No soy una super mujer perfecta ni pretendo serlo tampoco, vivo lo que puedo y lo que veo que en realidad no puedo, simplemente no lo vivo y lo dejo pasar.
Vivo en mi mundo y en la edad en la que me siento lista para vivir, dando lo mejor de mí y siendo simplemente yo, no copiando ni pretendiendo ser más ni mejor que nadie, sino sólo ser yo misma en mi mundo, en mi tiempo, a mi paso y con todas mis virtudes y mis defectos.
Me canso y descanso al igual que todos; pero si quiero hacer una mejor versión de mi y mejorar cada día, compitiendo y comparándome sí; pero conmigo misma y no con nada ni nadie más.
Fluyo y surjo a mi propio paso, duermo cuando mi cuerpo me obliga a hacerlo, paseo cuando se me antoja, en fin, soy libre de hacer lo que quiera, no permito que nada ni nadie me exclavice y no me exclavizo a mi misma tampoco.
Busco y trato de terminar lo que comienzo, sea lo que sea, y no estoy tranquila hasta mejorarlo y terminarlo.
No me estreso ni permito que nada ni nadie me estrece por nada, ni por nadie, ni por modas, ni por correr como mona a cuánta actividad o invento hacen otras personas para sacarle dinero y energía a las demás personas porque es mi vida la que vivo y de la que tengo control; pero no de la de nadie más.
Puedo pasar todo el día y hasta varios, sin salir de mi casa, que no me hace falta salir a la calle.
Me da lo mismo estar en la casa o en la calle, sola o acompañada porque aprendí con Dios a desapegarme de todo y viviendo así me siento libre y tranquila.
Lo único que realmente me importa en la vida es estar apegada a Dios y sacar tiempo para mí y para Él porque viviendo así, vivo más tranquila, sin preocupaciones ni estrés y en paz.
Busco lo que realmente me interesa y puedo llevar a cabo y a quienes realmente me interesan; pero no busco a quienes veo que no me dan importancia o discierno que se quieren alejar.
Ya no busco ni soy apegada con ninguna persona porque me cansé de hacerlo, so, si los demás quieren existir o estar en mi vida que me busquen y si no lo hacen, yo sigo tranquila hacia adelante mi vida con Cristo, en otras palabras, sólo estoy con quién me demuestra con hechos que quiere estar en mi vida.
Si el mundo o la gente interesada se me aleja porque no pueden sacar de mí lo que quieren, o porque no soy ni quiero aparentar ante todos ser una super mujer tampoco, y por el contrario me gozo con Cristo en mis debilidades que me dan descanso y no en falsas fortalezas mundanas y humanas, que sólo roban la paz al pretender ser quien no se es o en mi caso quien no soy, pues que se alejen porque quiero tener a mi lado a gente sincera, que quiera estar cerca de mí o contactarme por lo que soy y no por lo que les quiera aparentar ser para quedarles bien a ellos, al mundo o a los demás, fingiendo ser una super persona o una super mujer que no soy.
No soy una mujer perfecta ni pretendo serlo tampoco, ni me gusta compartir con gente orgullosa ni perfeccionista, que se creen super hombres o super mujeres, sino con gente humilde, que tiene los pies muy bien puestos sobre la tierra.
Gusto vivir a mi propio paso y no al paso de los demás y quienes quieran estar en mi vida para compartir gratos momentos conmigo, simplemente deben esforzarce por aceptarme tal como soy y caminar a mi paso, así como yo me esfuerzo por aceptar a los demás tal como son, y me esfuerzo, en la medida de mis posibilidades, por caminar al paso de ellos para nivelarnos; pero si algo tengo que aclarar, es que el esfuerzo debe de ser mutuo y no sólo de una de las partes.
Soy lo que soy y lo que ya no soy, a mis 60 años, ya no creo que mucho de lo que quería ser podré ser ni hacer y menos ahora que ya tuve una sacudida en mi salud para que me cuide, coma, duerma bien y lleve una vida tranquila y sin estrés por mi bien; pero bueno, seguiré expresando todo mi sentir, que al fin y al cabo creo que de algo les sirve, porque es mi mundo lo que les comparto, que es distinto al de todos porque es mi mundo individual y único que vivo con Dios del que son libres de tomar lo que quieran y desechar lo que no quieran también porque todos tenemos libre albedrío de escoger si hacemos el viaje de la vida solos, sólo en compañía de una, varias o muchas personas y sí queremos hacerlo en la compañía de Cristo como nuestro guía, siendo hombres y mujeres humildes y no ensalsados que se creen perfectos y que son super hombres o super mujeres.