Por © Cira Arroyo Fuentes 16/5/2022, 10:12 am
Atreverme con la ayuda de Dios, a salir así, con mis virtudes y defectos, de "una vida normal, rutinaria y tradicional", sin conformarme con ella, sino curioseando e investigando para aprender y descubrir cosas nuevas siempre para equiparme, armarme y después destaparme como una bomba por salir a liberar mi ser ante Dios, ante la naturaleza, ante mi misma y ante todos, para entrar a disfrutar de una vida libre con Él para ser yo misma y ser diferente, creando mi propia y original historia y aportación a la creación, es una experiencia valiente, desafiante, maravillosa y arrasadora, en donde todo mi ser se desborda con fuerza y poder porque percibo hondamente, en libertad con Dios, un cúmulo de sentimientos nuevos, que me motivan a seguir con fuerza y firmeza hacia adelante, para conquistar al mundo con mi obra, que es suya a la vez.
Creando sin titubear y con valor algo nuevo cada día, paso a paso, para contar con hechos mi propia historia, que es de la única que tengo real conocimiento porque habla de mi mundo, aprovechando todo momento y en especial las primeras horas del día, para ser una sembradora de nuevas y frescas invenciones, labrando y rompiendo piedras con mi arte particular en cada instante para hacer hueco en ellas y penetrarlas con El Poder del Creador.
Sembrar mi mundo en la creación con mis propias vivencias no es fácil, requiere de tiempo, sometimiento a Dios, constancia, perseverancia y por sobre todo de paciencia, humildad, fe y amor.
Es abrir mi ser y espíritu que es vigilado y guardado por Dios para darlo a los demás y entregar sin egoísno todas las ideas, maravillas y secretos que Él en privado me da para que los comparta con todos y no para esconderlos con mezquindad debajo de mi almohada.
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