Cuando una persona es orgullosa por naturaleza o la han criado así; pero tiene que adquirir conocimiento y enriquecimiento porque está creciendo y necesita aprender y pasar los grados en la escuela, colegio y universidad, o resolver problemas en su vida, si se le hace muy difícil el estudio, sea porque no estudia ó no pone atención y se la pasa en una pura fiesta, sólo verá la forma de buscar hipócritamente relacionarse o arrimarse a compañeros que si son dedicados, esforzados, que son inteligentes o busca a familiares de compañeros para que les ayuden y los saquen de apuros.
La persona orgullosa para conseguir la ayuda de otros, es aconsejada por su propia familia para que se arrimen a personas o compañeros que puedan ayudarles o servirles, y para conseguirlo son capaces de todo y hasta fingen que les profesan una humilde amistad y camaradería, para aprovecharse al máximo de sus conocimientos, copiarles y hacer trampas en las asignaciones y exámenes; pero apenas se gradúa se olvidan de ellos.
Cuando empieza a trabajar ó pone un negocio hace lo mismo porque si entra a un trabajo, pronto simula ante todos una gran humildad para ver a que árbol o árboles arrecostarse para que le ayuden; pero apenas aprende el asunto y adquiere experiencia, se subleva y hasta les serrucha el piso y traiciona a quienes le ayudaron a surgir.
Si pone un negocio sucede la misma historia porque al principio muestra una cara de gran humildad para atraer a los clientes, atrae a gente humilde, le vende cuánto puede y no halla ni donde ponerlos; pero cuando su negocio crece y se posiciona en el mercado, su ego verdadero sale a flote, se vuelve orgulloso y gusta de rajar y humillar a los demás, inclusive a quienes han sido sus clientes.
Este comportamiento de los orgullosos es el mismo en todo tiempo y cuando ya logran tener buen dinero, autos y propiedades se apartan de todas las personas que les ayudaron, sacan a la luz su verdadera cara y ya se muestran orgullosas, humillantes, individualistas, egoístas y son cada vez más enfermas materialistas, que sólo piensan en ellas y se la pasan sólo viendo que oportunidad barata se les presenta para ver a quién pueden dejar sin nada.
Lo mismo sucede con viajeros o inmigrantes, que sólo llegan en busca de conocimiento y enriquecimiento rápido porque al principio, cuando no tienen nada, se aprovechan de la ayuda que le brindan las personas humildes de corazón, que les enseñan a como vivir en ese país, cómo resolver su documentación, aprender a manejar, y le ayudan a conseguir trabajo y después cuando ya se adaptan y surgen, vuelan, se olvidan de quienes les ayudaron y les prestaron hasta sus vehículos para que aprendieran a manejar.
El peor problema que se le presenta a una persona de buen corazón, que no es egoísta, que es colaboradora, caritativa y amiga de ayudar, es el abrirle la puerta de su vida a personas que por más que se les enseña y ayuda no aprenden, y como ellas no pueden absorber esos conocimientos o son vagas, por egoísmo buscan de alguna manera echarle a perder la vida a la persona o personas que se dispusieron a ayudarle, tratando de hacerlas viciosas, vagas y aventureras como ellas por envidia o venganza, o sea que si ellas no pueden aprender ni surgir, tampoco quieren que los demás o quienes les ayudan surjan tampoco y quieren arrastrarlas a la vida corrupta que llevan ellas, para que dejen sus estudios, su trabajo, y sean unas personas viciosas y fracasadas como ellas.
¿Quiénes han pasado o están pasando experiencias con personas orgullosas, interesadas e hipócritas así, que apenas obtuvieron o tienen lo que querían o quieren de ellas, se olvidan de ellas ó cuando las ven las apartan y desprecian?.
Este mensaje lo escribí para todas aquellas personas orgullosas, que de una u otra manera han subido peldaños de su vida con la ayuda de personas humildes de corazón, de quienes apenas consiguieron lo que querían, no las volvieron ni a sumar ni a restar para nada.
También lo escribo para aquellas personas que por envidia o venganza, por no poder aprender ni surgir en el momento que querían, quisieron echarle a perder la vida a quienes les estaban ayudando.
Escribí esto para que todos mediten porque en la vida todo lo que sube baja y esas personas orgullosas nunca saben en que momento Dios las baja de su pedestal y van a volver a necesitar de los demás, que con humildad, sin interés y sin egoísmo les pueden ayudar otra vez, sea a ellas o a sus descendientes.