Por © Cira Arroyo Fuentes, 21/4/2023, 3:28 pm
Todas las mujeres somos grandes mujeres valientes y de carácter; pero el hecho de que unas mujeres por razones de salud, edad o su naturaleza de mujeres más delicadas y frágiles, no puedan hacer ciertos trabajos muy duros, no significa que no sean empoderadas en su campo también, de acuerdo a lo que se prepararon y pueden como mujeres hacer.
Hoy día en las redes sociales y por todas partes, se está observando una gran influencia de querer que las mujeres hagan trabajos de hombres, y a las que los hacen, buscan destacarlas y las llaman super mujeres empoderadas; pero lo que se ve a leguas con estos mensajes que comparten, que motivan a las mujeres a ser iguales que los hombres y que hagan trabajos duros como ellos, es hacer resaltar la liberación de la mujer; pero lo que buscan muchas empresas y muchas personas, es ahorrarse dinero porque siempre quieren pagar menos a las mujeres que a los hombres; aunque ellas se maten trabajando y hagan trabajos duros como los hombres y esto no es justo.
Sabemos que muchas mujeres por no estar preparadas y por tener una gran obligación a cuestas, no han dudado ni un momento en a aceptar el primer trabajo que salga, sea lo que sea y algunas tienen un cuerpo fuerte y los han podido tolerar y mantenerse allí trabajando o que hay muchas que si les gusta hacer esos trabajos y saben que son fuertes y se sienten capaces de realizarlos; pero esto no significa que motiven a todas a hacer lo mismo que ellas porque cada mujer es un mundo particular y diferente, con sus dones, sus talentos y se ha preparado para trabajar o hacer lo que más le gusta y se siente capaz de hacer.
Este afán de querer hacer, ver y convertir a la mujer como si fuera un macho, está destruyendo la feminidad de las mujeres que si tienen opciones de otros trabajos mas acorde a su sexo, que se han preparado para ellos y que no están de acuerdo con el papel que las feministas y hombres que por conveniencia las apoyan y que están queriendo imponerles a todas las mujeres.
Aún habemos muchas mujeres que lo que queremos es que los hombres se comporten como HOMBRES asumiendo verdaderamente con carácter y valentía su roll masculino en todo el sentido de la palabra y que nosotras seamos MUJERES en todo el sentido de la palabra también ( delicadas y femeninas) como lo que por naturaleza somos; y si a muchos y a muchas este mundo loco les ha hecho perder su identidad, es hora de que la recobren antes de que este mundo se convierta en una total Sodoma y Gomorra, por la pérdida de identidad y roles que Dios estableció y que por rebeldía la humanidad no ha querido seguir o que por los movimientos de feministas y de diversidad sexual nos están queriendo a todos forzar a seguir.
Los hombres y las mujeres urgen de reencontrarse a sí mismos/as y comportarse como lo que por naturaleza son y llevar el roll de vida de acuerdo a su sexo.
No es normal este cambio de roles que las feministas y el movimiento de diversidad LGBT nos está imponiendo.
Debemos de obedecer a Dios y formar nuestro carácter, nuestra personalidad, nuestra identidad y nuestro roll en la vida con Él y no dejarnos llevar como ciegos por estos movimientos en contra de La Voluntad de Dios.
Con la fuerza, guía y carácter de Dios, el hombre debe de sacar el macho que lleva dentro y comportarse como tal y la mujer debe de sacar la hembra que lleva dentro y comportarse como mujer porque si esto no sucede y el hombre sólo sigue cobardemente, por hacerse la vida más fácil, buscando hacer cosas de mujeres y las mujeres disque muy valientes buscar hacer cosas de hombres, el mundo cada vez irá peor al irse invirtiedo los papeles.
Si una mujer se siente muy fuerte como para realizar trabajos de hombre, y los hace sea porque le gusta o por verse forzada a hacerlos al no haber más trabajo y tiene que sobrevivir y mantener a otros, pues ni modo, que lo haga; pero que se mantenga firme con Dios y que tenga cárácter para nunca dejar morir a la mujer y la feminidad natural que lleva dentro porque mujer la hizo Dios.
Asimismo, si un hombre, le gusta hacer trabajos de mujer o se ve forzado a hacerlo porque su contestura física no es muy fuerte o padece alguna enfermedad que le impide hacer trabajo duro como los hombres, o no encuentra trabajo de hombre para hacer, o le gusta el trabajo más fácil para no matarse mucho, pues que los haga; pero que mantenga con Dios el carácter para que nunca deje morir al hombre y la masculinidad que lleva dentro porque hombre lo hizo Dios.