lunes, 20 de mayo de 2024

Es a Dios a quien hemos de dar cuenta de nuestros dones y talentos, no al mundo


 Autora ©  Cira Arroyo Fuentes, 20/5/2024, 2:23 p.m.

     La mejor manera de vencer al estrés que hoy día está consumiendo al mundo es descubrir lo más pronto posible cuales son nuestras habilidades y llenarnos de todo conocimiento que nos ayude a ponerlas en práctica, sabiendo que es a Dios a quien debemos de obedecer principalmente siendo siempre originales y sinceros en todo lo que hacemos y no buscar nunca imponer nuestra vida ni nuestra particular personalidad a nadie, sino ser respetuosos con todos siendo nosotros y dejando ser a los demás también sin permitir que otros nos impongan por la fuerza su personalidad ni imponerla nosotros tampoco porque Dios a todos nos creó con libre albedrío de ser conforme a su Voluntad.

Salir adelante espontáneamente con nuestro resumen o currículo de conocimientos que hayamos podido alcanzar aprender en nuestra vida y no guardarnos nada por temor a las críticas o lo que dirán los demás.

Tenemos y debemos de fluir y no permitirle a nadie que se cree perfecto o saberlo todo, o que se ha casado con la perfección innata llena de tradiciones secas, sin vida, sin movimiento, muertas, que ni dan paso a ninguna renovación porque ciegamente las tienen como guías fijas e incambiables, que vengan a imponernos como si fuéramos marionetas o monigotes que debemos o no decir o qué hacer para matar lo nuestro y que nunca le demos vida.

Muchas personas están ya bajo tierra porque personas que las rodearon las absorbieron y las callaron para que  nunca tuvieran libertad de ser, hacer e innovar nada y se llevaron todos sus dones y talentos a la tumba, en lugar de rebelarse contra esas personas manipuladoras, calculadoras  envidiosas y egoístas del mundo tradicionalista que sólo querían opacar a otros para ser y brillar ellas nada más,; pero si nosotros las ignoramos y le creemos sólo al Dios Vivo, Verdadero e innovador en todo tiempo surgiremos valientemente con Él y Él nos ayudará a dejar marcadas nuestras propias huellas y darle vida a nuestros sueños y metas.


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