Autora © Cira Arroyo Fuentes, 11/3/2024, 1:59 p.m.
En cuántas ocasiones sentimos que nos aman, o que no nos aman y que sólo nos controlan o que nos aman y nos controlan a la vez o en viceversa, que amamos, o que no amamos y sólo controlamos, o que amamos y controlamos a la vez.
Lo cierto es que, en dondequiera que exista un control enfermizo en una relación, como un laberinto sin salida, ni hay paz, ni hay sinceridad, ni hay verdadero amor, sino un narcisismo excesivo que encarcela a la otra persona y no le permite ser libre, y aunque la persona controladora se de a conocer con actos totalmente expresivos o lo haga astutamente a lo callado, aunque sea que ejerza un control silencioso se siente.
Este sentimiento de control vive y se apodera de la persona controladora porque la hace sentirse más fuertey en control de la situación, creyendo firmemente que ya tiene todo el territorio ganado, sólo a tomar y dejar cuando se le antoja y por eso mantiene a la otra persona que controla en vigilancia; pero aunque trate de mantener bien oculto lo que hace, en cualquier momento todo su plan sale a la luz.
La persona controladora y narcisista le gusta alcanzar o abarcar más personas o víctimas cada vez porque es territorial y no se conforma con pocas porque ama vivir de su ego y se aburre cuando siente que ya ha conquistado a alguien y la siente como presa segura o territorio ganado; pero tiene su instinto de conquista siempre enfocado en conseguir presas nuevas por sentirse importante y halagado; pero no abandona al territorio conquistado y le gusta tenerlas como guardadas para ella, accesibles y de cerca, en su círculo de disque amistades, con las que en cualquier momento puede escoger de vuelta a una de ellas para nutrir su enfermizo ego de macho alfa y asegurarse de que siembre están allí esperándole y dispuestas para ella cuando se le antoje.
Gusta de mantenerlas, sometidas, bajo su vigilancia para saber que siempre están allí para ella, por tenerlas como repuesto y acudir en cualquier momento a buscarlas, en caso de que su relación actual o la que está luchando por pescar actualmente le falle.
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