© Cira Arroyo Fuentes 08/01/2019 01:01 p.m.
La cuesta de enero a muchos que no supieron administrar su dinero y sus bienes el año pasado y anteriores, se les está haciendo extremamente difícil superarla o subirla, y para lograr hacerlo están teniendo que recurrir hasta a lo que no tienen y están en peligro de perder hasta su propia casa.
También están los que no tienen casa propia y rentan porque tienen sus tarjetas de crédito que ya no aguantan más y van a tener que trabajar todo el año ó más años para poder pagarlas.
Encima de esto, muchos además de haberse gastado todo en Navidad y Año Nuevo, pretenden en estos días de principio de año que son tan bonitos, aprovecharlos al máximo paseando o viajando tanto al interior del país como al exterior, y como no quieren perderse absolutamente nada, caen ante la tentación, muchas veces infundidas por otros, de adquirir más y más dinero plástico o tarjetas de crédito para ir a darse los gustazos sin poder, sin importarles enlutar sus rostros, su cuerpo y sus bolsillos con tremenda amargura después, por tener que trabajar como camellos uno o hasta varios años para pagar sus deudas.
No se ponen a meditar que estos gustazos de hoy, pueden ser los causantes de enfermedades o una pronta muerte por causa del estrés que van a tener después, cuando se sientan desesperados y agobiados por tantas deudas, que son ellos y sólo ellos quienes van a tener que pagarlas, a punto de trabajo e ingeniárselas haciendo negocios o chorizos y que quienes les motivaron a enfiestarse, viajar y endeudarse no les importa porque ellos sólo disfrutaron y no tienen que preocuparse por pagar nada.
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