libre albedrío, que es el camino del bien que nos guía en nuestra vida a toda bendición y el espíritu del príncipe de la tinieblas que es el Diablo, quien está en el mundo y opera en él, que es el camino del mal que conduce a toda maldición.

Nuestro correcto éxito o fracaso en la vida depende de nosotros, y la voz a la que escuchemos es a la que seguimos, servimos y nos alimentamos de la cuál nos sobrevendrá bendición o maldición.

Digo correcto éxito porque no todo éxito proviene de buena fuente, ni se ha alcanzado de la manera correcta y los que se obtienen por el mal camino no conducen a bendición sino a maldición, aunque Dios es tan poderoso y sabio que si las personas se arrepienten usa lo que materialmente lograron estas personas en su mal camino para convertirlo en bendición, pero depende de que la persona acepte a Cristo y se disponga de allí en adelante a servirle con todo lo que tiene.

De igual manera no todo fracaso es malo porque hay fracasos que nos suceden para bien, para que nos salgamos del mal camino en que habíamos incurrido para emprender algo, que no nos iba a llevar al éxito correcto ni a bendición.

Él único que nos conduce al éxito correcto, que nos da fuerzas para levantarnos con valentía después de un fracaso, y a vivir una vida llena de bendición es Dios.

No hay mayor satisfacción ni mayor paga, que saber y ver que El propósito de Dios se ha venido cumpliendo por mucho tiempo en nuestra vida y que veamos que las obras que hacemos, como en mi caso, de los mensajes que escribo y comparto de continuo, han sido leídos, han gustado a muchas personas y están dando frutos.

En conclusión, dos voces nos hablan en nuestro interior y fuera de él, por medio de las personas, pero nosotros decidimos a cuál voz escuchar para alimentarnos de ella y darle vida.

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