martes, 4 de junio de 2024

Triste ignorar quien uno es


Gracias a Dios en El Nombre de Jesús por este mensaje y toda La Gloria y La Honra es para Él.

Autora ©  Cira Arroyo Fuentes, 4/6/2024, 11;07 a.m.

     Que triste es para una persona no saber o ignorar quien es, ni para que vino o con que propósito vino a este mundo, ni de quién depende realmente, ni de quien nunca se debe de apartar para no estar solo, ni andar sólo o desprotegido,  ni caminar como ciego, ni con miedo y perdido en el mundo de las tinieblas, que es el que vivimos en este mundo gobernado por Satanás y sus ángeles; pero contrariamente, la persona que muy temprano en su vida acepta El gobierno de Papá Dios por medio de su Hijo Jesucristo en su corazón y todo su ser, sabe que es un rey o reina en Dios y que es espiritualmente importante porque Dios usó a sus padres, familiares o pastores para enseñarle desde una muy tierna edad quien es espiritualmente, por lo que vive con la fe, el carácter, la seguridad, fuerza, y valor que le da Él por medio de su Santo Espíritu para valorarse desde que empieza a tener uso de su razón y en todo tiempo, para levantar su cabeza con Cristo porque sabe que no es ella quien vive, sino El Espíritu de Dios que vive en ella, por medio de quien va descubriendo poco a poco sus dones y talentos para ponerlos a trabajar para su obra y no permitir que el mundo materialista e idólatra le enrede y confunda para perderle y hacerle perder su identidad y su verdadero reino que es en Dios, para destruirle con sus locas, corruptas y ambiciosas ideas o costumbres mundanas.

La persona que aceptó el Reino de Dios en su vida sabe que Él es quién pelea todas las batallas de su vida y no ella, por eso se refugia y descansa en Él, en dondequiera, comoquiera, y con quien quiera que esté y cuál sea lo que esté pasando o viviendo.

Que triste debe ser, por el contrario, para una persona el no saber o ignorar cual es su identidad o quién reina en ella, que es en Cristo y sentirse por muchos años de su vida tan pobre y miserable por no saberlo porque El Maligno la mantiene ciega para que no lo sepa, por lo que entonces, para sentir que alguna vez es importante piensa que tiene que luchar con gran estrés por si sola, hasta el cansancio, gran parte o toda su vida, para que nunca le falte nada y tener de todo de sobra en todo tiempo por poder algún día crear un reino propio, particular e individual que sea rico y poderoso en este mundo para empezar a brillar y tener la seguridad de que consiguió al fin su reino y su seguridad material en este mundo, así como el valor de valorarse y sentirse importante al fin, basándose en la riqueza material que con sangre a podido acumular.

Que triste es para quien piensa así, tan erróneamente, que para ser un rey o una reina tiene que ganar y  acumular como sea muchos títulos, dinero, fama y poder aunque sea de mala manera porque ser un rey o una reina para esa persona significa estar podrido en conocimiento, dinero, bienes, poder y fama mundanos, cuando por el contrario, realmente no es así, ni es buscar demostrar seguridad y carácter viviendo con un alto estilo de vida y con todo lo que tiene procurando vivir en un lugar exclusivo del mundo donde sólo viven los ricos, poderosos y famosos como si fuera un refugio seguro en el mundo, ni de buscar codearse sólo con los de su mismo status o nivel de vida, ni de mostrar en público o llevar encima, o mostrar con autos y mansiones todo lo que tiene para hacer alarde de su grandeza, de su poder, de su fama, de su dinero y rajar con ello, ni buscar andar con las personas más bellas como entorno que le adorne, que le depende o se le somete porque a lo único que se exponen estas personas es a ser perseguidas dondequiera que estén por personas maleantes ambiciosas que sólo las buscan para sacarles dinero de alguna manera; pero esto les pasa por no poner su mirada y su fe en El Único Verdadero Reino que es el que nos da Dios por medio de su hijo Jesucristo que es un Reino de protección que no es de este mundo; pero en el que si le servimos a Él conforme a su propósito, es seguro, nunca nos va a faltar nada y es Eterno.

Ser un verdadero rey o una verdadera reina es ser una persona que en toda edad sabe que brilla porque su luz proviene de Dios y no del mundo, que aún en toda tormenta por la que esté pasando como tiene la seguridad de que Dios está con ella, tiene paz, es sigilosa, reservada, segura y con carácter en cualquiera situación o status de vida en que se encuentre porque sabe que su reino o quien le hace reinar, no es de este mundo, y que no es con riquezas materiales, dinero, poder y fama mundanos que reina, sino con El Poder de Cristo y los dones y talentos que Dios le ha dado para ponerlos al servicio de los demás y de su propósito de vida para con Él, que es ser para Él como instrumento para servirle en su obra y servirle a los demás, que es muy distinto al propósito de vida para con el mundo o para quedarle bien al mundo por el que luchan muchas personas extremamente ambiciosas, que lo único que buscan es servirse de los demás y poderlos atraer como moscas para hacer más dinero, hacer crecer más su patrimonio y poder económico por establecer y mantener activo o vivo su reino o fortuna particular en el mundo.

 Una persona que sólo se enfoca en tener y mantener un reino mundano, procura constantemente presumir riquezas mundanas para que todos crean que es el dueño o la dueña del mundo, creyendo poder hacer con todos lo que le da la gana, escudándose en ser como un imán al que por interés al dinero, se le arrodillan muchos y hasta les lavan los pies y los ponen en un pedestal muchos débiles sin personalidad que a cambio de recibir favores u obtener fama sólo por andar pegados a ellos como si fueran garrapatas chupadoras de sangre o mejor dicho de dinero, son capaces de todo por estar a su lado; pero que al final no valen nada porque sólo son marionetas o monigotes o serviles empleados sexuales o empleados de oficios que estas personas hondamente débiles e inseguras también usan a su conveniencia a cambio de dinero y las dejan cuando se les antoja también sea porque se cansan de ellas y no les sirven para lucirse más.

Ser un verdadero rey o reina es muy distinto y va mucho más allá de eso porque es ser una persona reservada, que tiene seguridad, carácter, humildad, palabra, honradez y por sobretodo valor para enfrentar al mundo materialista demostrando que su valor se lo da y está en Dios, que es fuerte para valorarse con lo espiritual y no con lo físico porque su objetivo no es tener riquezas mundanas sino espirituales.

Un rey o una reina de verdad sabe que lo es porque es fuerte con Dios y no se deja manipular por el materialismo, las modas y las costumbres tradicionalistas y corruptas del mundo, en las que para sentirse que se es importante, tienen que luchar arduamente por hacer fortuna, poder y fama porque si no tienen eso, se sienten que son unos miserables que no son nada y que triste debe de ser para una persona tener que depender de pasarse toda una vida o gran parte de su vida esperando el momento de ser rico para empezar a valorarse y sentirse que es importante por el patrimonio materialista en que ha dejado hasta a su sangre por tenerlo.  

Las personas que para sentirse importantes tienen que depender de llegar a los mundos más bajos de perdición y corrupción para poder obtener dinero, rajar, sacar su billetera llena, lucirse en autos, mansiones, barcos, aviones, etc, y competir con otros por demostrar quien es el más rico y poderoso, o quién anda con la mejor mujer o el mejor hombre de compañía en el fondo son las más pobres porque si su fortuna se les viene abajo se sienten que no son nada y se sentirán totalmente solos porque ya no tienen dinero para pagar por compañía.

Un rey o una reina de verdad sabe que no todo lo que brilla es oro y no busca riqueza material sino espiritual que es la que realmente vale ante Dios.

Una persona humilde, segura, que tiene valor de hacer las cosas independientemente de su situación económica, que se cuida como para Dios, que sabe que depende enteramente de Él, se valora y no cae en las trampas ambiciosas, corruptas y estresantes del mundo.

No tiene temor de hacer lo que Dios le manda hacer porque sabe que Él está con ella, y tiene valor con  El Amor de Dios para echar fuera a todo temor que el maligno y sus servidores quieran inculcarle.

Un verdadero rey o una verdadera reina es aquella persona que independientemente de lo que haya vivido en el pasado, se para firme en la roca que es Dios para cambiar su vida, se esconde en su palacio que es su refugio en Dios, vive con propósito para Él y no para el mundo, tiene fe y paz en cualquiera situación en que se encuentre y sabe que lo único verdaderamente importante en su vida es fluir obedeciendo y cumpliendo su propósito de vida para con Él sin creerse perfecta porque sabe que en cualquier momento puede caer; pero que si es humilde, se arrepiente de corazón y le pide perdón a Dios, Él le ayudará a levantarse de nuevo y a salir de todos los enredos en los que por su debilidad se ha metido y le guiará a ordenar su vida de nuevo para que continúe teniendo una vida con propósito para Él.

Que triste debe de ser para una persona orgullosa que depende de lucirse con algo material, el llegar a no tener nada y sentirse que no vale por no tener nada porque nunca ha podido encontrar el mayor tesoro de valor o la mayor riqueza que sólo se encuentra en Él y nada ni nadie más.

Que triste debe de ser que se enfermen y que sientan que ni con todo el dinero ni poder del mundo pueden salvarse y que nada de lo que han hecho se pueden llevar al morir.

Y lo peor de todo es el ver al final de su vida que nadie los puede salvar y que todos a su alrededor sólo están con la boca abierta, deseando que se mueran para quedarse con toda su fortuna.

En conclusión, qué triste es para una persona el pasar por esta vida y nunca saber quien es ni cuál es su propósito de vida porque se pierde al andar como ciega en el camino cayendo de fango en fango, a menester de que todas las personas con las que se cruza en su camino la hagan a su manera o a como quieran.

La persona que no descubre a una edad temprana cual es el verdadero reino de su vida que es en Cristo, en Dios nuestro creador y que no descubre nunca que ya Él al morir en la cruz ganó el reino para toda aquella persona que en Él cree y le cree; pero que ciegamente sólo se engaña pensando que su reinado es el que él mismo se busca por sus propios medios, esfuerzos y obras, que tiene y vive según lo que materialmente o en poder él se ha creado en este mundo, se irá de aquí o de este mundo o de esta vida totalmente sin nada; pero quien descubre a tiempo quien es quién corona su cabeza, así como todas sus obras y las mantendrá vivas en el tiempo, si lo encuentra a su verdadero reino quizás antes de dar su último suspiro o aliento de vida, se va rico espiritualmente porque descubre que no es el mundo ni su gente quienes tienen el poder de coronar su  cabeza, sino Dios.

SI NO VIVIMOS NI ESTAMOS EN CRISTO O EN DIOS, NO VIVIMOS NADA NI ESTAMOS EN NADA

NUESTRA VIDA SIN DIOS VIVIENDO EN NOSOTROS NO VALE NADA

 

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