Por © Cira Arroyo Fuentes 28/12/2022 2:33pm
Recién a pasado La Navidad 2022 y ya casi viene El Nuevo Año 2023; por eso renovémonos desde ya con Dios, quien es nuestro amparo y nuestra fortaleza y quien nos hace fuertes y nos reaviva como al Aguila, para recibir llenos de paz, positivismo y de amor a este nuevo año y unámonos a quienes como en un equipo o un ejército de Dios lo reciben con el mismo sentir, quitando para siempre de nuestra vida lo que nos hace daño y buscando lo que nos motiva y anima a vivir.
Todos necesitamos de alguien que nos motive y ayude a levantarnos cuando nos caemos o estámos débiles y esas son las personas que se merecen estar en nuestro círculo de amistades; pero para nada nos conviene estar cerca de esas personas que se les denota que se alegran por vernos mal o vernos caer o hasta nos meten una sancadilla para ver como nos caemos, aplastan.y exterminan.
Nos merecemos estar rodeados de gente que nos quiera, nos estime y nos de importancia, que tenga cuidado de nosotros y que se una a nuestra alegría y nuestros logros, y nos apoye cuando estamos tristes, enfermos o desvalidos, en fin, que esté con nosotros tanto en las buenas como en las malas; pero no estar rodeados o tener en nuestro círculo de amistades a gente que no nos quiere ni estima para nada, que no nos suma ni nos resta y que cuando lo hace, es para buscar hacernos daño porque es gente envidiosa que sólo se la pasa viendo como nos desmotiva y destruye.
Este año 2022 está pronto a terminar, sólo faltan 3 días para recibir al Nuevo Año 2023, y apartarnos de personas y ambientes negativos que sólo nos causan problemas y nos estresan, debe ser nuestra principal meta, para que esas personas y esos ambientes no nos causen más daño del que ya nos hicieron.
A esas personas y ambientes negativos y atacantes, que sólo están viendo que cometamos el más mínimo error para atacarnos y hacernos daño hay que ignorarlas completamente y hacer de cuenta como de que no existen y no relacionarse ni involucrarse absolutamente para nada con ellas porque sólo haciendo así se puede vivir bien y tener una vida tranquila, haciendo como si no existieran.
En este Nuevo Año quiero abrirme a vivir cada momento de mi vida, sin estar pensando en el pasado ni en el futuro, que sólo me entristecen y me roban momentos, sino que quiero vivir y fluir en el presente, compartiendo mi vida con los que quieren en libre albedrío estar presentes en la mía, sin obligar a nadie a aceptarme ni que nadie me obligue tampoco porque sólo quiero ser libre y que los demás lo sean también, para que nos relacionemos en libre albedrío sin complejos, estrés ni relaciones manipulativas por parte de ninguno, para que cuando estemos juntos, disfrutemos al máximo los momentos de unión que Dios nos regala.
Dios conoce nuestros corazones y sabe muy bien de que tenemos necesidad y Él sabrá suplirlas en su momento, no en el nuestro y nos va a abrir el camino con las personas correctas para que podamos alcanzar eso que tanto queremos, que sólo Él sabe que es; pero nosotros tenemos que poner de nuestra parte también y tener fe y esperanza de que todo lo que deseamos si se lo pedimos a Él, nos va a venir y nos va a salir bien y sólo debemos avivarnos con Él para disponernos y abrirnos con fe y esperanza a lo nuevo que Él nos trae para este Año Nuevo 2023.
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