Por Cira Arroyo Fuentes, 14/02/2022, 1:10 pm
Quien con sinceridad y valentía expresa con la ayuda de Dios, y de frente, el amor o desamor que siente por una persona recibe libertad y paz; pero quien hipócritamente, por un interés distinto al verdadero amor, continúa en una falsa relación sin sentir nada de nada, se hunde y sepulta a sí mismo y a su pareja a vivir en una falsa relación que es como vivir un infierno en vida porque no hay nada más terrible que vivir con una persona a la que uno no ama o amar a una persona que no te ama y peor aún estar con quien no amamos ni nos ama tampoco, como extraños en la misma cama bajo el mismo techo y en su propia casa.
Como va a vivir una persona la única vida que tiene por vivir, con una pareja con la que no le gusta dormir ni compartir nada porque no tiene química ninguna con esa persona; que siente tanto repudio por ella que hasta siente que la odia porque le molesta su sudor, su olor, que le hable, en fin, toda su presencia y se siente como prisionera en una cárcel de por vida, todo por fingir ante los hijos, si es que los tienen, ó ante otros, que son una pareja unida, feliz, que se aman y todo marcha bien. .
Si una persona por temor o por quedarle bien a los demás acepta vivir así, sólo demuestra ser una persona cobarde, sin autoestima y un tremendo miedo de estar sola porque se acostumbró a sobrevivir mintiendo y no a vivir con verdad a plenitud.
Se acostumbró a no disfrutar de nada y ni siquiera de sí misma.
Lastimosamente se acostumbró a vivir sin amor y sólo por interés o temor; aunque no sea feliz, ni tenga libertad ni paz porque a través del tiempo se acostumbraron tanto a mentir y actuar que se convirtieron en unos expertos artistas, fingiendo ante su pareja y ante todos en el seno del hogar, irrespetando no sólo a Dios, sino a todos en la casa y a sí mismos.
Muchos viven juntos por mantener las apariencias ante la gente; pero no se aman; por el contrario; otros viven juntos amándose los dos mutuamente, con una activa vida sexual disfrutándose cada momento de su vida y muchos aunque ya no puedan tener vida sexual por cualquier motivo, siempre son felices, viven en libertad y paz porque su amor es verdadero.
Muchos tienen no un verdadero amor sembrado por Dios en su hogar, sino un verdadero teatro lleno de mentira, montado en su propia casa, y todos los días de su vida, desde que se levantan hasta que se acuestan son verdaderos actores, y mienten tanto, que hasta ellos mismos se creen las mentiras y fantasías que se crean para evadir la realidad en que viven.
De verdad hasta se creen que pueden con su falsa engañar a su pareja y a los demás; pero sólo se engañan a sí mismos.
Estas personas por no enfrentar la verdad de lo que sienten, y hacer un alto en su vida para ser sinceras con su pareja y con todos, se pierden de darse la oportunidad de vivir en libertad con paz y tranquilidad y empezar una nueva vida con la persona que de verdad aman o con una persona que Dios les ponga en su camino a la que puedan amar de verdad y sin fingimientos.
En conclusión, que cansado debe ser pasarse días, meses y años pensando que decir, como evadir momentos juntos, dándose la esoakda apenas nadie los ve, peleando contínuamente entre dientes, torciéndose los ojos, y pelándolos como si desearan matarse con ellos, sintiendo una amargura y frustración interna tan grande; pero disimulando su verdadero sentir ante los demás.
Cómo pueden soportar salir juntos a fiestas, eventos y reuniones, fingiendo ser felices por guardar las apariencias.
Y cómo pueden celebrar El Día del Amor y de La Amistad viviendo cada año este día con un verdadero teatro montado, en dónde al lugar que van a celebrar, se fingen un puro amor; pero apenas llegan a la casa, en donde según ellos nadie los ve, vuelven a ser los mismos extraños de siempre en su casa, olvidándose de que aunque crean que engañan a todos y hasta a sí mismos, a Dios, quien todo lo ve en dondequiera que estén, jamás lo pueden engañar.