Por Cira Arroyo Fuentes, 29/01/2022, 7:04 pm
Cuántas parejas que se amaban mutuamente, fueran ya casadas o sólo novios, se han separado por causa de la infidelidad, y después por el resto de su vida llevan una vida vacía porque no pueden ser feliz ni amar a nadie más.
Pasan por esta interminable situación por no haberse agarrado bien fuerte de Dios, para tener el valor y el coraje de perdonarse y haber seguido adelante dándole prioridad a su amor.
Se separaron y divorciaron en un momento de locura por un orgullosamente enfermizo amor propio que muchas veces engaña a muchos tomando decisiones por capricho o por impulso, a la carrera y sin meditar porque nunca aprendieron con humildad que la infidelidad se puede perdonar no con odio ni distancia, sino con amor, más cercanía y más unión aún.
Una infidelidad es una peligrosa señal de alarma que no debe dar paso a la desunión, sino por el contrario, a buscar ayuda en la relación para ver ambos en que están fallando y solucionarlo antes de que su amor se enfríe al separarse cada vez más por la falta de perdón.
Si uno de los dos o ambos, sea que ya estén casados o que sólo sean novios, luchan por no separarse, a pesar de lo sucedido pueden reanudar una cercanía que evite que el distanciamiento, los aleje cada vez más, hasta el punto de dejar enfriar por completo al amor que sentían, que si fue real, siempre estará allí y será como una sombra que no los dejará ser completamente felices ni poder amar nunca como se amaron a otra persona.
La personas que se aman y que en algún momento de su vida por algún problema que estén pasando en la relación, por innaduréz, por debilidad o por error le son infieles a su pareja no deben darle gusto al Diablo ni a nadie que quiera apartarlos.
No deben separarse, sino indagar ó averigüar y descubrir que es lo que está afectando o fallando en su relación para resolverlo juntos.
No deben de permitir que nada ni nadie les destruya su relación ni su amor y combatir la infidelidad perdonando a su pareja con amor, para que no se separen y se conviertan después en un par de vidas que vagan vacías y amargadas por la vida sin poder amar y ser felices con nadie más, y decidir quedarse solas, o peor aún andar inseguramente de relación en relación, buscando o soñando encontrar una pareja que le llene en la vida como la primera a la que amaron y tuvieron; pero por más que quieren y se disponen ya no la consiguen más.
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