viernes, 24 de junio de 2022

 Acaso tenía que estar sola para darme  cuenta de que cuando estando así y en silencio en mí casa, nada ocurre si yo no me muevo, de que es como si el mundo se hubiese detenido a mis pies, nada pasa si no lo hago pasar, en fin, de mi depende que ocurran o no mis vivencias.

Sólo se que estoy viviendo en mi mundo, al margen de lo que afanosa o sencillamente puedan estar viviendo todos los demás.

Estoy tranquila y en paz, no duermo porque  ya descansé lo suficiente después de orar para que Dios me ayudara a sumergirme en un profundo sueño, en una tarde lluviosa más que me libró de oír los escándalosos, tormentosos y asustadizos truenos que chinan la piel, alteran el corazón así como los nervios de todos y paralizan las actividades de quienes no están bajo techo o muy cerca del exterior porque no se pueden acercar mucho ni a ventanas ni puertas ni corredores ni tocar puertas, ni berjas de hierro ni agua, ya que son conductores de eléctricas en la eventual caída de un fuerte y ruidoso rayo o de una centella.

Miro con detenimiento a mi alrededor para ver que está fuera de lugar en mí pequeño espacio integrado de sala, comedor y cocina que es donde paso la mayor parte de mi tiempo y me doy cuenta de que no necesito tanto para vivir, que bien podría vivir en sólo este espacio y sería feliz.

De pronto se me ocurre hacer algún cambio para disminuir el ruido visual y entre menos cosas veo a mi alrededor más cómoda me siento.

Me concentro en poner a la mano todo lo que necesito para hacer mi vida cada vez más fácil, y me pregunto ¿Por qué la gente se complica tanto hasta enfermarse si la vida es fácil si nosotros nos la hacemos fácil.

De pronto se me ocurre poner la TV para ver algo en YouTube y me aparecen un montón de vídeos que me bombardean con un gran cantidad de personas sabias en su propia opinión pidiendo casi a gritos un me gusta o una suscripción para ganar rating en su canal.

Un montón de personas luchando por hacer a los demás a su manera para convencerles de que lo que ellos hacen con su vida y los productos o servicios que venden son lo mejor y todos me tientan para que le compre o me suscriba a su canal viendo la marea de hacer que te unas a su canal, y si por descuido le doy al botón equivocado y me uno al canal, me harán pagar por verlos y quién no sabe lo que unirse significa...se resbala...y después vienen los cobros. 

Quien me iba a decir que ahora hay que tener tanto cuidado con esta computadora de mano que es una arma de doble filo si no sabe usarse o se usa descuidadamente.

Ni que decir de quienes lo usan en estado de ebriedad o drogados porque sólo Dios sabe en cuántos enredos de involucran.

Los que se aprovechan de personas que no están en su sano juicio son las compañías de teléfonos y los comerciantes en línea en redes sociales y canales de Internet.




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