sábado, 13 de enero de 2018

Si un amor proviene de Dios de verdad en el tiempo de Él se da

 © Cira Arroyo Fuentes   13/01/2018   06:22 p.m.

Qué difícil es saber si uno está enamorado o sólo encaprichado cuando ya no se tiene contacto alguno con esa persona que apareció de la nada en un momento de nuestra vida, diciéndonos un montón de cosas lindas, las cuáles nunca supimos asimilar bien si era un sentir con palabras sinceras o no.

Qué difícil averigüarlo si no nos atrevemos a buscarle porque nos ha bloqueado, dándonos a entender que no quiere absolutamente nada con nosotros y aunque hay mil maneras en que podemos contactarla o buscarla no lo hacemos por respeto a su decisión de no querer para nada estar presente en nuestra vida o no la buscamos por el temor a que nos rechace.

Cuando estamos pasando por una vivencia así, no nos queda más remedio que desahogarnos haciendo uso de las palabras, que son las únicas con el poder de sea de liberarnos para que nos olvidemos de esa persona o el poder de viajar y traspasar el tiempo y la distancia porque son las que como una arma de doble filo, si son dirigidas por Dios, para poder saber si ese amor era sólo un engaño de Cupido o un amor verdadero o no que nos enviaba Dios, pero con la ayuda de Él lo podemos lograr, aunque no tengamos ningún contacto físico, ni ninguna comunicación, porque con el poder de Dios y de las palabras podremos descubrir si realmente esa relación era nuestro verdadero amor y que esa persona era sana, sincera y venía de parte de Dios y si realmente se apareció en nuestra vida porque realmente le atraíamos o no.

Sólo con la ayuda de Dios podemos saber si era una persona seria, buena y de buenos sentimientos y si fue Él quien permitió que ella entrara a nuestra vida o no, porque si uno se pone como loco a dejarse llevar o hacer todo lo que los sicólogos o supuestos sicólogos en La Internet y en You Tube aconsejan, puede perder al gran amor de su vida, por dejarse llevar por ellos y no por El Poder de Dios y del Verdadero Amor, que es muy distante de todo lo que es del mundo.

Cómo va uno a descubrir si a esa persona aún le gustamos o nos guarda algún sentimiento de amor, o ya se olvidó del todo de nosotros, si no tenemos contacto ninguno con ella.

Cuando se trata de cuestiones de amor y la persona desaparece, nos deja un gran vacío y el deseo de saber si su amor y el nuestro era real o no, o sólo era un capricho pasajero en donde se quería pasar el rato teniendo con quien hablar en sus momentos de soledad nada más.

Lo único que sé es que ninguna hoja de un árbol se mueve si no es porque Dios así lo ha querido o permitido y si esa persona apareció en nuestra vida porque Dios así lo quiso y lo permitió, Él también se encargará de ayudarnos a esclarecer la verdad y si realmente a esa persona le interesamos en algún momento nos buscará y sólo de Dios depende también que nosotros estemos también dispuestos a recibirle para que nos conozcamos más y podamos llegar a una futura unión, pero si esa relación no proviene de Dios, por más que nosotros brinquemos, pataleemos y hagamos rabietas jamás se dará en nuestro tiempo y si se da, sólo se realiza en el tiempo de Él, si así Él lo quiere para nosotros.

Por eso, cuando estamos pasando por estos momentos difíciles sólo nos queda orar y descansar en Dios para esperar y no alocarnos en hacer cosas que mundanos sicólogos aconsejan, que en lugar de unirnos a esa persona, nos pueden separar, porque la guianza o maneras de aconsejar y hacer las cosas del mundo es muy diferente a la de Dios, y el tiempo de nosotros y del mundo es muy distinto al de Dios también, por eso desde este momento en adelante cada paso que demos debe ir respaldado por Él, pero sinceramente, es terrible pasar por momentos así, porque no sabemos si esperar más tiempo u olvidarnos de todo y simplemente darnos la oportunidad de avanzar, porque si esa persona no toma acción y reacciona para que nos aclare las cosas al fin, tampoco podemos quedarnos como varados en el tiempo sin continuar nuestra vida o avanzar para darle otro rumbo diferente conociendo otras personas.

Lo único que sé es que a quien le interesamos algo, le gustamos o nos quiere de verdad busca la forma de estar presentes en nuestra vida de alguna manera, pero quien no, sólo desaparece y no vuelve a dar señales de vida.


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