Si no te quieres perder en ningún tiempo agarrarte bien fuerte de Dios y permítele a su Espíritu Santo que viva en ti desde a una muy temprana edad aceptando a Dios como tu padre Espiritual para que seas su hijo porque así, con su reino viviendo en ti Él sea siempre tu guía en el camino de tu vida porque el mundo puede estar de cabeza con las costumbres más raras que la gente contraria a Dios puede haber inventado en ese tiempo en el que se está viviendo, pero los que son hijos de Dios, que ya aceptaron que sea únicamente Cristo quien dirija sus vidas, son liberados de caer en cualquier tentación y cualquier costumbre o moda loca o extraña que la gente de mundo invente en toda época.
No te dejes engañar por todas aquellas personas que te dicen que todos somos hijos de Dios porque no es así. Hijos de Dios son sólo los que aceptan a su Hijo Jesucristo como Único Salvador y guía de su vida y buscan obedecer y hacer La Voluntad de Dios y esto lo dice muy claro La Biblia.
El tiempo de Dios es siempre el mismo, la humanidad rebelde y sedienta de llamar la atención con locas extravagancias, es la que por su ambición desmedida al dinero, la fama y el poder, siempre busca cambiar los tiempos e inventar corrientes de moda locas, extravagantes y malvadas para llamar la atención e inventar estilos se vida que convierten a las personas como en monigotes a transformar tanto por dentro como por fuera, cambiando sus cuerpos con drogas, llenándolos de agujeros, cicatrices, manchándolos y rallándolos para destruir el modelo original que Dios les dio, buscando darle formas extrañas, brutales y bestiales para hacerlos lucir sucios, desfigurados y extraños.
El malvado objetivo de estas corrientes de moda impulsadas por personas corruptas y perdidas que son manejadas por el maligno, es cambiar el mundo y la naturaleza de las personas de como Dios las ha creado o las hizo, para convertirlas en personas mental y físicamente totalmente perdidas y convertidas a la manera del maligno, que lo único que busca con estas malvadas modas y estilos desenfrenados y locos de vida es hacerles perder su identidad o la identidad que Dios les ha dado por naturaleza.
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