martes, 8 de marzo de 2022

Nota: *Mensaje en construcción

Si alguien llega a nuestra casa y empieza sólo a criticarnos porque no le gusta algo algo de y en  nosotros, de nuestros familiares, amistades o de nuestra casa, no nos sintamos mal, simplemente ignorémosle, no le demos importancia, ni lo atendamos para que se marche lo más pronto posible.

Nunca, por no querer estar solos, permitamos que nadie se llegue a nuestra casa y nos haga sentir mal o que por querer sentirse más y mejores que nosotros por maldad busquen humillarnos.

El estar solos no significa que nos sintamos solos ni es mala suerte, ni un sufrimiento, ni algo por  lo que sentirse mal ni despreciado, sino por el contrario, es una liberación y bendición porque así tenemos todo el tiempo del mundo para meditar, dedicarnos a servirle a Dios, a oír su voz y fluir con Él haciendo lo que más le agrada a Él y dedicarnos a nosotros también.

Al estar solos podemos aprovechar más nuestro tiempo, que es oro, para invertirlo aprendiendo, creando e inventando cosas nuevas porque la vida es muy corta y no vale la pena el pasarla o perder nuestro tiempo con personas negativas, criticonas, que no pican leña ni prestan el hacha, que viven siempre como varadas en el tiempo en una vida monótoma haciendo siempre lo mismo y que no se abren a aprender ni hacer cosas nuevas.

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