Por © Cira Arroyo Fuentes, 5/27/2023, 12:59 am
Estoy cansada con el bombardeo que durante toda mi vida, el mundo de la moda ha querido gobernarnos y dominarnos, para doblegarnos a ser, hacer y vestir al gusto de unos cuantos, que por intereses propios, buscan que todos compren sus productos y servicios sin importarles que todos luzcan iguales y sin personalidad.
Nunca me he dejado convencer por ese montón de manipuladores porque a mí nadie me impone modas y siempre he sido, me he comportado y me he vestido como quiero.
Tengo aún mis cejas, pestañas y mi cabello largo y natural, y así lo tendré hasta que Dios me lo permita.
Estoy cansada de que nos quieran imponer modas y maneras de ser porque Dios nos hizo libres y nadie nos tiene que imponer ni su manera de ser ni de vestir.
Tampoco tienen que imponernos el materialista consumismo, ni ser como los demás porque hay muchas mujeres que ya no tienen ni cabello, ni uñas, y su piel se la han dañado en demasía por estar toda su vida, desde que eran casi niñas, usando demasiado maquillaje, tintes, esmaltes y uñas puntadas y postizas, todo lleno de químicos dañinos y peor aún piercings y tatuajes.
Provocando que muy pronto, cuando crecen, se les empiece a caer su cabello, que lo tengan reseco, destrozado y sin fuerza, ni tengan cejas ni pestañas naturales por hacerle caso a las modas y se han tenido que tatuar las cejas.
Los tintes y productos llenos de químicos que han usado les ha dañado el cuero cabelludo, los bellos naturales de su cuerpo y su piel.
Se han quedado sin uñas naturales por estarse poniendo uñas postizas o acrílicas y estar usando esmaltes y acetona que es tan dañina.
Todas las modas inducen al materialista consumismo y lo que menos les importa de verdad es la salud de las personas.
Los tacones demasiado altos han dañado a montones de mujeres también.
Los pantalones tampoco son saludables para las mujeres y más aún si son muy ajustados y a la cadera porque causan muchas infecciones íntimas y no permiten que llegue suficiente oxígeno a la piel de las piernas.
De nada de esto se habla porque al mundo de la moda sólo le interesa el dinero de las personas.
¿Por qué nos llaman rebeldes a quienes no vivimos al ritmo del mundo y sus modas?
Porque no permitimos que otros nos quieran manipular ni imponer su moda o forma loca, desenfrenada y antinatural de ser, ni que rompan ni dañen nuestro cuerpo con drogas, químicos, piercings ni tatuajes porque nuestro cuerpo es El Templo del Dios Vivo y debemos de cuidarlo.
Porque sabemos que somos personas o mundos individuales creados por Dios para obedecer y ser gobernados y guiados por El.
Debemos respetar y demandar ser respetados también y no permitir que el mundo de la moda o los demás nos quieran hacer como les da la gana, sólo por sacarnos dinero, para convertirnos como en monigotes inseguros, destruidos, sin personalidad ni carácter que copian todo lo que la moda les impone y se dejan aplastar para que los ambiciosos vivan como reyes a sus anchas a costilla del dinero de ellos.
El mundo está lleno de personas exclavas y víctimas de las locas, dañinas, costosas y obsoletas modas que por muchos años les han causado gran ruina y daños en su salud, por haberse dejado llevar por modas tan frecuente y drásticamente cambiantes que lo único que han causado es gran estrés en las personas por tener gastos tan excesivos y tan frecuentes que ya su dinero no les alcanza y sin mencionar el montón de basura y daños químicos que la moda causa a la naturaleza y al planeta.
Escapemos con Cristo y digamos un No rotundo a este sistema imponente de vida para que seamos libres de las asechanzas de este loco, exprimidor, estresante, materialista y consumista mundo de la moda que ya ha dejado en la quiebra, destrozados y sin salud a muchas personas, sin contar las que ya han muerto porque no soportaron tantos químicos bombardeando contínuamente su cuerpo ni el costoso sistema de vida impuesto por la moda.
