Por © Cira Arroyo Fuentes 19/1/2023 10:30 am
Desde jovencita siempre he sido una soñadora y gracias a Dios nunca he dejado de serlo porque no importa la edad que tenga, mientras esté viva y mi corazón palpite, bombeando con fuerza a mi sangre por mis venas, llenándome de vida e irizando toda mi piel y mi ser, ... se me vale soñar.
Imaginar que estoy viviendo con esa persona que me enternece, que es frágil y que necesita ser amada y cuidada así como yo.
Es extraño; pero algo nos hace pensar en una persona; aunque aún no la conozcamos y sentimos como una conexión o una atracción, ...y pensamos, ...seremos sólo nosotros los que estamos sintiendo eso tan bonito ó ambos..
Eso no lo sabemos; pero no importa, ...con que nosotros lo sintamos nos hace sentir que estamos vivos y en capacidad de amar.
Mientras estemos vivos, se vale soñar y disponernos positivamente con fe, esperanza, amor y paciencia a vivir este sueño para dejarlo fuir y desarrollarse poco a poco, al fin y al cabo es nuestro sueño, somos dueños de él y nada ni nadie nos lo puede quitar, sea que se haga realidad o no porque es mejor automotivarnos a vivir de sueños o vivir soñando y tener motivos para vivir, que no soñar porque quien no sueña primero, ni es capaz de ir edificando poco a poco aunque sea en sueños, tampoco es capaz de edificar nada poco a poco en la realidad, ni de luchar para que su sueño se haga realidad o no debido a que si no se abre y se dispone para soñar de lleno primero, simplemente está muerto en vida.
Se vale soñar con Dios y mantener siempre la puerta abierta a nuevos sueños para estar en todo tiempo motivado y vivo mientras se espera; pero lo que no se vale es desmotivarse, acobardarse y cerrarle la puerta a nuestros sueños y echarse a morir en depresión, sin deseos de vivir porque eso sólo demuestra que no le creemos a Dios ni tenemos fe en Él.
Se vale soñar porque es gratis, nos motiva y nos da vida y nada ni nadie nos puede robar nuestros sueños; pero quien no se permite soñar está muerto en su interior.
Soñar es vivir en nuestro interior antes de vivir en el exterior y soñar con la guía de Cristo es aún mejor.