Cira Arroyo Fuentes 10/09/2015 09:29 a.m.
Pase lo que pase en nuestra vida nunca podemos perder la esencia de lo que somos ni El Poder de Dios, que lo tenemos por la gracia de Él sobre nosotros, porque con esto seremos capaces de tener las fuerzas necesarias para sobrellevar toda tormenta que nos ataque y salir de forma ilesa de estas.
Todo el poder de lo que vemos y que físicamente existe, que podemos tocar, sean personas, animales, naturaleza y cosas jamás es comparable con el poder de lo que no vemos, que no podemos tocar, pero si podemos sentir en todo momento, en nuestro corazón y todo nuestro ser, si con humildad menguamos para dejarle SER a ese poder en nosotros y nos ayude a traspasar la más negra oscuridad que pueda existir, y ese virgen omnipresente e incambiable poder lleno de luz, capaz de restaurar y hacer nuevas todas las cosas, que existe antes de que existiera toda la creación o el universo, es el poder que viene del Espíritu Santo de Dios, que es El Alfa y La Omega, El Principio y El Fin.
Este poder nos es dado por Dios gratuitamente, es una fuerza motivadora perfecta en todo tiempo, que no se compra ni se vende, de la que podemos hacer uso por gracia, todos los hijos de Dios, por medio de nuestra fe y esperanza en Él, que nos enseña a que después de la tormenta viene la calma, porque al tenerlo a Él, su mano nos saca, nos sana y nos libera de todo mal que haya querido atacarnos.
La fuerza interior que nos da Dios es la más savia, mayor, más perfecta y más fuerte fuerza o poder que existe, de la cuál podemos hacer uso en todo momento y lugar si tenemos valentía.
Según nuestra fe y en la medida que esta opere en nosotros, en esa misma medida nos levantará y sacará de toda tormenta por la que estemos pasando independientemente de la clase social que seamos o del dinero que tengamos.
Si aprendemos a disernir que el amor y el poder de Dios es lo que está de gratis detrás de todo lo bueno que recibimos sin haber tenido que haber pagado absolutamente nada, de todo lo que nos ha amado y cuidado en toda nuestra vida, nunca nos sentiremos solos, aunque pasemos por desiertos en los que no vemos, ni tenemos a nadie ni a nada, porque, aún detrás de esa supuesta nada siempre existe Dios, que es el único con la capacidad y el poder de existir por sí solo, aunque todo lo que existe se acabe.
Y para todos los que gratuitamente no saben encontrar esa fuerza y creen que todo se consigue sólo a través de dar y recibir a cambio de la fuerza y el poder del dinero, de la apariencia de todo los lujos y servicios que ven, aún allí se hace presente por gracia la fuerza de Dios, por el tan grande amor que le profesa a todos, aunque con dolor se de cuenta de que dividen su fe, al ponerla más en el dinero que están pagando por lo que quieren dar o recibir, que en El Poder que viene de ÉL.
Lo único cierto es que si quieres ser sano, debes tener fe en Dios y actuar como sano y desestresarte para que no le permitas al maligno ultrajar ningún miembro de tu cuerpo, con la gran mentira de que si no tienes dinero no sos nada, ni puedes existir, porque esta es la mayor mentira de Satanás para acabar contigo y si creemos en Dios y le creemos a Él, jamás esa mentira podrá hacer efecto en nosotros.