*Estar con Dios y conmigo misma es la mayor bendición para mí al ser Él y mi persona mi más sabia y segura compañía porque Él me ama y me ha enseñado a priorisarlo y priorisarme, a amarlo y amarme, cuidarlo y cuidarme, respetarlo y respetarme, a ser libre, a apegarme y a depender sólo de Él y no apegarme a nada ni a nadie en este mundo.
A ser libre y soltarme de los demás para que sean libres y me suelten también.
Si nos amamos y somos felices con Dios y nosotros mismos, por ende, como un espejo, enseñamos y amamos a los demás, por eso, cuando uno es capaz de amarse, disfrutarse, ser feliz y hacerse uno mismo su propio ambiente con Dios, sin tener necesidad de tener a nadie al lado, sino bastándose con tenerse a uno mismo, es capaz de ser una persona independientemente genial porque es alguien que descubrió el estar en paz y hacer de de sí mismo y de Dios su principal compañía.
Estando sólo se ahorra uno críticas, problemas, pleitos, egoísmos, comparaciones, contradicciones, envidias, tiempo y sobre todo dinero porque aunque queramos, nuestro dinero no puede jamás resolver la vida a todo el mundo, sino que cada quien tiene que descubrir como resolver en orden su vida aprendiendo al igual como lo deben de hacer todos, a amar a Dios y a sí mismo porque en la medida en que nos amemos, cuidemos y respetemos a nosotros mismos dejándonos guiar por Dios, estaremos fuertes para no dejarnos influenciar por lo que los demás hagan, sino que por el contrario, nosotros nos convertiremos en un buen ejemplo a seguír por los demás, para que se amen y amen a Dios ellos también, que es el mejor comportamiento y mejor negocio que podemos hacer en nuestra vida.
Amar a Dios por sobre todo y tenerlo como nuestro modelo a seguir, nos ayuda a amarnos a nosotros mismos también y querer ser como Él y hacer o dejarnos llevar por lo que Él hace o nos dice que hagamos, y no dejarnos llevar por la gente del mundo que hace lo que el mundo hace.
El amar a Dios y a nosotros mismos nos hace saber quienes somos y cual es nuestro propósito de vida en este mundo, nos ahorra mucho dinero, trabajos y penas también porque al no estar influenciados por las personas ambiciosas, y corruptas del mundo, ellas no podrán hacer con nosotros, ni con nuestro cuerpo, ni con lo que tenemos lo que quieren y a como quieren, a su mejor postor, ni convertirnos a ser y hacer todo lo que la gente libertina y antinatural de mundo hace.
Aprendiendo a ser independientes y a estar solos con Dios, no nos arrecostamos ni dependemos de nadie, tenemos todo el tiempo del mundo para salir a comprar lo que realmente necesitamos, hacer lo que se nos antoja, a la hora que se nos antoja: limpiamos nuestra casa cuando queremos y solitos vamos haciendo todo poco o a poco, si nos da hambre cocinamos y comemos, si nos da sueño nos vamos a la cama a dormir y listo.
Aprendemos a resolver por nosotros mismos todo en nuestra vida y a movernos cuando tenemos sed porque sabremos como buscar el agua y que no podemos sentarnos a esperar a que otros nos la busquen y nos la pongan en la boca porque muchas veces al por pereza querer o pretender eso, nos encontramos con personas a las que les damos la mano y se quieren coger el codo sólo por disque servirnos y nos quieren cobrar con creces sus servicios.
Estando solos nos surgen muchas ideas y proyectos y si nos inspiramos con Dios, las ideas no se nos van o se nos olvidan porque de inmediato les damos vida y cuando las escribimos, nada perdemos y nada ni nadie nos perturba.
No hay nada mejor y más gratificante que disfrutar de nuestra persona, de nuestra presencia y de la de Dios, en todos los momentos que vivimos en el pasado, en que cuando estábamos solos, nos imaginamos que teníamos la compañía de todos y decidimos compartir nuestros momentos con todos y los dejamos gravados en fotos, vídeos, y escritos o cosas que hicimos en algún otro arte también.
Disfrutar de uno mismo solo en casa, de nuestros tiempos pasados y de lo que uno hace o ha hecho y divertirse con las travesuras que hicimos o las ideas que se nos ocurrieron en esos tiempos pasados sea en soledad o en compañía de otros, es lo más rico que hay y nos reímos como tontos hasta el cansancio de ver como nos atrevimos en ese tiempo a hacer eso o lloramos si lo que hicimos fue muy profundo, en momentos en que estábamos muy nostálgicos, sensibles, tristes o estresados; pero que en ese momento nos sirvió para liberarnos al expresarnos y que nos desahogó e hizo meditar montones y hondamente en esos tiempos pasados y nos vuelve con la misma fuerza o mayor aún, a hacernos meditar para retroalimentarnos y ubicarnos según el estado de ánimo o de desánimo en que estemos viviendo hoy.
Los recuerdos del pasado y especialmente los que hemos grabado, nos posan al frente tan reales, que es como si los estuviéramos viviendo hoy y nos sirve verlos según la situación por la que estemos pasando porque si estamos muy orgullosamente elevados que nos creemos La Mamá de Tarzán, nos sirven para que recordemos todo lo que pasamos para llegar a donde estamos, que seamos humildes, nos bajemos de la nube y pongamos nuestros pies bien puestos sobre la tierra de nuevo.
Estos recuerdos nos sirven también para cuando estamos pasando por momentos difíciles en que necesitamos urgentemente avivarnos y cargar con Dios nuestras baterías para saber que vamos a poder salir de esas situaciones difíciles que actualmente podemos estar viviendo y oder estar con más fuerza aún que con las que lo hicimos o salimos de huecos profundos del ayer; pero que todo lo podemos con Cristo que nos fortalece hoy más que ayer y nos ha hecho con el paso del tiempo más fuertes y más sabios.
Hay muchas personas que vagan por el mundo segadas por espíritus del mal, que son muy egoístas y negativas, que odian las fotos los vídeos, los escritos, en fin, todo lo que hacen los demás o sus obras porque dicen que sólo es vagancia y nos critican a los que amamos hacer todo esto de crear cosas y obras nuevas; pero gracias a Dios que bien se la pasan viendo, leyendo probando todo, sea para vinear o para aprender y agarrar volados con las experiencias, vivencias y estudios ajenos de otras personas, para ayudarse con todo el material compartido por personas positivas y sin egoísmo que saben que trabajan para Dios y por ende para todos los amados de Dios que Él ha creado y que quiere como una gota de agua que cae en una piedra, cada vez más, hacer hueco en la vida de esas personas que son como piedras; pero que Él con su perseverancia y amor constante las ablanda y ayuda mediante sus servidores y así salvarlas por medio de quienes le sirven como instrumentos para hacer su obra de Salvación y arrebatarle al Diablo de las garras a todas esas personas y reencaminarlas por su buen camino.
En conclusión, todo lo que las personas se han atrevido con Dios a hacer, sea para ayudar a su familia, a otras personas y a sí mismos, en que con la ayuda de Dios impregnada viviendo a través del tiempo en sus obras, con las que se han liberado de las asechanzas del mal y han dejado las huellas de su libertador muy bien grabadas, le sirve en el futuro a todos porque es un tesoro invaluable, que es como luz que alumbra el camino y es sal que nutre a muchos y hasta nuestro propio camino si aún estamos vivos.