El caldo natural de huesos de diferentes animales como el pollo, el pavo, la res, el cordero y más, es un caldo inteligente, milagroso, nutritivo y económico porque su costo es accesible para personas de todo nivel económico y social.
Este caldo, así como otras recetas super saludables y económicas accesibles para todas las personas, nutre no sólo a nuestros huesos sino a nuestra piel de adentro hacia afuera para mantenernos más jóvenes y fuertes, por la gran cantidad de colágeno que tiene para nuestro cuerpo.
Se debe de consumir una o dos veces al día, en porciones de 8 onzas cada vez.
Se puede tener preparado y guardado en la refrigeradora o en el congelador, para incluirlo como alimento base en sopas, guisos, salsas, cremas, arroz, spaguettis, batidos o en cualquier platillo que se prepare, que necesite un buen sabor a carnes o también se puede beber caliente como un consomé, sea servido en una tasa que soporte lo caliente o en un recipiente especial para tomar consomé.
Para preparar este caldo lo primero es comprar en la carnicería o en un supermercado los huesos y pedir, en lo posible, que nos vendan huesos de animales criados al pastoreo o con pasto.
En mi caso, como yo soy una persona sola, podría preparar el caldo de huesos a fuego lento sobre una estufa en una olla de cinco litros o sea sólo para mí, y esta cantidad me basta; pero como tengo una olla más grande de cocimiento lento, que es la ideal para hacer caldo de huesos, mejor lo preparo aquí.
En el caso de una familia muy grande lo mejor es que usen la olla más grande posible que tengan o se compren la olla de cocimiento lento más grande que encuentren y que compren una cantidad de huesos dependiendo del tamaño de la familia.
Receta:
Ingredientes
1 kilo o más de Huesos de pollo, mejor aún de sólo patas.
1 kilo o más de huesos de jarrete de res o cordero
1 a 2 cucharadas de vinagre puro de la madre
3 ramas de Apio
Un rollito de culantro cilantro con todo y raíces
Un rollito de hojas de culantro de coyote en l9 posible con sus raíces también
1 cebolla, si es morada mejor
1 cabeza de ajos pequeña o 7 ajos bien grandes
1 ají o chile grande sea rojo o verde
De 1 cucharadita o hasta una cucharada de cúrcuma
Pimienta negra al gusto
De 1 a 3 Zanahorias, si se desea y al gusto
Otras verduras al gusto
Sal al gusto, si se desea
Agua
Preparación:
Se limpian bien los huesos y en el caso de las patas de pollo, se les cortan bien toda la parte de las uñas si se desea; aunque se dice que es mejor dejársela, se lavan bien y se colocan en una olla bien grande, en lo posible que tenga más de cinco litros de capacidad y que sea una olla de cocimiento lento.
Se les agrega bastante agua hasta llegar al borde de la olla o llenarla hasta tapar muy bien todos los huesos y se les agrega el vinagre (en este vídeo no lo agregué porque no tenía); pero es muy bueno agregarlo porque la acidez del vinagre ayuda a extraer o sacar más minerales y nutrientes de los huesos.
Cuando el agua empieza a calentarse y a tornarse roja, hay gente que bota esta agua y la cambia por agua limpia; pero en mi caso a mi no me gusta hacer esto porque pienso que se pierden muchos nutrientes si se bota esa primera agua, por eso lo que yo hago, es que conforme el agua va hirviendo a cocimiento lento, generalmente durante las primeras seis horas, le voy sacando toda esa espuma que se va levantando que es suciedad y se la voy botando.
Mientras pasa este tiempo voy picando todos los ingredientes y cuando veo que ya no se levanta espuma, aproximadamente a las seis horas, le agrego la sal; pero si quiero usar después el caldo para variadas recetas es mejor no ponerle sal.
En seguida, agrego todas las especies o ingredientes primero, para que el caldo tome buen sabor y más adelante le agrego las zanahorias y más vegetales que desee, casi al final, en la tercera parte del proceso de cocción. (Si no sabemos el tipo de recetas que vamos a preparar después con este caldo, es mejor no agregarle ni sal ni verduras que puedan interferir, alterar o cambiar el sabor de las recetas posteriores a las que les vamos a agregar este caldo.
Debemos recordar, que aunque este caldo se este preparando a cocimiento lento, hay que estarlo vigilando porque el agua del caldo con la cocción se va evaporando y hay que irle agregando agua hervida y caliente que reemplace a la que se evaporó y jamás debemos de dejar la olla o la cocina encendida e ir a realizar diligencias fuera de casa y si por fuerza tenemos que salir, es mejor apagar la cocción y continuarla cuando regresemos ya que el proceso de cocción dura de 24 horas si se usan sólo huesos de patas de pollo; pero si además se usan huesos de jarrete hasta 48 horas si se desea para extraer al máximo los nutrientes de los huesos más duros.
Cuando ya está listo el caldo, se sacan los huesos, se cuela el caldo y se deja enfriar a temperatura ambiente, luego se pone en la refrigeradora, cuando ya se ha cortado como una gelatina y se le ha hecho una capa gruesa de grasa, se saca de la refrigeradora, se le retira o quita toda esa capa gruesa de grasa y se bota en el recipienre de ka basura para que esa grasa no caiga en el fregadero ni vaya a irse por las tuberías porque las daña.
Una vez que quitamos la grasa, volvemos a calentar el caldo gelatinoso, lo dejamos enfriar y lo guardamos en recipientes de 8 o 16 onzas cada uno o podemos guardarlo en bandejas para hacerlo en cubos y tenerlos guardados en el congelador.