Por ©Cira Arroyo Fuentes, 24/11/2023, 10:14 am
La temporada festiva trae consigo culminaciòn de sueños y proyectos, no sólo de estudio y trabajo, sino de proyectos de vida y amor, por eso desde que empieza el año, las personas que están solas, se trazan metas emprendedoras en todos los campos y en el campo del amor también y se muestran dispuestas y abiertas a conocer personas para una posible relación.
Buscan encontrar a su príncipe azúl o a su princesa como de cuento de hadas, con quien se casarán y vivirán el resto de su vida acompañados y felices; pero la mayoría se topan con una realidad llena se personas que sólo buscan placeres pasajeros, sin compromiso ni responsabilidad ninguna, que sabotean y destruyen los sueños de formar un matrimoniò y familia que todos soñamos.
Nos encontramos con la realidad, que es un mundo lleno de personas estresadas y apresuradas que todo lo quieren ya y no le dan tiempo al tiempo.
Un mundo lleno de libertinos que sólo viven a libre el momento y no le ofrece nada estable a nadie.
Es aquì donde se le vuelve o se le viene encima el ataque a todos los soñadores que tienen las enseñanzas de la Ley Dios bien sembradas en su corazòn y todo su ser porque su meta es conocer a alguien, casarse como Dios manda y crear una nueva familia; pero estas personas al ver las prisas de lis mundanos que todo lo quieren rápido o que quieren celeste sin que les cueste, se sienten frustrados y piensan que si no aflojan y seden a vivir la vida de la manera liberal que todos arriesgadamente llevan, entonces no van a conseguir establecer una relación con nadie, por eso entierran sus ilusiones y sus sueños, se juntan sin haberse casado y pasan a vivir a la libre tal como lo hacen todos; pero con la frustración de estar en todo momento sintiéndose que lleva una vida de libertinaje sin bases firmes de nada y buscando indefinidamente una pareja que se comprometa al fin algún día y que les honre.
Las prisas a las que conduce El Diablo causan que las mujeres por no perder a un hombre, se arriesguen y sedan ante el deseo sexual, para satisfacerlo y hasta quedan embarazadas con tal de atraparlos; pero spn muchísimas las que se han promiscuido y se han llenado de hijos de varios hombres por arriesgarse tanto.
De allí la importancia que tiene nuestra reacción a las prisas que nos busca someter El Diablo para que estas no nos afecten y las sobrepasemos con sabiduría con la ayuda de Dios porque cuando una persona, sea mujer u hombre no se ha encontrado a sí misma, ni es independiente, ni es feliz si no vive con alguien es cuando se arriesga a que le pasen estas cosas; pero si por el contrario, la persona se autoestima, es independiente, es felíz con Dios y consigo misma y ha logrado luchar por lo que tiene sea mucho o poco, y a aprendido a disfrutarse a sí misma, entronarse y vivir por sí misma sus momentos, no tiene necesidad de exponerse a toda esta miseria de migajas de relaciones a la libre, libertinas y apresuradas en las que El Diablo tiene viviendo al mundo.
La persona desapegada de todo y de todos es una persona fuerte, centrada en sí misma, que se autovalora, autocontrola e invierte su tiempo, su dinero y su vida en sí misma.
Es una persona que si la buscan bien y si no la buscan también porque no tiene necesidad de tener a nada ni a nadie al lado para motivarse a hacer las cosas, sino que se automotiva porque sabe que a la persona que es responsable de hacer feliz es a sí misma y se esfuerza por darse lo mejor y vivir sus momentos compartidos con su yo, por eso no se frustra, ni vive en desesperanza, ni depende de ser feliz y sentirse realizada, sino que le basta con Dios y vivir con lo que sí puede controlar que es su yo, sin depender de nada del exterior de lo que sabe que por más que luche por conseguir jamás puede controlar y si invierte todo su tiempo en ello sólo se arriesga a ser manipulada a menester de gente del exterior que egoístamente sólo piensan en ellos y en lo suyo a costa de manipular a los demás que son débiles o no tienen control.
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