miércoles, 2 de febrero de 2022

Las personas que nos aceptan tal cual somos son un verdadero tesoro


Por Cira Arroyo Fuentes, 02/02/2022, 4:13pm

     Qué problema tan grande afecta la salud que tienen las personas que no son libres porque no han aprendido a desapegarse de las personas y de las cosas debido a que sufren de mucho estrés al luchar a cada instante por mantener a la perfección todo lo que le rodea, para que siempre estén en buen estado y conservarlas, y que con respecto a las personas, luchan por mantener una imagen personal perfecta para quedarles bien a todas y en todo, aunque tengan que sacrificarse y olvidarse de sí mismas para tener una presencia deslumbrante ante los demás y tengan que levantarse desde muy temprano y acostarse muy tarde y casi ni dormir, por no parar de maquinar ideas y trabajar hasta el cansancio por realizarlas para buscar la perfección al gusto de cada persona porque piensan que sólo así son aceptadas por todos. 

Viven en una cárcel y llenas de estrés y enfermedades, por exigirse tanto a sí mismas y no se ponen a pensar que muchos se aprovechan de que son así, para montarse y sacar el mayor provecho o ventaja a su falta de personalidad, que ciegamente se llena con las compañía de personas chulas, abusadoras que saben como manipularlas y hacerlas sentir que si no hacen esto o aquello que ellas quieren no las van a aceptar ni valorar, las van a dejar y acabar con su amistad. 

Esto les pasa a estas personas por crear un cúmulo de personas falsas e interesadas a su alrededor, por no tener el carácter, seguridad y autoestima de aceptarse a sí mismas así tal y como son, y tratar a los demás de manera que la conozcan tal cuál es, con sus virtudes, sus defectos y todas las facetas que en libertad tiene porque aunque no lo crean, todos tenemos diferentes comportamientos cuando estamos en público y cuando estamos en privado según comi nos sintamos, y no tenemos por que buscar tener facetas distintas ni perfectas para quedarle bien a los demás según sus diferentes gustos. 

Jamás debemos de enfermarnos por satisfacer los caprichos de los demás, sino hacer todo de voluntad, de acuerdo a lo que queremos y no sentirnos obligados a dar y hacer más de lo qie sanamente podamos sólo por quedarle bien a otros.

En lo posible, por amor propio debemos de tener todo en orden; pero si un día o las veces que se nos antoje queremos descanzar y que todo se quede como está, dejémoslo así, sin importarnos que una persona va a llegar a criticarnos por el desorden o lo que sea que tengamos y por el motivo que sea.

Seamos libres, no exclavos de nadie, ni siquiera de nosotros mismos o de nuestras propias ego exigencias.

Si a los demás les disgusta porque llegan a nuestra casa y no la encuentran a su gusto, pues que se vayan porque si sólo nos quieren cuando todo está perfecto; pero cuando no, ...no, sólo demuestran que no son personas dignas de nuestra presencia porque son ellos los que se pierden de nuestra compañía, así tal como somos y no nosotros. 

Nosotros valemos y no somos un objeto a usar  por los demás sólo porque buscan una amistad perfecta.

No somos un objeto a su conveniencia dispuesto a modelarles o mostrarles en todo momento o a cada instante, cuando a ellos se les antoja, una cara, casa y vida perfecta a su gusto particular.

Hay personas que se matan trabajando y haciendo cuánto pueden, actividades, etc, en su casa o en lugares alquilados de fiesta, para complacer a otros por ser aceptados, y nunca,  por más que se esfuerzan lo logran o logran quedarles bien ni que los acepten, y siempre escuchan críticas de todo lo que hacen, en otras palabras, nunca las aceptan ni por más que se esfuercen, ni aunque se paren de cabeza haciendo las acrobacias o piruetas más peligrosas y llamativas, por eso vivamos libres, tranquilos, aceptándonos nosotros mismos, con la plena certeza de que somos amados y aceptados así tal como somos por Dios, y por nosotros mismos que es lo principal porque la aceptación o no de los demás sobra.

Cuando las personas gustan de nuestra compañía nos aceptan nuestra espontaneidad tal y como somos a lo natural con lo que somos y hacemos, así como con nuestras virtudes y defectos, reconociendo que ni ellas ni nosotros somos perfectos y que sólo Dios es perfecto.

Cuando nos relacionamos con personas así, que nos aceptan tal cual somos, estimémoslas porque son un verdadero tesoro muy difícil de encontrar.

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