Si le creíste a Dios, y te lanzaste poniendo a trabajar tus dones y talentos en crear lo que Él te dijo que podías hacer porque amas hacerlo, de nada te vale el haberle creído, si no eres disciplinado en lo que haces.
Hagas lo que hagas, sea que lo hagas por hobbie, por ganar dinero, ó por cumplir por gracia y con gran responsabilidad con tu propósito de vida para con Él, debes de sacar tiempo para realizarlo de lo mejor posible, siendo tú con suma sinceridad tu principal crítico.
Jamás llegarás a ningún lado si no eres una persona disciplinada, perseverante, constante y dedicada.
Debes saber que para lograr tu meta, tendrás que sacrificar tiempo de vida de estar con el mundo para concentrarte en crear y darle vida a lo que Dios te da.
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