Hay personas tan orgullosas o altivas, perfeccionistas, manipuladoras, burlistas, territoriales, traicioneras, calumniadoras, persuasivas, chismosas, chantajistas, vengativas y atacantes en masa, a las que es mejor dejar que hablen como locas solas porque controlarnos y no responderles nada, dejarlas pasar e ignorarlas es el sabio trato que hemos de darles.
Es mejor actuar así con ellas porque son personas deseosas de encontrar oponentes para ellas sobresalir, darse importancia, atacar y aplastar; pero tenemos y debemos ser más inteligentes que ellas y guardar nuestro momento para desahogarnos después a como queramos porque todas esas energías que por confrontarlas podríamos gastar, mejor las dejamos para realizar un arte que nos desahogue, un arte con el que ellas no van a poder hacer nada, ni comprobar que es para ellas que lo hicimos como respuesta a su altanalería y deseo de que reaccionemos para hacernos mal o dañarnos de alguna manera.
Bien dice ese sabio dicho, "que no hay mal que por bien no venga" porque estas personas nos buscan hacer un mal; pero como nosotros no les damos importancia y tenemos nuestra sabia manera de desahogarnos, sus viles planes se les echan a perder.
Hay personas que nos dicen que las cosas que sacamos para liberarnos de malas energías con las que nos han atacado otras personas, es mejor escribirlas para dejar nuestro sentir en un papel y quemarlo; pero en mi caso prefiero sacarlas de mí mediante un arte, transformarlas en algo bueno o un buen consejo y darlas a conocer; pero yo jamás estoy de acuerdo con desaparecerlas, sino que, por el contrario, esas respuestas a ultrajes u ofensas o daños que nos han querido hacer, hay que sacarlas a la luz de manera inteligente, para que esa persona o esas personas al verlas, sepan que son para ellas; pero jamás podrán comprobarlo porque con el arte no pueden hacer confrontación ya que la persona de la que se quisieron burlar, o coger de conejillo de indias, o dañar de alguna manera, sólo responde anónimamente, de esta forma, la persona se desahoga y crea algo nuevo que puede servirle a muchos y la persona que sabe que la respuesta es para ella, se queda rabiando o tragando grueso y sin poder hacer nada por contraparte porque no tiene pruebas.