Autora © Cira Arroyo Fuentes, 11/3/2024, 1:20 p.m.
Un hombre de verdad busca de Dios y poner su mirada en Él, para que le guíe en toda edad y someterse de verdad a su Autoridad y Voluntad para hacer lo que Él le manda.
Busca seguir el ejemplo de Dios, llenarse de Él y tener el carácter de Dios.
Es un hombre responsable que se ama y se cuida, que respeta, valora, ama y cuida a toda mujer como a su madre, hija, hermana, o amiga porque sabe que al hacerlo, se respeta a sí mismo a la vez.
Si aún no está casado ni tiene novia, se concentra en crecer intelectual y económicamente para lograr independizarce y tener su propia vida y su propia casa.
Es ahorrativo y no anda desperdiciando su dinero en vicios, comida chatarra, actividades locas, ni en gente interesada, ni aventuras pasajeras con mujeres fáciles ni amistades corruptas y chulas.
Si no ha encontrado amistades desinteresadas y genuinas, prefiere andar sólo que mal acompañado.
No busca aprovecharse a la libre de ninguna manera de una mujer, ni manipularla, ni dañarla, ni abandonarla porque jamás le gustaría que ningún hombre le venga a hacer lo mismo a las mujeres de su vida, además sabe que si actúa así con maldad, el carma se le viene encima por contraparte.
No anda teniendo relaciones a la libre tomando a las mujeres como si fueran objetos o cosas para uso sexual pasajero.
Un hombre de verdad, se conoce, analiza y autoevalúa a sí mismo ante Dios y es en realidad todo un caballero en todo el sentido de la palabra porque sabe muy bien que si quiere formar un hogar debe de estar preparado para ser la cabeza de ese hogar, ser un hombre independiente, haber crecido tanto intelectualmente como económicamente, para estar listo para escoger a una mujer como compañera de vida para casarse con ella como Dios y la ley manda.
Un hombre de verdad, jamás se autoengaña creyéndose que es todo un caballero, si en realidad el mismo sabe que no lo es y que sólo finge serlo para impresionar, conquistar y atrapar víctimas, creyéndose un macho alfa que tiene a su alrededor a muchas mujeres que escoger, con las que puede jugar, que sólo busca tener momentáneamente mujer por pasar el tiempo y servirse de ella a la libre y sin compromisos nada más, para tenerla como amigobia o juntarse por un tiempo para resolver; pero sin rumbo fijo ni puerto seguro.
Sabe que si quiere las bendiciones de Dios, debe hacer las cosas con responsabilidad y correctamente y llevar su vida conforme a Él y no vivir a libre e irresponsablemente al sistema corrupto mundano.
Un hombre de verdad sabe que al casarse es el principal proveedor de la casa y que su esposa es su ayuda idónea, que su prioridad es su hogar porque amor con hambre no dura ni tiene paz ni salud ni rumbo, y un hombre que pretende que una mujer tome enteramente su rol de mujer, que lo atienda en todo el sentido de la palabra, en todas sus necesidades, primero tiene y debe de tomar él su rol de hombre a como Dios le manda; pero si no toma el lugar ejemplar y de carácter que le corresponde, de tomar las riendas del hogar como hombre para ser y llevar con Dios el timón, liderar y ser cabeza del hogar como debe de ser, entonces qué puede reclamar, si él mismo no se está sabiendo administrar o dejar guiar y hacer La Voluntad de Dios para ser cabeza del hogar y establecer con su ejemplo su liderazgo.
Un hombre de verdad se gasta su dinero en él, su esposa, su familia, su casa y su negocio si lo tiene; pero no anda rajando y tirando la casa por la ventana botando el dinero y bienes con amigotes ni amiguitas fáciles y chulas.