domingo, 26 de mayo de 2019

Cristo despeja mi camino

©  Cira Arroyo Fuentes 26/05/2019   09:16 a.m.

     Las piedras de tropiezo nunca me han faltado durante toda mi vida en mi camino, pero con la sabiduría de Dios he aprendido a quitarlas y seguir hacia adelante mi vida.

Estas piedras me las he encontrado en la casa, escuela, colegio, universidad, iglesia, supermercados, tiendas, lugares comunales y recreativos, en redes sociales, Whatssapp, en fin, en todo lugar.

En realidad es una multitud de piedras las que se me han atravesado y siguen haciéndolo, pero como yo continúo bien parada sobre la roca que es Cristo, es Él con el carácter que me ha dado, quien las va quitando todas por mí.

Él me ha enseñado a aceptarme y amarme tal como soy al natural, a alimentarme y ejercitarme saludablemente, a dar y recibir lo que nutre y desechar lo que no.

La manipulación comercial no tiene efecto sobre mí porque compro sólo lo que realmente necesito y me hace bien.

Sé cuando una persona se me acerca y me habla con un cariño genuino o cuando lo hace por interés.

Sé cuando El Espíritu de Dios está de verdad en una persona porque la conozco por sus frutos.

No le creo a las personas, sino a Dios y no creo en palabras o mensajes que no estén de acuerdo a La Biblia.

No me dejo apantallar por personas que aman estar en los primeros lugares para ser reconocidos y vistos por todos, que se vuelven ensimismados, que creen que sólo lo que ellos dicen es importante, que sólo lo que ellos tienen y su conocimiento vale y lo de los demás no. Personas que si uno no hace lo que ellos nos dicen como si fuéramos monigotes, se nos apartan y buscan confabularse con otras personas para murmurar y poner a todos en nuestra contra para atacar en manada.

De estas personas que se creen que sólo ellas tienen derecho de ser y ser aceptadas, que gustan estar sólo con quienes pueden manipular y hacerlos como ellos, que no respetan el derecho de ser y el conocimiento de los demás, de estas, mejor me aparto porque no nutren para nada mi vida.

Prosigo mi camino con Cristo, poniendo mi mirada sólo en Él y su palabra porque siento su amor que inunda todo mi corazón y todo mi ser, cuánto me valora y es el único que me ayuda a discernir que y quien proviene de Él y que quién no, y el único que me puede parar de hacer lo que hago y ser como soy es Él.

Es Cristo quien despeja mi camino, va poniendo delante de mí lo que es de su voluntad y me va quitando lo que no.

DIOS ME HIZO LIBRE DE SER POR MEDIO DE CRISTO Y CONTINÚO POR EL CAMINO QUE ÉL ME HA TRAZADO, GUIADA POR SU PALABRA Y POR EL PODER DE SU SANTO ESPÍRITU NADA MÁS, CON LA CERTEZA DE QUE A TODA PIEDRA DE TROPIEZO ME LA APARTA ÉL PARA DESPEJAR MI CAMINO HASTA QUE LLEGUE AL PADRE.

No hay comentarios: