Por © Cira Arroyo Fuentes 04/06/2016 4:34 a.m.
Nota: ¿Quien de ustedes ha tenido la experiencia de ser inmigrante primero en otra tierra o en otro país donde tiene que llegar a empezar una nueva vida teniendo que aprender en muchos casos hasta el idioma y las costumbres para que una vez que ha logrado adaptarse lo mejor posible tener después de haber estado allí por muchos años que regresar a su país natal para llevarse la sorpresa de que ahora es inmigrante en su propia tierra también, porque regresa tan diferente por las nuevas vivencias y costumbres adquiridas que por más que se esfuerce ya no ha podido ser igual a como era antes de emigrar, porque la vida en el exterior le marcó para siempre.
El gran deseo de emigrar a otro lugar o país nace en una persona al no sentirse conforme donde nació o vive sea porque está pasando muchas necesidades o por no tener las oportunidades que podría tener en otro país o por haber conocido en su infancia o juventud mediante los medios de comunicación (TV, Internet, Radio, etc) o personalmente a gente distinta a ella, que al verla le pareció como venidas de otro mundo, con un físico, idioma y costumbres totalmente diferentes a todo lo que en su vida ha visto, que le ha impactado tanto que le despierta el anhelo de conocer ese mundo o esa tierra como sea.
El observar a esas personas con un status de vida diferente, saludables, fuertes, educadas, altas y más hace que una persona no se conforme con el sistema de vida que lleva en su lugar nativo, por lo que empieza a soñar cada vez más alto aumentando así su voluntad de marcharse sea como sea a la primera oportunidad que se le presente, por lo que muchos deciden pasar "mojados" o de manera ilegal, otros buscan la forma de que algún familiar o alguien a quien conocen en ese pais les ayude o los reclame y si no pueden lograrlo de esta forma no les queda más remedio que esforzarse por estudiar y prepararse más para después trabajar, poder ahorrar y viajar por sus propios medios.
Quien es un soñador que anhela emigrar está tan entusiasmado con su sueño que pierde la noción natural de vida cotidiana que sus demás compatriotas tienen y esta vida ya no le interesa y se va apartando de esos que simplemente se conforman con quedarse a luchar en el lugar donde nacieron del cual nunca ni siquiera les pasa la idea de marcharse para otro lado sea porque son conformistas o porque les da temor el lanzarse a descubrir nuevas oportunidades en un lugar desconocido y prefieren quedarse en lo viejo por conocido que arriesgarse a emigrar a lo nuevo por conocer aunque su vida en ese lugar pueda ser mejor y prefieren vivir donde ya están acostumbrados aunque no surjan tanto como la persona que emigra a un lugar mejor.
A los creadores y soñadores esta vida no les basta y siempre quieren conocer cosas nuevas que hay más allá, andar por nuevos mundos, aprender nuevos idiomas y costumbres y si no puede trasladarse físicamente aprende vidas diferentes por medio de vídeos, fotos, leyendo libros, documentales y más de lugares distintos al suyo y lo hacen no por necesidad económica sino por mero placer y si estos sitios se le hacen tan fascinantes que verlos a distancia no les satisface buscan la forma de poder estar en ellos físicamente y no les importa los problemas que se le presenten para lograr su sueño de emigrar.
Como el punto de vista del soñador y su meta de vida es ser cada día mejor y buscar lo mejor para todos sea extrayendo sabios conocimientos de la fuente de vida llena de conocimientos que proviene del Dios que vive en su interior o por medio de nuevas ideas que le puedan aportar personas de otro país, su meta se torna diferente a sus coterráneos ya no le interesa nada de lo que sucede a su alrededor menos aún si la gente es terca, testaruda, cizañosa y corrupta que por dejarse manipular por ambiciosos peces grandes permiten que estos los manejen a su antojo, sin atreverse a llevarles la contraria ni buscar una nueva vida para cambiar el panorama en que vive, en el que no acepta cambios ni se deja ayudar por los soñadores o creadores quienes pueden aportarle nuevas y justas ideas para resolver los problemas que se le presentan en su vida, por lo que el soñador sólo se concentra en perseguir la meta personal que se fijó completamente que es marcharse a otro lugar o país donde sí sea aceptado, escuchado y le permitan SER y HACER lo que tanto ha anhelado para seguir luchando por cumplir sus sueños y aportar a otros todos los consejos nuevos que tiene para dar.
A la persona innovadora le disgusta observar a las personas ser tan conformistas y casarse con goteras de cada problema que les acosa su vida y no hacer nada para cambiar el ritmo de vida que le heredó el pasado, siendo y haciendo repetidamente lo mismo sin atreverse a tener valor de hacer algo para cambiar y ser diferente es inaceptable para toda aquella persona que es positiva y abierta a los cambios siempre que estos sean para mejorar una situación.
Ver a la gente no tener paz porque permite que otros les manipulen, que les cojan como empleados y que sólo vivan a costilla de ellos sin importarles para nada que los que les hacen todo hasta se enfermen es intolerable, porque entre más permitan a otros que les trate así, la cizaña crece y crece hasta que les ahoga, cayendo cada día en una mayor miseria, más enfermedad y más problemas sólo por no atreverse a delegar responsabilidades, poner nuevas reglas y guiar a los demás a que aprendan a ser independientes y que nunca tengan que depender ni coger como empleado, ni hacerle la vida imposible a nadie.
Cuando las personas justas, con nuevas ideas ven perdurar este sistema añejo de vida, temeroso a a innovar y actuar, lleno de negatividad, de costumbrismo, de gente que sólo copia lo que otros en el pasado han hecho, que son renuentes a cambiar y a aceptar que nadie haga nada para cambiarlo, lo único que desean es marcharse a otro lugar donde sus ideas sean escuchadas y tomadas en cuenta.
El problema es que la mayoría de las personas tienen miedo de ser diferentes, y de salirse de entre las garras de los grandes mañosos y ambiciosos manipuladores o manejadores de inmensas masas de gente a la que con astucia les han creado un estilo de vida común para todos, que es repetitivo, encarcelándolos en una vida en la cuál hagan o se dediquen a lo mismo en sus ratos de ocio siempre. Un sistema de vida en el cual son los que se creen más grandes, ricos y poderosos quienes se dan la libertad de hacer con el pueblo lo que se les antoja haciendo bailar a todas las personas como marionetas a su mejor postor, buscando siempre no permitirle a nadie SER ni ser diferente, para que no se les salgan del redil, porque temen que si el pueblo se les despierta del roll de vida al que ellos les tienen acostumbrados perderán clientes que ya no asistirán a los masivos eventos que realizan para sacarle el dinero a todos. Estos manipuladores de masas que cada vez son más ricos a costilla de la gente robotizada no les gusta perder a ninguna persona, porque saben que junto con ella se les puede salir de las manos los familiares de esta y muchas más familias a las que esta persona puede convencer de salirse de frecuentar esas actividades.
Los manipuladores de de masas de gente son los que hacen que un país o un lugar sea pobre porque no le permiten la gente ni pensar y sólo quiere que quieren que participen en las actividades que ellos organizan para llenarse los bolsillos y la gente se presta para esto.
El haber conocido el sistema de vida ordenado que se ejecuta en otro país hace que una persona sea segura y se dé cuenta que todo gobierno o lugar en donde la autoridad que tiene es flexible y tolerante ante la ambición de unos pocos que por lograr le dan pasó argollas llenas de choricerísmo y corrupción que no les importa que todo el pueblo se hunda poco a poco con tal de lograr sus ambiciosos y corruptos sueños personales.
Cuando una persona creativa, soñadora y abierta a cambios ve a toda la gente como hipnotizada llevando la vida como robots viviendo dentro de las costumbres que otros grandes ambiciosos les crean, esta persona se desanima porque observa como todo un pueblo es manejado por unos pocos que los mantienen atontados, adormecidos por medio de los medios de comunicación que tienen que son totalmente manejados y comprados para que obedezcan a los grandes corruptos manipuladores de masas de gente.
Es terrible observar a la gente con un comportamiento totalmente infundido por los medios de comunicación que a leguas se ve que lo único que buscan es sacarles todo el dinero que se ganan en sus trabajos para que se lo gasten en bailes, conciertos, estadios, corridas de toros y más actividades llenas de licor, que los dejan casi limpios, apenas con algo para seguir viviendo.
Si las personas tuvieran una personalidad fuerte con Dios no se dejarían arrastrar de esta manera y tendrían más dinero para invertirlo en su propia realización personal y por ende no habrían tantas familias viviendo tan pobremente por causa de las drogas y los vicios que adquieren al asistir a estos eventos masivos donde el licor, la comida chatarra y la corrupción brilla por su presencia.
Los movilizadores de masas siempre tienen montado todo un negocio con ventas de toda clase para que las personas se gasten hasta el último centavo que tienen.
Si la gente hiciera caso omiso a la publicidad y meditara más en que gasta su dinero y lo ahorrara tendría una mejor vida y no tuviera necesidad de salir huyendo a emigrar a otro país o lugar para cambiar de vida.
Cada país si quiere parar la inmigración que existe hacia su territorio tiene que atacar la corrupción e impedir que la cizaña crezca y no permitir que el pueblo sea dañado por los grandes vendedores de droga que tienen negocios corruptos por todas partes a lo largo y ancho del país. Estos peces grandes tienen quien les trabaje hasta en los pueblos, con todo un negocio ilícito montado para poder llegar a corromper a cada niño o Joven que encuentren inestable para tener un nuevo consumidor o cliente de su corrupto negocio que le dure por muchos años.
En cada evento masivo que organizan estos corruptos y ambiciosos peces grandes lo primero que tienen a la venta son licores, cervezas, gaseosas, cigarros, comida chatarra y para amenizar la fiesta organizan bailes con música bulliciosa que aturde o enloquece a las personas, le sacan el dinero y luego a la gente no le alcanza ni para ahorrar e ir rápido cumpliendo sus sueños personales, porque todo su dinero se lo han dado a otros que cada día son más ricos y nunca se sacian.
A la gente que está embobada por los eventos del mundo no le queda ni tiempo para meditar que está haciendo con su vida y esto es precisamente lo que las grandes multinacionales y nacionales movilizadores de masas quieren que los ambiciosos que hay en cada país quieren, que es que LA GENTE NO MEDITE, NO PIENSE Y CORRA A LLENARLE SU BOLSILLO, AUNQUE LOS DEJEN SIN NADA NI PARA VESTIR NI COMER.
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martes, 8 de octubre de 2019
Dios nos sorprende cuando menos pensamos
© Cira Arroyo Fuentes 0/10/2019 03:28 p.m.
Si nos sentimos como secos, sin nada que aportar, sin deseos de movernos ni de hacer nada, que sólo nos dan ganas de dormir y permanecer como congelados en el tiempo, oremos y auto motivémonos con Dios, y hagamos que nuestros huesos y nuestro cuerpo se mueva, y que nos rompamos la cabeza si es necesario, aunque nos duela, pero mantengámosla viva y no en un estado de vagancia.
Levantémonos y pongamos nuestra mente a pensar, y a nuestro espíritu a meditar porque si nos esforzamos algo saldrá, debido a que nada nos cae del cielo, sino que tenemos que buscarlo en la nada, si es necesario, o inventarlo, y no importa que el mundo nos haga creer que ya todo está hecho o inventado, ... gran mentira del Diablo ... porque si luchamos y buscamos con Dios, de seguro algo nuevo encontraremos, y si no lo logramos en el momento en que queremos y Dios nos hace que tengamos paciencia para que aprendamos a saber esperar, al menos nos queda el gusto de habernos esforzado y no habernos conformado con estar caídos, tirados en el suelo y como muertos en vida haciendo nada.
Recuerda que si estamos vivos, debemos permanecer de pie, luchando y buscando siempre algo nuevo porque esto nos llena de vida y nos mueve a avanzar, aunque en el camino echemos muchas cosas a perder, pero al menos aprendemos y nos perfeccionamos para recibir con gran satisfacción ese momento en que Dios, al observar en nosotros tanto espíritu de búsqueda y tanto esfuerzo se placerá en darnos mucho más de lo que imaginamos o hemos pedido, en el momento en que menos pensamos.
Nunca debemos de perder la fe y la esperanza de hallar lo que buscamos, aunque tengamos que pisar caminos desconocidos abriendo poco a poco el camino con la ayuda de Dios, sea que la búsqueda la hagamos en nuestro interior o exterior, porque Dios es experto en hacernos descubrir ríos de agua viva hasta en los lugares más secos, porque Él es una caja de sorpresas o un hacedor de milagros que nos sorprende cuando menos pensamos.
HISTORIAS DE ELLA Y SU MAMÁ
Un taquito de ojo que he escrito con mucho amor para quienes aman leer.
Por © Cira Arroyo Fuentes 21/06/2016 07:33 p.m.
Desde pequeña escuchaba a ella decirle a sus hijos que tenían que trabajar porque la vida era muy dura y había que esforzarce, pero nunca les dijo que para poder llegar más alto tenían que estudiar, eso lo ocultó porque con desespero quería que rápido la ayudaran aportando dinero o algo de comer al hogar.
Mi mamá era viuda, con 13 hijos muy pequeños. Yo era una de las hermanas mayores, chiquita aún; pero al verla tan pobre y mayor pensé en colaborar en el hogar, así como lo hacían mis compañeros de escuela que desertaban para ayudar a sus familias.
Al terminar segundo grado, apenas aprendí a escribir, leer y operaciones básicas de matemáticas, me salí de la escuela para ayudarla y ni ella ni nadie me lo impidió.
Hacía oficios domésticos, pero no me conformé con eso porque me puse mi sombrero, blusa manga larga, pantalones y botas de hule para trabajar en el campo junto a mis hermanos(as), en la finca de la casa que gracias a Dios era muy grande, con 13 hectáreas a explotar.
Sembrábamos arroz, frijoles, maíz, café y árboles frutales. Ordeñábamos vacas que nos suplían la leche para todos en casa.
Al ser mayor de edad, como lo que producía la finca no alcanzaba y hacía falta dinero, ella me permitió buscar trabajo cerca, en una compañía que construía un proyecto hidroeléctrico y tenía trabajadores que venían de lejos: unos eran jefes, otros empleados de oficina y los demás peones.
Todos necesitaban cocineras, y como yo era experta cocinando en casa, no dudé en pedirles trabajo.
Me pusieron a prueba unos días, les encantó las ollas inmensas que les preparaba con rica comida, me decían que me quedaba exquisita, hasta se chupaban los dedos al saborearla, y sin más ni más me contrataron.
Al poco tiempo me aumentaron el sueldo y pude colaborar con más gastos de la casa y hasta ahorraba.
Compraba mi ropa para trabajar, estar en casa y la mejor para ir a la iglesia el domingo.
No gastaba en pijama porque teníamos sacos de manta que lavábamos y blanqueábamos hasta dejarlos como nuevos, y como mamá tenía maquina de cocer nos las hacía; así como vestidos, camisas, pantalones, y hasta talladores y calzones, pero como éramos tantos, nos fue enseñando a que hiciéramos nuestra ropa, pero los que eran perezosos nunca aprendieron y se les hizo más fácil dejar los sacos enteros y así se metían en ellos a dormir.
A ella le daba risa ver a los que por vagancia usaban los sacos enteros porque se enredaban y caían continuamente, lo que la hacía recordar viejos tiempos con su madre y abuela, en donde hacer usar a los hijos sacos enteros para dormir era obligado para velar por ellos en la noche, pero que protegerles de día era fácil porque aunque unos tuvieran que salir de la casa para ir a la escuela y estar unas horas lejos, sabían que regresaban temprano, con la luz del sol aún y no se atreverían a hacer de las suyas por temor a que alguien les viera, pero en la oscuridad de la noche era muy difícil verlos, por eso hacían que sus hijos(as) se metieran en estos sacos y se acostaran muy temprano a dormir para custodiarles.
Los padres más adinerados, cuyos hijos no estudiaban, tenían fincas grandes donde los mantenían observados todo el día, con su mente bien ocupada trabajando en algo, y en los ratos de ocio, les inventaban juegos o actividades para compartir con ellos y que no se aburrieran, pero las familias de escasos recursos, que con trabajos tenían una casa para vivir, no hallaban que hacer con sus hijos y les era más difícil cuidarlos.
Esa costumbre de usar sacos no sólo existía en mi familia —me decía ella, — sino en todos los hogares de los pueblos desde tiempos remotos, y nos relataba cantidad de historias chistosas que su mamá decía sucedían con esos mentados sacos en su tiempo de juventud, que era peor, porque la tradición era más estricta según la clase social a la que se pertenecía, ya que las familias más adineradas que tenían más cobijas los usaban de manta, y las más pobres de gangoche porque eran más gruesos y calientes, pero que todos se los ponían enteros, en buen estado, bordando en cada saco las iniciales o nombre de su dueño(a) y a las 6:00 p.m. mandaban a todos sus hijos al baño antes de ir a dormir porque después tenían que meterse cada uno en su saco y amarrarlo bien, ...especialmente las niñas y mujeres solteras..., porque esos sacos eran como "La Garantía de la Virginidad", ...ya que en esos tiempos los padres se levantaban de sorpresa a cualquier hora de la noche, ... diferente cada día, ...hasta varias veces, ... para rondar los cuartos y ver si todos sus hijos(as) dormían, ...y por la mañana revisaban los sacos para ver como estaban, ... y si tenían huecos o señales de maltrato había problema, ya que significaba que su dueño(a) había hecho fechorías en la noche, ... formándose gran alboroto y los padres investigaban con todos los miembros del hogar para ver por qué ese saco estaba roto, sucio o dañado.
Mamá decía que a esos sacos muchos(as) los odiaban, inclusive ella y su abuela, porque al tener que usarlos a oscuras, si a alguno(a) le daba ganas de ir al baño, se enredaba entre su saco y caía provocando un gran escándalo, que hacía que los padres y demás miembros de la familia se levantaran para ver que estaba pasando, y si la ida o venida era de verdad al baño nada pasaba, pero si agarraban a alguien con las manos en la masa, o más bien en los cuerpos, por haber dejado entrar a escondidas en su cuarto a su enamorado(a), o faltaba alguien en su cama que se había escapado por la ventana, le esperaban para cacharle al regreso de su conquista, para obligarle a casarse si es que se había jalado una torta.
Y como fueron muchos los sacos rotos y maltratados que encontraron junto con quienes les causaron esos daños, fueron gran cantidad de matrimonios que se efectuaron de manera forzada, porque muchas eran menores de edad, y la honra de las mujeres tenía que cuidarse, y también la de los hombres porque cada uno representaba el honor de cada familia, que se respetaba mucho en esa época de antaño, porque por las acciones de uno o varios miembros de un hogar juzgaban a todos, por eso cada familia se cuidaba de no adquirir mala reputación.
Mamá decía que la noche sólo era para dormir, que empezaba a las 6:00 p.m., apenas la luz del sol descendía y que el día era para estudiar, trabajar o pasear en la finca por el campo, y que para trasladarse de un lado a otro lo hacían por un camino que se había demarcado por tanto pisoteo sobre el césped y el monte, porque la gente pasaba por allí continuamente a pie, a caballo, en carretas con bueyes, ganado y otros animales, causando que siempre estuviera en mal estado y más ancho cada vez según su uso, pero que cuando llovía se llenaba de barro y pozos de agua, y los únicos que se divertían eran los chiquillos porque les encantaba chapotear y jugar en ellos, especialmente cuando los mandaban a hacer un mandado o iban a la escuela.
Ella decía que por ese sendero de antaño se construyó primero una media calle, toda mal hecha, con vueltas por todas partes, siguiendo el curso que gente sin ningún estudio, ni ningún conocimiento de topografía ni ingeniería decidieron darle, sólo dejándose llevar por el instinto de que ese trayecto era el más seguro para llegar a su destino; y aunque la gente en esa época casi no salía porque se pasaba la mayor parte de su tiempo trabajando en su casa, su finca o fincas vecinas, en algunas ocasiones tenían que salir de su finca para pasar por este camino público que les daba un verdadero dolor de cabeza usar, por el mal estado en que se encontraba porque como estaba lleno de piedras y tierra les era muy difícil caminar por allí y más aún en invierno.
Explicaba que las mujeres, especialmente las madres que tenían que lavar la ropa de la familia, sufrían porque tenían que hacerlo en el río, y a muchas les quedaba muy lejos, por lo que tenían que armarse de paciencia porque tenían que caminar por fuerza por la mala calle, ya que sólo había un río en el pueblo para usarlo todas, que era el lugar donde se resumía gran parte de su vida diaria bajo el sol, en el cuál gracias a Dios se protegían al sombrearse entre muchos árboles a la orilla del río, lo que hacía que pudieran permanecer por varias horas en ese lugar, lavando con bateas o sobre las piedras a lo largo del río, usando esa agua del río que antes era limpia y cristalina.
Ella, con picarona sonrisa, comentaba que mientras lavaban, sucedían muchas anécdotas y aventuras porque el río se tornaba como un lugar de reunión común.
Un espacio de todos, ... libre, ...en donde mujeres, chiquitas, jóvenes o adultas de varios pueblos, estaban unas lavando y otras personas acompañándolas para que no fueran solas, pero como muchos(s) no estaban haciendo nada, se armaba una camaradería tremenda entre todos(as) a lo largo del río, y aunque era un ambiente sano, siempre sucedían inesperadas escapadas de algunas, las más torteras, porque muchos hombres aprovechaban la estadía de las mujeres en el río, para darse un disimulado paseo en horas libres de trabajo o hasta en horas laborables, para ver a cuál mujer podían conquistar, unos lo hacían muy respetuosamente y le conversaban a su enamorada frente a su familia o toda la gente, pero otros se la llevaban diseque a dar un paseo a la orilla del río o por el campo, donde vivían rápidas aventuras a escondidas, ... con sólo la naturaleza como testigo, ...pero cuando la verdad salía a la luz en embarazos inesperados, aparecían por ende nuevos matrimonios forzados si es que lograban hacer que se casaran.
Así era como las mujeres conocían muchachos u hombres adultos, que calculaban muy bien la hora de estadía de ellas en el río, ya que sabían que además de lavar, muchas usaban ese tiempo para llevar una merienda, poner una sábana o mantel viejo sobre el suelo, hacer un picnic, bañarse y nadar en el río.
Era el tiempo en que la mujer casada disfrutaba junto a su esposo, si él no estaba trabajando, y con sus hijos; pero las solteras se divertían un rato, fuera a solas, con amistades o hasta enamorados, en donde todos pasaban horas no sólo lavando, sino en ocio y alegría donde compartían alimentos también.
Me decía, que el problema era que a la orilla del río, no sólo había mucha alegría, sino también gran tristeza porque al ser un lugar peligroso, aveces sucedían accidentes o se perdía alguien, fuera un niño, un joven o un adulto, a quién buscaban con gran desesperación hasta encontrarle. A muchos pudieron salvarles la vida, pero a otros no, porque se ahogaron en el río, el canal, sequías y pozas del pueblo, por eso cuando alguien desaparecía, estos eran los primeros sitios en que les buscaban porque sabían que a todos les encantaba pasear e ir a nadar por esos lugares tan libres frescos y tranquilos.
Cuando recordaba estas vivencias tristes en estos sitios sufría, pero se ponía muy orgullosa y alegre al contarnos como ella había podido salvar muchas vidas porque sabía nadar muy bien, ya que desde niña siempre había vivido cerca de muchos lugares para nadar y "era como un pez cuando estaba en el agua" porque con suma destreza volteaba boca arriba a la persona que se estaba ahogando, la sujetaba fuertemente de sus cabellos y se la ponía en la espalda, al mismo tiempo que nadaba, jalándola hacia la orilla, sin permitir que en ningún momento la otra persona se volteara o la agarrara, porque si lo hacía se podían ahogar ambas.
Decía que tuvo la gran satisfacción de salvar muchas vidas en el río, el canal, sequías y pozas; pero también gran desilusión por las veces que no pudo hacerlo porque ya era tarde, como una vez que después de horas de buscar a un niño lo vio flotando, ya fallecido sobre el río y tuvo con gran valentía que sacar su cuerpo para dárselo a su madre y que en otra ocasión tampoco tuvo tiempo de salvar a una muchacha.
Ella decía que era una experta nadadora, que siempre vio los peligros latentes de todos estos lugares con mucha agua y gran profundidad que rodeaban a todos, por eso enseñó a todos sus hijos a nadar, aunque fuera con calabazos porque como vivían muy cerca de estos sitios acuosos, temía que alguno pudiera caer en uno de ellos y ahogarse por no saber nadar.
Montaba y corría a caballo con gran destreza por todas partes, pero ninguno de sus hijos aprendió nunca a nadar ni montar tan bien como ella.
Todo el tiempo se sentía muy complacida por haber brindado primeros auxilios a muchas personas en el pueblo, tanto hermanos(as), familiares y amistades; cuando alguno se atoraba, fuera con comida, algún objeto o juguete que accidentalmente se tragaban, y con gran orgullo decía que había servido como partera a muchas mujeres que no iban al hospital en ese tiempo y que preferían dar a luz en sus casas.
Oraba siempre procurando que sus hijos y todas las personas hicieran lo mismo para que invirtieran su tiempo libre rezando, ya que ella era rezadora tanto en su pueblo como en lugares vecinos porque nunca decía que no a las personas que la invitaban a orar, y a la gente le encantaba escucharla cantar todos los coros porque tenía una voz fuerte y melodiosa.
Contaba que esos momentos de oración eran muy amenos porque además de orar, repartían a todos comida: frescos, café, pan, postres, y no podía faltar el trago geande straigh para los adultos, el guarito con cirope servido en vasos más pequeños para los jóvenes y el guarito con cirope o ponche servido en copitas bien pequeñas para los niños.
Decía que eso era lo que se acostumbraba hacer antes en los pueblos del campo y que aún hoy día se sigue realizando en muchas partes.
Ella repetía constantemente como desde chiquita le encantaba cantar y jugar, y como muy pronto, tuvo que cambiar el juego por el trabajo, por la necesidad tan grande que tenía, porque desde niña tuvo que coger café y trabajar al campo, por lo que todos los días debía de acostarse muy temprano como a las 6:00 p.m y levantarse de madrugada como a las 3:00 a.m. porque tenía que poner a cocinar maíz, molerlo, hacer tortillas y hasta tostar y moler granos de café para preparar el desayuno en el que usualmente se servía café, tortillas, queso, natilla y huevo frescos a una muy temprana hora del día.
Los trastos los lavaban con ceniza y la gente se bañaba con agua de pozo, en el río, quebradas o sequías. El servicio sanitario que en ese tiempo le llamaban escusado lo construían fuera de la casa en un pequeño aposento cerrado con tablas o latas de zinc, que en su interior tenía un hueco al cual cubrían con un asiento.
Los abuelos y padres se reunían con sus hijos a contarles cuentos, historias y leyendas que no leían sino que repetían de memoria de generación en generación o que eran inventadas por ellos mismos.
Ella decía que cuando los padres querían que sus hijos fueran obedientes las historias que les contaban eran de miedo, para que tuvieran temor y les obedecieran porque con las leyendas de sustos hacían más caso por miedo a que les saliera el hombre sin cabeza, la mano peluda, la llorona, el cadejo, etc. También les decían que si no se portaban bien el niño o niñito Dios no les traería regalos en Navidad porque eso era lo que se acostumbraba hacer desde generación tras generación desde hacía mucho tiempo, entonces obedecían.
Ese era su mundo, contando una y otra vez a todos a través del tiempo, todas las anécdotas que pasaba cuando trabajaba con sus hermanos(as) en el campo, los chistes que hacían, las canciones que cantaban, porque se daban gusto trabajando y cantando a la vez, vestidos(as) con las ropas más viejas que tenían, con pantalón y camisa de manga larga, sombrero y botas de hule para cuidarse o protegerse la piel tanto del sol como de la lluvia, pero el ambiente era muy alegre, ameno y lo único que opacaba la paz en los hogares era el licor y el cigarro que desde tiempos pasados causaba daños en las familias acarreando muchos problemas por el consumo de estas sustancias nocivas.
Ella en general se sentía muy en paz con Dios y decía que siempre había hecho de todo, que era multiusos y que asimismo era su mamá, "Un Yunque de Mujer", y que le gustaría que las mujeres de hoy fuesen aún mejor que ellas, ...dejándonos de verdad un reto bastante difícil de cumplir...porque todos los tiempos son diferentes, tienen sus propias dificultades y sus propias vivencias; y los de hoy, aunque parecen más fáciles son más difíciles por la contaminación, materialismo y libertinaje desenfrenado que existe.
Gracias a Dios que es único, perfecto, e incambiante en todo tiempo ese deseo de ella para las mujeres de hoy, cada una de acuerdo a nuestras posibilidades lo podemos cumplir porque la vida de cada mujer es única en nuestro tiempo y cada una de nosotras la vive con Dios de la mejor manera y a nuestro propio paso, no al paso de ellas ni de los demás.
Por © Cira Arroyo Fuentes 21/06/2016 07:33 p.m.
Desde pequeña escuchaba a ella decirle a sus hijos que tenían que trabajar porque la vida era muy dura y había que esforzarce, pero nunca les dijo que para poder llegar más alto tenían que estudiar, eso lo ocultó porque con desespero quería que rápido la ayudaran aportando dinero o algo de comer al hogar.
Mi mamá era viuda, con 13 hijos muy pequeños. Yo era una de las hermanas mayores, chiquita aún; pero al verla tan pobre y mayor pensé en colaborar en el hogar, así como lo hacían mis compañeros de escuela que desertaban para ayudar a sus familias.
Al terminar segundo grado, apenas aprendí a escribir, leer y operaciones básicas de matemáticas, me salí de la escuela para ayudarla y ni ella ni nadie me lo impidió.
Hacía oficios domésticos, pero no me conformé con eso porque me puse mi sombrero, blusa manga larga, pantalones y botas de hule para trabajar en el campo junto a mis hermanos(as), en la finca de la casa que gracias a Dios era muy grande, con 13 hectáreas a explotar.
Sembrábamos arroz, frijoles, maíz, café y árboles frutales. Ordeñábamos vacas que nos suplían la leche para todos en casa.
Al ser mayor de edad, como lo que producía la finca no alcanzaba y hacía falta dinero, ella me permitió buscar trabajo cerca, en una compañía que construía un proyecto hidroeléctrico y tenía trabajadores que venían de lejos: unos eran jefes, otros empleados de oficina y los demás peones.
Todos necesitaban cocineras, y como yo era experta cocinando en casa, no dudé en pedirles trabajo.
Me pusieron a prueba unos días, les encantó las ollas inmensas que les preparaba con rica comida, me decían que me quedaba exquisita, hasta se chupaban los dedos al saborearla, y sin más ni más me contrataron.
Al poco tiempo me aumentaron el sueldo y pude colaborar con más gastos de la casa y hasta ahorraba.
Compraba mi ropa para trabajar, estar en casa y la mejor para ir a la iglesia el domingo.
No gastaba en pijama porque teníamos sacos de manta que lavábamos y blanqueábamos hasta dejarlos como nuevos, y como mamá tenía maquina de cocer nos las hacía; así como vestidos, camisas, pantalones, y hasta talladores y calzones, pero como éramos tantos, nos fue enseñando a que hiciéramos nuestra ropa, pero los que eran perezosos nunca aprendieron y se les hizo más fácil dejar los sacos enteros y así se metían en ellos a dormir.
A ella le daba risa ver a los que por vagancia usaban los sacos enteros porque se enredaban y caían continuamente, lo que la hacía recordar viejos tiempos con su madre y abuela, en donde hacer usar a los hijos sacos enteros para dormir era obligado para velar por ellos en la noche, pero que protegerles de día era fácil porque aunque unos tuvieran que salir de la casa para ir a la escuela y estar unas horas lejos, sabían que regresaban temprano, con la luz del sol aún y no se atreverían a hacer de las suyas por temor a que alguien les viera, pero en la oscuridad de la noche era muy difícil verlos, por eso hacían que sus hijos(as) se metieran en estos sacos y se acostaran muy temprano a dormir para custodiarles.
Los padres más adinerados, cuyos hijos no estudiaban, tenían fincas grandes donde los mantenían observados todo el día, con su mente bien ocupada trabajando en algo, y en los ratos de ocio, les inventaban juegos o actividades para compartir con ellos y que no se aburrieran, pero las familias de escasos recursos, que con trabajos tenían una casa para vivir, no hallaban que hacer con sus hijos y les era más difícil cuidarlos.
Esa costumbre de usar sacos no sólo existía en mi familia —me decía ella, — sino en todos los hogares de los pueblos desde tiempos remotos, y nos relataba cantidad de historias chistosas que su mamá decía sucedían con esos mentados sacos en su tiempo de juventud, que era peor, porque la tradición era más estricta según la clase social a la que se pertenecía, ya que las familias más adineradas que tenían más cobijas los usaban de manta, y las más pobres de gangoche porque eran más gruesos y calientes, pero que todos se los ponían enteros, en buen estado, bordando en cada saco las iniciales o nombre de su dueño(a) y a las 6:00 p.m. mandaban a todos sus hijos al baño antes de ir a dormir porque después tenían que meterse cada uno en su saco y amarrarlo bien, ...especialmente las niñas y mujeres solteras..., porque esos sacos eran como "La Garantía de la Virginidad", ...ya que en esos tiempos los padres se levantaban de sorpresa a cualquier hora de la noche, ... diferente cada día, ...hasta varias veces, ... para rondar los cuartos y ver si todos sus hijos(as) dormían, ...y por la mañana revisaban los sacos para ver como estaban, ... y si tenían huecos o señales de maltrato había problema, ya que significaba que su dueño(a) había hecho fechorías en la noche, ... formándose gran alboroto y los padres investigaban con todos los miembros del hogar para ver por qué ese saco estaba roto, sucio o dañado.
Mamá decía que a esos sacos muchos(as) los odiaban, inclusive ella y su abuela, porque al tener que usarlos a oscuras, si a alguno(a) le daba ganas de ir al baño, se enredaba entre su saco y caía provocando un gran escándalo, que hacía que los padres y demás miembros de la familia se levantaran para ver que estaba pasando, y si la ida o venida era de verdad al baño nada pasaba, pero si agarraban a alguien con las manos en la masa, o más bien en los cuerpos, por haber dejado entrar a escondidas en su cuarto a su enamorado(a), o faltaba alguien en su cama que se había escapado por la ventana, le esperaban para cacharle al regreso de su conquista, para obligarle a casarse si es que se había jalado una torta.
Y como fueron muchos los sacos rotos y maltratados que encontraron junto con quienes les causaron esos daños, fueron gran cantidad de matrimonios que se efectuaron de manera forzada, porque muchas eran menores de edad, y la honra de las mujeres tenía que cuidarse, y también la de los hombres porque cada uno representaba el honor de cada familia, que se respetaba mucho en esa época de antaño, porque por las acciones de uno o varios miembros de un hogar juzgaban a todos, por eso cada familia se cuidaba de no adquirir mala reputación.
Mamá decía que la noche sólo era para dormir, que empezaba a las 6:00 p.m., apenas la luz del sol descendía y que el día era para estudiar, trabajar o pasear en la finca por el campo, y que para trasladarse de un lado a otro lo hacían por un camino que se había demarcado por tanto pisoteo sobre el césped y el monte, porque la gente pasaba por allí continuamente a pie, a caballo, en carretas con bueyes, ganado y otros animales, causando que siempre estuviera en mal estado y más ancho cada vez según su uso, pero que cuando llovía se llenaba de barro y pozos de agua, y los únicos que se divertían eran los chiquillos porque les encantaba chapotear y jugar en ellos, especialmente cuando los mandaban a hacer un mandado o iban a la escuela.
Ella decía que por ese sendero de antaño se construyó primero una media calle, toda mal hecha, con vueltas por todas partes, siguiendo el curso que gente sin ningún estudio, ni ningún conocimiento de topografía ni ingeniería decidieron darle, sólo dejándose llevar por el instinto de que ese trayecto era el más seguro para llegar a su destino; y aunque la gente en esa época casi no salía porque se pasaba la mayor parte de su tiempo trabajando en su casa, su finca o fincas vecinas, en algunas ocasiones tenían que salir de su finca para pasar por este camino público que les daba un verdadero dolor de cabeza usar, por el mal estado en que se encontraba porque como estaba lleno de piedras y tierra les era muy difícil caminar por allí y más aún en invierno.
Explicaba que las mujeres, especialmente las madres que tenían que lavar la ropa de la familia, sufrían porque tenían que hacerlo en el río, y a muchas les quedaba muy lejos, por lo que tenían que armarse de paciencia porque tenían que caminar por fuerza por la mala calle, ya que sólo había un río en el pueblo para usarlo todas, que era el lugar donde se resumía gran parte de su vida diaria bajo el sol, en el cuál gracias a Dios se protegían al sombrearse entre muchos árboles a la orilla del río, lo que hacía que pudieran permanecer por varias horas en ese lugar, lavando con bateas o sobre las piedras a lo largo del río, usando esa agua del río que antes era limpia y cristalina.
Ella, con picarona sonrisa, comentaba que mientras lavaban, sucedían muchas anécdotas y aventuras porque el río se tornaba como un lugar de reunión común.
Un espacio de todos, ... libre, ...en donde mujeres, chiquitas, jóvenes o adultas de varios pueblos, estaban unas lavando y otras personas acompañándolas para que no fueran solas, pero como muchos(s) no estaban haciendo nada, se armaba una camaradería tremenda entre todos(as) a lo largo del río, y aunque era un ambiente sano, siempre sucedían inesperadas escapadas de algunas, las más torteras, porque muchos hombres aprovechaban la estadía de las mujeres en el río, para darse un disimulado paseo en horas libres de trabajo o hasta en horas laborables, para ver a cuál mujer podían conquistar, unos lo hacían muy respetuosamente y le conversaban a su enamorada frente a su familia o toda la gente, pero otros se la llevaban diseque a dar un paseo a la orilla del río o por el campo, donde vivían rápidas aventuras a escondidas, ... con sólo la naturaleza como testigo, ...pero cuando la verdad salía a la luz en embarazos inesperados, aparecían por ende nuevos matrimonios forzados si es que lograban hacer que se casaran.
Así era como las mujeres conocían muchachos u hombres adultos, que calculaban muy bien la hora de estadía de ellas en el río, ya que sabían que además de lavar, muchas usaban ese tiempo para llevar una merienda, poner una sábana o mantel viejo sobre el suelo, hacer un picnic, bañarse y nadar en el río.
Era el tiempo en que la mujer casada disfrutaba junto a su esposo, si él no estaba trabajando, y con sus hijos; pero las solteras se divertían un rato, fuera a solas, con amistades o hasta enamorados, en donde todos pasaban horas no sólo lavando, sino en ocio y alegría donde compartían alimentos también.
Me decía, que el problema era que a la orilla del río, no sólo había mucha alegría, sino también gran tristeza porque al ser un lugar peligroso, aveces sucedían accidentes o se perdía alguien, fuera un niño, un joven o un adulto, a quién buscaban con gran desesperación hasta encontrarle. A muchos pudieron salvarles la vida, pero a otros no, porque se ahogaron en el río, el canal, sequías y pozas del pueblo, por eso cuando alguien desaparecía, estos eran los primeros sitios en que les buscaban porque sabían que a todos les encantaba pasear e ir a nadar por esos lugares tan libres frescos y tranquilos.
Cuando recordaba estas vivencias tristes en estos sitios sufría, pero se ponía muy orgullosa y alegre al contarnos como ella había podido salvar muchas vidas porque sabía nadar muy bien, ya que desde niña siempre había vivido cerca de muchos lugares para nadar y "era como un pez cuando estaba en el agua" porque con suma destreza volteaba boca arriba a la persona que se estaba ahogando, la sujetaba fuertemente de sus cabellos y se la ponía en la espalda, al mismo tiempo que nadaba, jalándola hacia la orilla, sin permitir que en ningún momento la otra persona se volteara o la agarrara, porque si lo hacía se podían ahogar ambas.
Decía que tuvo la gran satisfacción de salvar muchas vidas en el río, el canal, sequías y pozas; pero también gran desilusión por las veces que no pudo hacerlo porque ya era tarde, como una vez que después de horas de buscar a un niño lo vio flotando, ya fallecido sobre el río y tuvo con gran valentía que sacar su cuerpo para dárselo a su madre y que en otra ocasión tampoco tuvo tiempo de salvar a una muchacha.
Ella decía que era una experta nadadora, que siempre vio los peligros latentes de todos estos lugares con mucha agua y gran profundidad que rodeaban a todos, por eso enseñó a todos sus hijos a nadar, aunque fuera con calabazos porque como vivían muy cerca de estos sitios acuosos, temía que alguno pudiera caer en uno de ellos y ahogarse por no saber nadar.
Montaba y corría a caballo con gran destreza por todas partes, pero ninguno de sus hijos aprendió nunca a nadar ni montar tan bien como ella.
Todo el tiempo se sentía muy complacida por haber brindado primeros auxilios a muchas personas en el pueblo, tanto hermanos(as), familiares y amistades; cuando alguno se atoraba, fuera con comida, algún objeto o juguete que accidentalmente se tragaban, y con gran orgullo decía que había servido como partera a muchas mujeres que no iban al hospital en ese tiempo y que preferían dar a luz en sus casas.
Oraba siempre procurando que sus hijos y todas las personas hicieran lo mismo para que invirtieran su tiempo libre rezando, ya que ella era rezadora tanto en su pueblo como en lugares vecinos porque nunca decía que no a las personas que la invitaban a orar, y a la gente le encantaba escucharla cantar todos los coros porque tenía una voz fuerte y melodiosa.
Contaba que esos momentos de oración eran muy amenos porque además de orar, repartían a todos comida: frescos, café, pan, postres, y no podía faltar el trago geande straigh para los adultos, el guarito con cirope servido en vasos más pequeños para los jóvenes y el guarito con cirope o ponche servido en copitas bien pequeñas para los niños.
Decía que eso era lo que se acostumbraba hacer antes en los pueblos del campo y que aún hoy día se sigue realizando en muchas partes.
Ella repetía constantemente como desde chiquita le encantaba cantar y jugar, y como muy pronto, tuvo que cambiar el juego por el trabajo, por la necesidad tan grande que tenía, porque desde niña tuvo que coger café y trabajar al campo, por lo que todos los días debía de acostarse muy temprano como a las 6:00 p.m y levantarse de madrugada como a las 3:00 a.m. porque tenía que poner a cocinar maíz, molerlo, hacer tortillas y hasta tostar y moler granos de café para preparar el desayuno en el que usualmente se servía café, tortillas, queso, natilla y huevo frescos a una muy temprana hora del día.
Los trastos los lavaban con ceniza y la gente se bañaba con agua de pozo, en el río, quebradas o sequías. El servicio sanitario que en ese tiempo le llamaban escusado lo construían fuera de la casa en un pequeño aposento cerrado con tablas o latas de zinc, que en su interior tenía un hueco al cual cubrían con un asiento.
Los abuelos y padres se reunían con sus hijos a contarles cuentos, historias y leyendas que no leían sino que repetían de memoria de generación en generación o que eran inventadas por ellos mismos.
Ella decía que cuando los padres querían que sus hijos fueran obedientes las historias que les contaban eran de miedo, para que tuvieran temor y les obedecieran porque con las leyendas de sustos hacían más caso por miedo a que les saliera el hombre sin cabeza, la mano peluda, la llorona, el cadejo, etc. También les decían que si no se portaban bien el niño o niñito Dios no les traería regalos en Navidad porque eso era lo que se acostumbraba hacer desde generación tras generación desde hacía mucho tiempo, entonces obedecían.
Ese era su mundo, contando una y otra vez a todos a través del tiempo, todas las anécdotas que pasaba cuando trabajaba con sus hermanos(as) en el campo, los chistes que hacían, las canciones que cantaban, porque se daban gusto trabajando y cantando a la vez, vestidos(as) con las ropas más viejas que tenían, con pantalón y camisa de manga larga, sombrero y botas de hule para cuidarse o protegerse la piel tanto del sol como de la lluvia, pero el ambiente era muy alegre, ameno y lo único que opacaba la paz en los hogares era el licor y el cigarro que desde tiempos pasados causaba daños en las familias acarreando muchos problemas por el consumo de estas sustancias nocivas.
Ella en general se sentía muy en paz con Dios y decía que siempre había hecho de todo, que era multiusos y que asimismo era su mamá, "Un Yunque de Mujer", y que le gustaría que las mujeres de hoy fuesen aún mejor que ellas, ...dejándonos de verdad un reto bastante difícil de cumplir...porque todos los tiempos son diferentes, tienen sus propias dificultades y sus propias vivencias; y los de hoy, aunque parecen más fáciles son más difíciles por la contaminación, materialismo y libertinaje desenfrenado que existe.
Gracias a Dios que es único, perfecto, e incambiante en todo tiempo ese deseo de ella para las mujeres de hoy, cada una de acuerdo a nuestras posibilidades lo podemos cumplir porque la vida de cada mujer es única en nuestro tiempo y cada una de nosotras la vive con Dios de la mejor manera y a nuestro propio paso, no al paso de ellas ni de los demás.
EL SUEÑO DE CIRA DE EMIGRAR A U.S.A.
Por © Cira Arroyo Fuentes 25/04/2016 12:11 p.m.
"Viajar a otro país con buen dinero, sea por negocios o por placer, como turista y por corto tiempo, es muy distinto a querer vivir en él por mucho tiempo o para siempre porque para hacerlo, es mejor prepararse con anticipación, esforzándose por estudiar no sólo una carrera, sino el idioma del lugar, para poder comunicarse, trabajar y ganar buen dinero para mantenerse allí; pero muchos sin pensarlo, se marchan a la carrera, a vivir en un país desconocido, sin estar listos aún, y por eso pasan grandes dificultades para poder adaptarse a esa nueva tierra".
Todos en la vida tenemos sueños que nos nacen en nuestra niñez, y quien mejor para hablar sobre este tema que Cira, una niña curiosa y soñadora de un pueblo, que nació y creció en el campo, que siempre se pasaba soñando y volando en las nubes, imaginando historias diferentes en la el lugar donde vivía, las que escribía a escondidas en cuanto papel se encontraba, que podía poner sobre las piedras más planas que hallaba en los lugares más recógnitos de la finca, para escribir encima de ellas, como si fueran sus mesas, ... con suma tranquilidad y sin que nadie la viera.
Así pasaba su infancia siendo una niña inocente, curiosa, soñadora, juguetona y tranquila, ... conforme con su mundo, ...hasta que un día llegaron a visitar su comunidad un grupo de jóvenes del Cuerpo de Paz de U.S.A. y su vida dio un drástico giro, al empezar a sentirse inconforme con el panorama del lugar en que vivía, porque en medio de su inocente y fantasiosa vida, se admiró grandemente al empezar a ver llegar al pueblo en que vivía, a gente tan distinta a la que siempre había visto porque al observarlos le parecieron como personas salidas de otro mundo o de otro planeta, debido a que una gran mayoría eran sumamente altos, robustos, rubios, con piel muy blanca, mejillas rosagantes y hermosos ojos azules, en fin, personas muy diferentes a las que solía ver en el lugar.
Ella era muy curiosa, pero tímida a la vez, por eso se conformó con observarlos a distancia por un tiempo, y se dio cuenta de que eran muy amables, serviciales, y que toda la gente del lugar confiaba en ellos, por lo que un día, ya sin miedo, tuvo la confianza de acercarse a hablarles:
—¡Hola!, mi nombre es Cira —les dijo.
—¡Hello!, le dijeron unos, —¡Hi!, le contestaron otros, y todos muy alegres y sonrientes al verla empezaron a presentarse uno por uno.
Con sólo unas palabras que escuchó, Cira no les entendió nada, por lo que mediante señas y gestos les preguntó:
—¿De dónde son ustedes?
—De diferentes estados de U.S.A. —les contestaron.
—¿Qué idioma hablan? —les dijo ella.
—Inglés —le respondieron.
—¿Cómo se dice cielo en Inglés? —les preguntó ella señalando arriba hacia el firmamento.
—Sky —le dijeron.
Y así sucesivamente le nació el deseo de aprender más y más palabras de su idioma que poco a poco les fue preguntando como se decían y ellos por su sed de saber Español hacían lo mismo.
Desde ese momento en adelante sus encuentros se hicieron frecuentes entendiéndose más cada vez, hasta que un día ella con gran seguridad, muy decidida y apresurada les dijo:
—Amigos, quiero visitar su país, pero necesito que alguien me ayude —les dijo.
—Now you're too young, but when you grow up you can go —le contestaron.
Cira los escuchó muy detenidamente, pero no les entendió nada, por lo que hizo que le explicaran en su enredado Español y hasta por señas que le habían dicho, hasta que les entendió y les dijo:
—Quiero ir ya —les dice ella muy seria y decidida.
—Tener paciencia Cira, aún eres una niña, harás todo a su tiempo, cuando seas mayor de edad, primero esfuérzate mucho en estudiar y prepárate para una carrera en la que trabajes y ganes mucho dinero, entonces podrás ir. —le contestaron.
—Está bien, pero si puedo hacerlo antes, buscaré la manera de ir —les dijo.
Pasaron los años y fueron llegando nuevos grupos, con los que Cira sin perder el tiempo, siempre aprovechaba para practicar Inglés, aprendiendo un poco más cada vez, y por más que trató que alguno la apoyara para irse, lógicamente nunca lo consiguió, porque todos sabían que aún era una pequeña niña y que sus padres nunca le permitirían irse, ya que apenas estaba en la escuela, empezando a vivir, pero no por esto su sueño desvaneció jamás.
Como su meta o sueño se apoderó fijamente en su mente y todo su ser, ella sabía que tenía su camino bien trazado, y empezó a poner en práctica los consejos que los primeros jóvenes que conoció le habían dado, por lo que arduamente se esforzaba por estudiar en el colegio, poniendo un gran énfasis al Inglés, que fue el idioma que escogió en sus dos últimos años de bachillerato para graduarse, pero al no aprender lo suficiente, ya que en ese tiempo no se lo enseñaron debidamente, planeaba entrar a la Universidad, pero sus padres cambiaron el rumbo de su vida al ponerla a estudiar otra carrera en un centro privado diferente.
Y como ella tenía una tía y primos que vivían en New York, U.S.A., quienes venían una vez al año a visitar a su familia, siempre les pedía que se la llevaran, pero ni aún siendo mayor de edad lo hicieron nunca.
Al cumplir 22 años, cuando Cira menos lo esperaba, asistió a la vela de una prima que la habían traído desde Miami para enterrarla en Costa Rica y aquí conoció a su hijo, que había venido de Miami, se gustaron, se vieron varias veces, tuvieron un noviazgo a distancia, al poco tiempo se casaron, y se se la llevó a vivir a U.S.A.
Ella obtuvo su residencia aquí pero tuvo que empezar a adaptarse a una nueva vida pasando de ser una joven de pueblo a mujer de ciudad, de soltera a casada y de ciudadana estable en su país a ser inmigrante en otro país completamente desconocido también.
Al llegar a Miami, Fla, U.S.A. se impactó al ver un lugar tan inmenso, muy diferente al pequeño pueblo en que siempre había vivido, porque veía grandes edificios, amplias carreteras, caseríos inmensos cercanos a grandes centros comerciales ubicados por todas partes. Veía todo limpio y ordenado con todas las construcciones debidamente ordenadas en cuadrantes y por más lejos que dirigiera su mirada no veía ninguna montaña ni muchas plantas ni árboles, sino unicamente planicie saturada de altas y bajas construcciones desde donde a lo lejos podía divisar el amplio mar.
Un lugar donde empezó a conocer gente con costumbres y alimentación diferente, que solían comprar sus comestibles no en pulperías ni abastecedores como hacía ella en su país natal, sino en grandes cadenas de supermercados en donde sólo leía Inglés por todas partes, pero como ella aún no lo entendía bien, fueron muchos productos y dinero que desperdició, porque por error compró cosas que no le sirvieron o no le gustaron, que tuvo que regalarlas y otras que por pensar que estaban dañadas las botó a la basura, como por ejemplo muchos quesos finos y caros que al saberle tan amargos pensó que no servían, pero eran quesos que se comían combinados con otros alimentos para realzar su sabor, pero esto ella no lo sabía.
En una ocasión compró unas latas que pensó que eran carne por la única palabra que entendió y creyó que era carne o atún enlatado, como los que compraba en su pequeño pueblo, pero cuando llegó a la casa y sacó las compras su esposo le dijo:
—Cira, ¿para qué compraste esas latas?.
—Para comerlas —le contestó ella con cara muy antojada.
—Hmmm,...¿para que se las coma quién? —le dijo su esposo de forma sarcástica y burlista—
—Porque nosotros no tenemos gatos en casa —agregó él.
Entonces ella con faz enrojecida y mucho disimulo observó las latas, que eran muchas por cierto porque creyó haber logrado una gran ganga al comprarlas tan baratas y vio con más detenimiento que cada una traía pintado un gatito pequeño que apenas si se veía, por lo que de inmediato buscó su diccionario de Inglés, tradujo todas las otras palabras además de "meat", única que había entendido, y vio que era comida para gatos, por lo que se puso a reír a carcajadas junto a su esposo y de allí en adelante su diccionario de Español-Inglés fue su mejor aliado dondequiera que iba para no "volver a meter la pata" ni cometer un error parecido o peor otra vez.
Esta etapa de adaptación y aprendisaje le causaron a Cira grandes dolores de cabeza y le salió bastante cara, pero valió la pena porque poco a poco fue aprendiendo muchas cosas y teniendo cantidad de experiencias nuevas que marcaron su vida para siempre.
Paulatinamente después fue teniendo sus hijos, pero al no tener casa propia tuvo que vivir en muchas casas, por haber más miembros en su familia y necesitar más espacio cada vez o porque por una u otra razón tenía que trasladarse a otro lugar.
El cansancio de andar de un lado a otro hizo que se pusiera a trabajar en trabajos de medio tiempo (Part Times), junto a su esposo para poder ahorrar y poder un día cumplir el sueño de comprar casa propia, pero eran tantos los gastos que tenían en el hogar y los problemas que tenían que terminaron divorciándose.
De allí en adelante Cira emprendió una nueva vida, sola con sus hijos. Tuvo que trabajar por mucho tiempo en varios lugares, pero como eran labores tan fuertes las que tenía que hacer, a las que no estaba acostumbrada, se enfermó.
Al tiempo cuando se sentía mejor pudo obtener un trabajo como maestra asistente (Teacher Asistant), que le gustó mucho, porque trabajaba con niños del programa de Montesori, en donde al fin pudo laborar con más tranquilidad y ahorrar dinero también, haciendo algo que le gustaba mucho hacer, pero aún así tampoco era fácil para ella por las secuelas que tenía a causa de su enfermedad.
Durante su estadía en U.S.A., Cira pasó las experiencias de vivir varias tormentas tropicales fuertes, que no fueron nada, comparadas con la vivencia que tuvo con el fuertísimo y devastador Huracán Andrew que destruyó muchos lugares, principalmente Homeastead en su totalidad.
Después vivió el ataque terrorista a las Torres Gemelas de New York y otros edificios en diversos estados de U.S.A. y no más pasó muy poco tiempo, cuando sobrevino La Guerra Bioterrorista del Ántrax, que fueron las razones por las que decidió tomar más en serio el asunto y luchar por obtener su ciudadanía ya que tenía muchos años de vivir en U.S.A. y era tiempo en que podía solicitarla, porque si por emergencia tenía que marcharse por un tiempo del país, debía tener un status seguro que le permitiera no sólo estar fuera por un mínimo de seis meses, sino por un tiempo indefinido mayor si fuese necesario.
Cuando obtuvo su ciudadanía su salud era peor, ya no podía trabajar y tenía hijos que mantener, por lo que le pidió a los padres de sus hijos que les permitieran salir de U.S.A., pero ellos no querían, entonces eso se convirtió como en una cadena para ella, porque no podía trabajar, pero tampoco quería regresarse sin sus hijos y no le quedó más remedio que recurrir a sus ahorros para seguir viviendo, pero como veía como poco a poco se le iban acabando, ya desesperada le oró a Dios y siguió insistiéndoles que les dieran permiso de salida, al tiempo, como un milagro, los padres de sus hijos accedieron y les permitieron salir, por lo que desde ese momento hizo un alto en su camino y empezó a planear seriamente su regreso con sus hijos a su país natal.
Dios le concedió el milagro justo en el momento en que más lo necesitaba, porque ya se le habían acabado sus ahorros y pudo regresar con sus hijos a su pueblo, donde se llevó la sorpresa de ver todo diferente y de sentirse como inmigrante en su propia tierra.
Así sin dinero, sin casa, y sin nada, sólo con sus hijos que para ella eran lo más importante, logró que sus padres enviaran pensión y también que el gobierno le ayudara a tener su casa propia al fin, gracias a Dios.
La experiencia de ser inmigrante en un país extranjero y luego inmigrante en su propio país nativo, pero de haber recibido ayuda y ciudadanía por parte de ambas naciones marcaron la vida Cira para siempre porque en ambas tierras aprendió muchas cosas y ahora siente en su corazón que pertenece a ambos lugares al ser ciudadana en los dos.
La Cira de ahora, que es de ambos países aprendió lo siguiente:
1. A salir adelante buscando su libertad con El Poder de Dios, ser segura y arriesgarse a crear obras nuevas creyéndole a Él y a sí misma también.
2. A desenredarse con Dios de todos los problemas o ataduras en que por falta de conocimiento e inmadurez se enredó.
3. A esforzarce siendo única e independiente, pero siempre en comunión con Dios.
4. A tratar a otros como ella le gusta ser tratada.
5. A cuidar y respetar lo ajeno tanto como lo suyo.
6. A ser puntual en dondequiera que esté y respetar las leyes del lugar donde vive.
7. A ser ordenada aún en los espacios pequeños y dar lo que no usa a quienes lo necesitan.
8. A ahorrar con paciencia porque sabe que es la única manera honrada de lograr las metas, caminando despacio, aprovechando al máximo las oportunidades que se le van presentando....pensando bien todo lo que hace y como lo hace porque sabe que así es como se logra hacer todas las cosas más seguras, más estables y más de prisa.
9. A resolver con paciencia y en orden de prioridad todas sus diligencias y no permitir que la gente presurosa e impaciente la estrese y también a no dejar que la cizaña crezca.
10. A que tonto no es quien pregunta sino quien no lo hace.
11. A ser humilde y bajar la cabeza para pedir perdón y reconocer sus errores si se a equivocado y cuando fuere necesario para llevar una vida de paz con todos.
12. A reciclar y hacer creaciones nuevas con los materiales reciclados.
13. A no desperdiciar porque lo que un tiempo se bota en otro se desea.
14. A valorar y sacar el máximo de provecho al espacio en que vive sembrando todos los árboles y plantas que puede, mayormente comestibles, por supuesto.
15. A que en toda edad se puede ser feliz y estar en paz si se es humilde como un niño, sediento por aprender, estudiar, trabajar y luchar por lo que se quiere o se sueña.
16. A no creerse una super persona que puede sola hacerlo todo, sólo por orgullo, sino enseñar y delegar responsabilidades a los demás conforme van creciendo para que se esfuercen por estudiar, trabajar, ser responsables e independientes y que nunca tengan que sufrir las calamidades o necesidades que una persona dependiente y temerosa pasa por no haberse preparado a tiempo para confrontar la vida.
17. A que cuando se tiene sed hay que arriesgarse a buscar el agua y no sólo sentarse a esperar a que esta le caiga del cielo.
18. A ser estable y buscar nuevas oportunidades de SER y HACER cosas nuevas siempre, porque estas sobran, pero hay que buscarlas y atreverse con valor a realizarlas según la edad, capacidad física y mental que la persona tenga.
19. A hacer un alto con la ayuda de Dios y con valentía cuando se ve que por error se ha tomado un mal camino y retroceder si es necesario para buscar otro camino más fácil que esté de acuerdo con las posibilidades que se tienen actualmente.
20. A llevar una vida simple y no complicarse sin necesidad.
21. A tener valor de denunciar actos corruptos o injustos y no tolerar lo que Dios no tolera.
22. A no adquirir responsabilidades que sabe que no puede cumplir y adquirir sólo las que su salud física y mental le permiten hacer.
23. A ser responsable con las mascotas o animales que se tienen y no causar con estos problemas a los demás.
24. A poner lindo su hogar porque ella sabe que es el único Hotel Cinco Estrellas que le pertenece en el mundo, en donde es libre y nadie la puede ultrajar.
25. A que las vivencias de todos sus años le enseñaron que hay que vivir la vida en libertad, pero con Dios como guía, viviendo a su propio paso y nunca compararse ni permitir que le comparen con los demás.
26. A aceptarse a sí misma y ser original, siendo tal como es, viviendo su vida a su propio paso con paciencia y no al paso de los demás ya que nadie está obligado a hacerle a otros lo que ellos pueden hacer y que cada cuál o cada quien es responsable de su propio destino, de llevar sus propias cargas y de resolver los problemas que se busca y no echar esa carga encima de los demás.
27. A saber que de lo único que tiene control es de su propio espacio, que es único, y que es su mundo con Dios, si es al único al que sabiamente a elegido como guía.
28. A que no debe nunca compararse ni competir con nadie, sino consigo misma.
29. A darle prioridad, a lo que por naturaleza Dios le ha puesto como prioridad, a lo que voluntariamente ha escogido como prioridad, a lo que se esfuerza por ganarle y estar presente en su vida para ocupar un lugar de prioridad y a darle prioridad a lo que ya tiene para vivir un vida estable y segura que demanda prioridad.
30. A no permitir que nada ni nadie de lo exterior le robe la riqueza de dones y talentos con la que Dios, por medio de su Espíritu Santo le ha dado y ha llenado su interior, que es su único tesoro ó lo único que de verdad le pertenece.
31. A que a cualquier edad se puede aprender y crear cosas nuevas.
32. A que no todo en esta vida es dinero: que no sólo dinero se ahorra, que no todo se puede adquirir con dinero, que por más dinero que se tenga nadie puede comprar su vida, que la paz y estabilidad no se consigue al tener más dinero, que podemos disfrutar al máximo de las cosas más simples de la vida que Dios nos da a todos de gratis si aprendemos con su sabiduría a saborearlas, que el tener más dinero no da ni más inteligencia ni más sabiduría porque a estas nos las da de gratis Dios y principalmente que hay que luchar por tener las riquezas de Dios, no las del mundo.
33. A que a cualquier edad, mientras tengamos vida, puede uno abrirle la puerta al amor, a ser feliz y tener el derecho de encontrar una pareja para casarse si así lo desea y se lo permite Dios.
Para finalizar Cira aprendió a poner en práctica continuamente los dones y talentos que Dios puso en su ser y a no guardarse egoístamente los caudales de los ríos de agua viva que brotan desde su interior, sino a compartirlos con todos porque está muy agradecida por todo lo que gratuitamente Dios le ha dado durante toda su vida y por haberle dado la oportunidad de cumplir su sueño de conocer su país añorado y vivir muchas experiencias tanto en su país natal como el extranjero y quiere continuar viviendo en las dos tierras, pasando un tiempo aquí y otro allá, porque ella ya no se considera más inmigrante en ninguno de estos dos países, sino que pertenece a ambas naciones, por tener el privilegio de gozar de ciudadanía en ambos y amarlos a los dos por igual.
Y aunque pudiera conocer otros países más en el mundo, ya conoció el que más soñaba y la desvelaba, y todo lo demás si llega será por añadidura.
"Viajar a otro país con buen dinero, sea por negocios o por placer, como turista y por corto tiempo, es muy distinto a querer vivir en él por mucho tiempo o para siempre porque para hacerlo, es mejor prepararse con anticipación, esforzándose por estudiar no sólo una carrera, sino el idioma del lugar, para poder comunicarse, trabajar y ganar buen dinero para mantenerse allí; pero muchos sin pensarlo, se marchan a la carrera, a vivir en un país desconocido, sin estar listos aún, y por eso pasan grandes dificultades para poder adaptarse a esa nueva tierra".
Todos en la vida tenemos sueños que nos nacen en nuestra niñez, y quien mejor para hablar sobre este tema que Cira, una niña curiosa y soñadora de un pueblo, que nació y creció en el campo, que siempre se pasaba soñando y volando en las nubes, imaginando historias diferentes en la el lugar donde vivía, las que escribía a escondidas en cuanto papel se encontraba, que podía poner sobre las piedras más planas que hallaba en los lugares más recógnitos de la finca, para escribir encima de ellas, como si fueran sus mesas, ... con suma tranquilidad y sin que nadie la viera.
Así pasaba su infancia siendo una niña inocente, curiosa, soñadora, juguetona y tranquila, ... conforme con su mundo, ...hasta que un día llegaron a visitar su comunidad un grupo de jóvenes del Cuerpo de Paz de U.S.A. y su vida dio un drástico giro, al empezar a sentirse inconforme con el panorama del lugar en que vivía, porque en medio de su inocente y fantasiosa vida, se admiró grandemente al empezar a ver llegar al pueblo en que vivía, a gente tan distinta a la que siempre había visto porque al observarlos le parecieron como personas salidas de otro mundo o de otro planeta, debido a que una gran mayoría eran sumamente altos, robustos, rubios, con piel muy blanca, mejillas rosagantes y hermosos ojos azules, en fin, personas muy diferentes a las que solía ver en el lugar.
Ella era muy curiosa, pero tímida a la vez, por eso se conformó con observarlos a distancia por un tiempo, y se dio cuenta de que eran muy amables, serviciales, y que toda la gente del lugar confiaba en ellos, por lo que un día, ya sin miedo, tuvo la confianza de acercarse a hablarles:
—¡Hola!, mi nombre es Cira —les dijo.
—¡Hello!, le dijeron unos, —¡Hi!, le contestaron otros, y todos muy alegres y sonrientes al verla empezaron a presentarse uno por uno.
Con sólo unas palabras que escuchó, Cira no les entendió nada, por lo que mediante señas y gestos les preguntó:
—¿De dónde son ustedes?
—De diferentes estados de U.S.A. —les contestaron.
—¿Qué idioma hablan? —les dijo ella.
—Inglés —le respondieron.
—¿Cómo se dice cielo en Inglés? —les preguntó ella señalando arriba hacia el firmamento.
—Sky —le dijeron.
Y así sucesivamente le nació el deseo de aprender más y más palabras de su idioma que poco a poco les fue preguntando como se decían y ellos por su sed de saber Español hacían lo mismo.
Desde ese momento en adelante sus encuentros se hicieron frecuentes entendiéndose más cada vez, hasta que un día ella con gran seguridad, muy decidida y apresurada les dijo:
—Amigos, quiero visitar su país, pero necesito que alguien me ayude —les dijo.
—Now you're too young, but when you grow up you can go —le contestaron.
Cira los escuchó muy detenidamente, pero no les entendió nada, por lo que hizo que le explicaran en su enredado Español y hasta por señas que le habían dicho, hasta que les entendió y les dijo:
—Quiero ir ya —les dice ella muy seria y decidida.
—Tener paciencia Cira, aún eres una niña, harás todo a su tiempo, cuando seas mayor de edad, primero esfuérzate mucho en estudiar y prepárate para una carrera en la que trabajes y ganes mucho dinero, entonces podrás ir. —le contestaron.
—Está bien, pero si puedo hacerlo antes, buscaré la manera de ir —les dijo.
Pasaron los años y fueron llegando nuevos grupos, con los que Cira sin perder el tiempo, siempre aprovechaba para practicar Inglés, aprendiendo un poco más cada vez, y por más que trató que alguno la apoyara para irse, lógicamente nunca lo consiguió, porque todos sabían que aún era una pequeña niña y que sus padres nunca le permitirían irse, ya que apenas estaba en la escuela, empezando a vivir, pero no por esto su sueño desvaneció jamás.
Como su meta o sueño se apoderó fijamente en su mente y todo su ser, ella sabía que tenía su camino bien trazado, y empezó a poner en práctica los consejos que los primeros jóvenes que conoció le habían dado, por lo que arduamente se esforzaba por estudiar en el colegio, poniendo un gran énfasis al Inglés, que fue el idioma que escogió en sus dos últimos años de bachillerato para graduarse, pero al no aprender lo suficiente, ya que en ese tiempo no se lo enseñaron debidamente, planeaba entrar a la Universidad, pero sus padres cambiaron el rumbo de su vida al ponerla a estudiar otra carrera en un centro privado diferente.
Y como ella tenía una tía y primos que vivían en New York, U.S.A., quienes venían una vez al año a visitar a su familia, siempre les pedía que se la llevaran, pero ni aún siendo mayor de edad lo hicieron nunca.
Al cumplir 22 años, cuando Cira menos lo esperaba, asistió a la vela de una prima que la habían traído desde Miami para enterrarla en Costa Rica y aquí conoció a su hijo, que había venido de Miami, se gustaron, se vieron varias veces, tuvieron un noviazgo a distancia, al poco tiempo se casaron, y se se la llevó a vivir a U.S.A.
Ella obtuvo su residencia aquí pero tuvo que empezar a adaptarse a una nueva vida pasando de ser una joven de pueblo a mujer de ciudad, de soltera a casada y de ciudadana estable en su país a ser inmigrante en otro país completamente desconocido también.
Al llegar a Miami, Fla, U.S.A. se impactó al ver un lugar tan inmenso, muy diferente al pequeño pueblo en que siempre había vivido, porque veía grandes edificios, amplias carreteras, caseríos inmensos cercanos a grandes centros comerciales ubicados por todas partes. Veía todo limpio y ordenado con todas las construcciones debidamente ordenadas en cuadrantes y por más lejos que dirigiera su mirada no veía ninguna montaña ni muchas plantas ni árboles, sino unicamente planicie saturada de altas y bajas construcciones desde donde a lo lejos podía divisar el amplio mar.
Un lugar donde empezó a conocer gente con costumbres y alimentación diferente, que solían comprar sus comestibles no en pulperías ni abastecedores como hacía ella en su país natal, sino en grandes cadenas de supermercados en donde sólo leía Inglés por todas partes, pero como ella aún no lo entendía bien, fueron muchos productos y dinero que desperdició, porque por error compró cosas que no le sirvieron o no le gustaron, que tuvo que regalarlas y otras que por pensar que estaban dañadas las botó a la basura, como por ejemplo muchos quesos finos y caros que al saberle tan amargos pensó que no servían, pero eran quesos que se comían combinados con otros alimentos para realzar su sabor, pero esto ella no lo sabía.
En una ocasión compró unas latas que pensó que eran carne por la única palabra que entendió y creyó que era carne o atún enlatado, como los que compraba en su pequeño pueblo, pero cuando llegó a la casa y sacó las compras su esposo le dijo:
—Cira, ¿para qué compraste esas latas?.
—Para comerlas —le contestó ella con cara muy antojada.
—Hmmm,...¿para que se las coma quién? —le dijo su esposo de forma sarcástica y burlista—
—Porque nosotros no tenemos gatos en casa —agregó él.
Entonces ella con faz enrojecida y mucho disimulo observó las latas, que eran muchas por cierto porque creyó haber logrado una gran ganga al comprarlas tan baratas y vio con más detenimiento que cada una traía pintado un gatito pequeño que apenas si se veía, por lo que de inmediato buscó su diccionario de Inglés, tradujo todas las otras palabras además de "meat", única que había entendido, y vio que era comida para gatos, por lo que se puso a reír a carcajadas junto a su esposo y de allí en adelante su diccionario de Español-Inglés fue su mejor aliado dondequiera que iba para no "volver a meter la pata" ni cometer un error parecido o peor otra vez.
Esta etapa de adaptación y aprendisaje le causaron a Cira grandes dolores de cabeza y le salió bastante cara, pero valió la pena porque poco a poco fue aprendiendo muchas cosas y teniendo cantidad de experiencias nuevas que marcaron su vida para siempre.
Paulatinamente después fue teniendo sus hijos, pero al no tener casa propia tuvo que vivir en muchas casas, por haber más miembros en su familia y necesitar más espacio cada vez o porque por una u otra razón tenía que trasladarse a otro lugar.
El cansancio de andar de un lado a otro hizo que se pusiera a trabajar en trabajos de medio tiempo (Part Times), junto a su esposo para poder ahorrar y poder un día cumplir el sueño de comprar casa propia, pero eran tantos los gastos que tenían en el hogar y los problemas que tenían que terminaron divorciándose.
De allí en adelante Cira emprendió una nueva vida, sola con sus hijos. Tuvo que trabajar por mucho tiempo en varios lugares, pero como eran labores tan fuertes las que tenía que hacer, a las que no estaba acostumbrada, se enfermó.
Al tiempo cuando se sentía mejor pudo obtener un trabajo como maestra asistente (Teacher Asistant), que le gustó mucho, porque trabajaba con niños del programa de Montesori, en donde al fin pudo laborar con más tranquilidad y ahorrar dinero también, haciendo algo que le gustaba mucho hacer, pero aún así tampoco era fácil para ella por las secuelas que tenía a causa de su enfermedad.
Durante su estadía en U.S.A., Cira pasó las experiencias de vivir varias tormentas tropicales fuertes, que no fueron nada, comparadas con la vivencia que tuvo con el fuertísimo y devastador Huracán Andrew que destruyó muchos lugares, principalmente Homeastead en su totalidad.
Después vivió el ataque terrorista a las Torres Gemelas de New York y otros edificios en diversos estados de U.S.A. y no más pasó muy poco tiempo, cuando sobrevino La Guerra Bioterrorista del Ántrax, que fueron las razones por las que decidió tomar más en serio el asunto y luchar por obtener su ciudadanía ya que tenía muchos años de vivir en U.S.A. y era tiempo en que podía solicitarla, porque si por emergencia tenía que marcharse por un tiempo del país, debía tener un status seguro que le permitiera no sólo estar fuera por un mínimo de seis meses, sino por un tiempo indefinido mayor si fuese necesario.
Cuando obtuvo su ciudadanía su salud era peor, ya no podía trabajar y tenía hijos que mantener, por lo que le pidió a los padres de sus hijos que les permitieran salir de U.S.A., pero ellos no querían, entonces eso se convirtió como en una cadena para ella, porque no podía trabajar, pero tampoco quería regresarse sin sus hijos y no le quedó más remedio que recurrir a sus ahorros para seguir viviendo, pero como veía como poco a poco se le iban acabando, ya desesperada le oró a Dios y siguió insistiéndoles que les dieran permiso de salida, al tiempo, como un milagro, los padres de sus hijos accedieron y les permitieron salir, por lo que desde ese momento hizo un alto en su camino y empezó a planear seriamente su regreso con sus hijos a su país natal.
Dios le concedió el milagro justo en el momento en que más lo necesitaba, porque ya se le habían acabado sus ahorros y pudo regresar con sus hijos a su pueblo, donde se llevó la sorpresa de ver todo diferente y de sentirse como inmigrante en su propia tierra.
Así sin dinero, sin casa, y sin nada, sólo con sus hijos que para ella eran lo más importante, logró que sus padres enviaran pensión y también que el gobierno le ayudara a tener su casa propia al fin, gracias a Dios.
La experiencia de ser inmigrante en un país extranjero y luego inmigrante en su propio país nativo, pero de haber recibido ayuda y ciudadanía por parte de ambas naciones marcaron la vida Cira para siempre porque en ambas tierras aprendió muchas cosas y ahora siente en su corazón que pertenece a ambos lugares al ser ciudadana en los dos.
La Cira de ahora, que es de ambos países aprendió lo siguiente:
1. A salir adelante buscando su libertad con El Poder de Dios, ser segura y arriesgarse a crear obras nuevas creyéndole a Él y a sí misma también.
2. A desenredarse con Dios de todos los problemas o ataduras en que por falta de conocimiento e inmadurez se enredó.
3. A esforzarce siendo única e independiente, pero siempre en comunión con Dios.
4. A tratar a otros como ella le gusta ser tratada.
5. A cuidar y respetar lo ajeno tanto como lo suyo.
6. A ser puntual en dondequiera que esté y respetar las leyes del lugar donde vive.
7. A ser ordenada aún en los espacios pequeños y dar lo que no usa a quienes lo necesitan.
8. A ahorrar con paciencia porque sabe que es la única manera honrada de lograr las metas, caminando despacio, aprovechando al máximo las oportunidades que se le van presentando....pensando bien todo lo que hace y como lo hace porque sabe que así es como se logra hacer todas las cosas más seguras, más estables y más de prisa.
9. A resolver con paciencia y en orden de prioridad todas sus diligencias y no permitir que la gente presurosa e impaciente la estrese y también a no dejar que la cizaña crezca.
10. A que tonto no es quien pregunta sino quien no lo hace.
11. A ser humilde y bajar la cabeza para pedir perdón y reconocer sus errores si se a equivocado y cuando fuere necesario para llevar una vida de paz con todos.
12. A reciclar y hacer creaciones nuevas con los materiales reciclados.
13. A no desperdiciar porque lo que un tiempo se bota en otro se desea.
14. A valorar y sacar el máximo de provecho al espacio en que vive sembrando todos los árboles y plantas que puede, mayormente comestibles, por supuesto.
15. A que en toda edad se puede ser feliz y estar en paz si se es humilde como un niño, sediento por aprender, estudiar, trabajar y luchar por lo que se quiere o se sueña.
16. A no creerse una super persona que puede sola hacerlo todo, sólo por orgullo, sino enseñar y delegar responsabilidades a los demás conforme van creciendo para que se esfuercen por estudiar, trabajar, ser responsables e independientes y que nunca tengan que sufrir las calamidades o necesidades que una persona dependiente y temerosa pasa por no haberse preparado a tiempo para confrontar la vida.
17. A que cuando se tiene sed hay que arriesgarse a buscar el agua y no sólo sentarse a esperar a que esta le caiga del cielo.
18. A ser estable y buscar nuevas oportunidades de SER y HACER cosas nuevas siempre, porque estas sobran, pero hay que buscarlas y atreverse con valor a realizarlas según la edad, capacidad física y mental que la persona tenga.
19. A hacer un alto con la ayuda de Dios y con valentía cuando se ve que por error se ha tomado un mal camino y retroceder si es necesario para buscar otro camino más fácil que esté de acuerdo con las posibilidades que se tienen actualmente.
20. A llevar una vida simple y no complicarse sin necesidad.
21. A tener valor de denunciar actos corruptos o injustos y no tolerar lo que Dios no tolera.
22. A no adquirir responsabilidades que sabe que no puede cumplir y adquirir sólo las que su salud física y mental le permiten hacer.
23. A ser responsable con las mascotas o animales que se tienen y no causar con estos problemas a los demás.
24. A poner lindo su hogar porque ella sabe que es el único Hotel Cinco Estrellas que le pertenece en el mundo, en donde es libre y nadie la puede ultrajar.
25. A que las vivencias de todos sus años le enseñaron que hay que vivir la vida en libertad, pero con Dios como guía, viviendo a su propio paso y nunca compararse ni permitir que le comparen con los demás.
26. A aceptarse a sí misma y ser original, siendo tal como es, viviendo su vida a su propio paso con paciencia y no al paso de los demás ya que nadie está obligado a hacerle a otros lo que ellos pueden hacer y que cada cuál o cada quien es responsable de su propio destino, de llevar sus propias cargas y de resolver los problemas que se busca y no echar esa carga encima de los demás.
27. A saber que de lo único que tiene control es de su propio espacio, que es único, y que es su mundo con Dios, si es al único al que sabiamente a elegido como guía.
28. A que no debe nunca compararse ni competir con nadie, sino consigo misma.
29. A darle prioridad, a lo que por naturaleza Dios le ha puesto como prioridad, a lo que voluntariamente ha escogido como prioridad, a lo que se esfuerza por ganarle y estar presente en su vida para ocupar un lugar de prioridad y a darle prioridad a lo que ya tiene para vivir un vida estable y segura que demanda prioridad.
30. A no permitir que nada ni nadie de lo exterior le robe la riqueza de dones y talentos con la que Dios, por medio de su Espíritu Santo le ha dado y ha llenado su interior, que es su único tesoro ó lo único que de verdad le pertenece.
31. A que a cualquier edad se puede aprender y crear cosas nuevas.
32. A que no todo en esta vida es dinero: que no sólo dinero se ahorra, que no todo se puede adquirir con dinero, que por más dinero que se tenga nadie puede comprar su vida, que la paz y estabilidad no se consigue al tener más dinero, que podemos disfrutar al máximo de las cosas más simples de la vida que Dios nos da a todos de gratis si aprendemos con su sabiduría a saborearlas, que el tener más dinero no da ni más inteligencia ni más sabiduría porque a estas nos las da de gratis Dios y principalmente que hay que luchar por tener las riquezas de Dios, no las del mundo.
33. A que a cualquier edad, mientras tengamos vida, puede uno abrirle la puerta al amor, a ser feliz y tener el derecho de encontrar una pareja para casarse si así lo desea y se lo permite Dios.
Para finalizar Cira aprendió a poner en práctica continuamente los dones y talentos que Dios puso en su ser y a no guardarse egoístamente los caudales de los ríos de agua viva que brotan desde su interior, sino a compartirlos con todos porque está muy agradecida por todo lo que gratuitamente Dios le ha dado durante toda su vida y por haberle dado la oportunidad de cumplir su sueño de conocer su país añorado y vivir muchas experiencias tanto en su país natal como el extranjero y quiere continuar viviendo en las dos tierras, pasando un tiempo aquí y otro allá, porque ella ya no se considera más inmigrante en ninguno de estos dos países, sino que pertenece a ambas naciones, por tener el privilegio de gozar de ciudadanía en ambos y amarlos a los dos por igual.
Y aunque pudiera conocer otros países más en el mundo, ya conoció el que más soñaba y la desvelaba, y todo lo demás si llega será por añadidura.
DESCUBRAMOS NUESTRO PROPIO VALOR Y BELLEZA
Por © Cira Arroyo Fuentes 08/02/2017 12:27 a.m.
La gente por no haber descubierto su propio valor y belleza, anda como desesperada, buscando el mejor lugar y persona en el mundo para vivir: Los hombres a la mujer más bonita, fiel, preparada, con dinero; y las mujeres viendo como conquistan al hombre más guapo, fiel, preparado y millonario.
Son hombres y mujeres inseguros que gastan mucho dinero aprendiendo al menos un poco el idioma y costumbres de lugares o países que quieren viajar, al considerarlos mejores, para ver si conocen a alguien que les guste para conquistarle.
Su afán de hallar, en otro lugar lejano, gente perfecta para compartir su vida, les hace olvidar que "no todo lo que brilla es oro"; que las personas de cualquier parte, al envejecer van perdiendo sus altos puestos, decayendo sus ganancias o salarios y la fortuna que hicieron si no la administran sabiamente, se les puede acabar pronto.
Las locas fantasías perfeccionistas y materialistas de la gente de mundo, tienen a un sin número de personas yendo de aquí para allá, y de allá para acá, buscando su media naranja soñada, dando vueltas como un trompo, tal si fueran marionetas, sin meditar en las enfermedades que pueden tener con esas personas hermosas y deslumbrantes que citan por buscar pareja, con belleza angelical por fuera, pero por dentro son lobos rapaces, materialistas que sólo quieren hacer fortuna con personas locales y extranjeros soñadores e inexpertos fáciles de engañar.
La gente ambiciosa, sea la bella por naturaleza o bella artificialmente, se aprovecha de cuanto ignorante y fantasioso se topa, dándole un rato o mucho tiempo de placer y compañía, siempre que tenga dinero, pero si ya no tiene "lo manda a freír churros" y se busca una nueva víctima con dinero otra vez.
Cierto el dicho, que "los vivos viven de los tontos", y más cierta "La Biblia", al advertirnos que nos cuidemos de personas engañosas y falsos profetas, que son lobos vestidos de ovejas, que parecen ángeles por fuera, pero por dentro son lobos rapaces que embaucan los incautos. Mateo 7:15 y 23:27.
La humanidad inconformista sólo busca belleza y perfección exterior por eso cae en trampas, pierde tiempo y se enreda en relaciones engañosas no duraderas, por no meditar que la mejor y mayor belleza es la interior, que pueden descubrirla por sí mismos con la ayuda de Dios.
Si cada uno es inteligente, se ama, tiene auto estima, cuida su cuerpo y descubre su propia belleza interior, cuidando su familia, su hogar, casa, vecindario y naturaleza que le rodea, se daría cuenta que no es el lugar del mundo donde vaya lo más bello, ni las personas que encuentre allí, las que le darán la verdadera felicidad, sino el mundo que se cree dondequiera que viva o esté, sea su casa, su pueblo, provincia o país.
Es admirable como lugares del mundo desiertos, son convertidos en sitios que atraen turistas de todo el mundo, por los paisajes artificiales preciosos que crean en ellos, porque sus habitantes los valoran y luchan como pueden con gran sabiduría, usando los pocos recursos naturales que tienen para renovarlos.
Y es vergonzoso ver lugares con todo, frescos, con hermosa naturaleza, agua, árboles y animales donde los creadores de nuevos y masivos proyectos por ambición los destruyen y en lugar de plantar más árboles siguen cortando los que hay.
La Guácima, mi pueblo, siempre se ha distinguido por sus paisajes preciosos, sus celajes, su naturaleza y sus animales, pero poco a poco está cambiando drásticamente al irse poblando tanto, e ir creando en ella tanta actividad comercial que la está convirtiendo poco a poco en un lugar seco, lleno de construcciones por todas partes.
La humanidad ambiciosa aunque se crea la más inteligente, es la más ignorante, debido a que es como la polilla porque destruye la naturaleza por valorar más a las grandes ciudades encementadas, que a la fresca, colorida y hermosa naturaleza.
Nota: Nosotros no tenemos por qué viajar al último rincón del mundo para buscar belleza ni naturaleza porque ya la tenemos, pero lo que debemos de hacer es cuidar y crear bellos jardines con plantas y árboles frutales para mantener lo que nos queda y no permitir que nos quiten la paz que por tantos años hemos tenido.
La gente por no haber descubierto su propio valor y belleza, anda como desesperada, buscando el mejor lugar y persona en el mundo para vivir: Los hombres a la mujer más bonita, fiel, preparada, con dinero; y las mujeres viendo como conquistan al hombre más guapo, fiel, preparado y millonario.
Son hombres y mujeres inseguros que gastan mucho dinero aprendiendo al menos un poco el idioma y costumbres de lugares o países que quieren viajar, al considerarlos mejores, para ver si conocen a alguien que les guste para conquistarle.
Su afán de hallar, en otro lugar lejano, gente perfecta para compartir su vida, les hace olvidar que "no todo lo que brilla es oro"; que las personas de cualquier parte, al envejecer van perdiendo sus altos puestos, decayendo sus ganancias o salarios y la fortuna que hicieron si no la administran sabiamente, se les puede acabar pronto.
Las locas fantasías perfeccionistas y materialistas de la gente de mundo, tienen a un sin número de personas yendo de aquí para allá, y de allá para acá, buscando su media naranja soñada, dando vueltas como un trompo, tal si fueran marionetas, sin meditar en las enfermedades que pueden tener con esas personas hermosas y deslumbrantes que citan por buscar pareja, con belleza angelical por fuera, pero por dentro son lobos rapaces, materialistas que sólo quieren hacer fortuna con personas locales y extranjeros soñadores e inexpertos fáciles de engañar.
La gente ambiciosa, sea la bella por naturaleza o bella artificialmente, se aprovecha de cuanto ignorante y fantasioso se topa, dándole un rato o mucho tiempo de placer y compañía, siempre que tenga dinero, pero si ya no tiene "lo manda a freír churros" y se busca una nueva víctima con dinero otra vez.
Cierto el dicho, que "los vivos viven de los tontos", y más cierta "La Biblia", al advertirnos que nos cuidemos de personas engañosas y falsos profetas, que son lobos vestidos de ovejas, que parecen ángeles por fuera, pero por dentro son lobos rapaces que embaucan los incautos. Mateo 7:15 y 23:27.
La humanidad inconformista sólo busca belleza y perfección exterior por eso cae en trampas, pierde tiempo y se enreda en relaciones engañosas no duraderas, por no meditar que la mejor y mayor belleza es la interior, que pueden descubrirla por sí mismos con la ayuda de Dios.
Si cada uno es inteligente, se ama, tiene auto estima, cuida su cuerpo y descubre su propia belleza interior, cuidando su familia, su hogar, casa, vecindario y naturaleza que le rodea, se daría cuenta que no es el lugar del mundo donde vaya lo más bello, ni las personas que encuentre allí, las que le darán la verdadera felicidad, sino el mundo que se cree dondequiera que viva o esté, sea su casa, su pueblo, provincia o país.
Es admirable como lugares del mundo desiertos, son convertidos en sitios que atraen turistas de todo el mundo, por los paisajes artificiales preciosos que crean en ellos, porque sus habitantes los valoran y luchan como pueden con gran sabiduría, usando los pocos recursos naturales que tienen para renovarlos.
Y es vergonzoso ver lugares con todo, frescos, con hermosa naturaleza, agua, árboles y animales donde los creadores de nuevos y masivos proyectos por ambición los destruyen y en lugar de plantar más árboles siguen cortando los que hay.
La Guácima, mi pueblo, siempre se ha distinguido por sus paisajes preciosos, sus celajes, su naturaleza y sus animales, pero poco a poco está cambiando drásticamente al irse poblando tanto, e ir creando en ella tanta actividad comercial que la está convirtiendo poco a poco en un lugar seco, lleno de construcciones por todas partes.
La humanidad ambiciosa aunque se crea la más inteligente, es la más ignorante, debido a que es como la polilla porque destruye la naturaleza por valorar más a las grandes ciudades encementadas, que a la fresca, colorida y hermosa naturaleza.
Nota: Nosotros no tenemos por qué viajar al último rincón del mundo para buscar belleza ni naturaleza porque ya la tenemos, pero lo que debemos de hacer es cuidar y crear bellos jardines con plantas y árboles frutales para mantener lo que nos queda y no permitir que nos quiten la paz que por tantos años hemos tenido.
DEJA QUE DIOS TE REVISTA CON ALEGRÍA POR COMPLETO PARA QUE SANE TU VIDA
Escrito por © Cira Arroyo Fuentes 17/05/2016 08:55 a.m.
No andes todo el tiempo como congelado(a), con tu cara amargada, arrugada y ácida como un limón recordando penosas vivencias del pasado, teniendo como temas de conversación sólo cosas tristes y deprimentes.
No andes con el ceño fruncido, la cabeza cabizbaja, la boca decaída, los brazos caídos y la espalda encorvada, porque atraerás la vejez prematura.
No te consumas en un mar de depresión llorando y llorando profundamente siempre, tanto en la intimidad de tu habitación como fuera de ella sólo para causarte lástima a ti mismo(a), a Dios y a los demás por llamar su atención, porque créeme que en cuanto más compungido(a) estés, más se alejarán todos de ti, porque a nadie le gusta sumergirse en un mundo de tristeza sino que busca estar con gente positiva, alegre y vivaz.
A nadie le agrada ver rostros tristes, porque estar en este estado muchas veces es cuestión de decisión, ya que uno decide si quedarse en un hueco desolado como muerto(a) en el tiempo o buscar ser feliz.
Generalmente a estas personas Dios les envía siervos para que las aconsejen, oren por ellas o las inviten a salir a la iglesia, a parques y sitios sanos, pero como son tan orgullosas, incrédulas, tradicionalistas, testarudas y cerradas no aceptan que nadie las aconseje, ayude ni ore por ellas y desprecian a personas buenas que con la ayuda de Dios querían sacarlas de ese estado de tristeza o depresión.
Las personas que siempre están en un estado fúnebre por lo general son muy negativas y atraen oscuridad, mal y enfermedades reales o que su mente inventa para su vida, porque muchas por tantos nervios que tienen se automedican comprando cuanto se le ocurre en las farmacias para según ellas calmarse poniendo su fe sólo en pastillas y drogas de farmacia y no en Dios.
Lo peor es que no atraen sólo eso sino también a personas servidoras del maligno que quieren aprovecharse de la situación y pueden guiar a quienes están abrumados a buscar una falsa alegría por medio de vicios, aventuras y fiestas mundanas que en lugar de guiarles hacia un camino estable de sana alegría lo que hacen es hacer que olviden momentáneamente sus penas mientras están bajo el efecto de sustancias tóxicas, pero apenas adquieren lucidez vuelven a decaer en un estado mental y físico peor del que tenían antes, porque el licor y las drogas van destruyendo no sólo su mente sino su cuerpo también.
Son muchos(as) quienes están en manicomios por causa de fuertes depresiones y muchos más los que ya están bajo tierra, porque nunca supieron como confrontarlas con El Poder de Dios, ni se dieron cuenta de que sólo eran estrategias que el maligno usaba para ir poco a poco debilitándolas o destruyéndolas de un sólo, porque por medio del alcohol y drogas, tanto las lícitas de farmacia, como las ilícitas del narcotráfico , con las que las fue consumiendo en un hoyo cada vez más profundo, haciéndolas decaer de tal forma que su mente no soportó y se perdió o su cuerpo y su corazón se enfermó tanto que no aguantaron más y murieron, pero si estas personas hubiesen buscado de Dios a tiempo pudieron haber evitado esto para que Él les hiciera libres de todas esas cadenas demoníacas que las estaban atormentando y parar de hacerse daño en su cuerpo para buscar sanidad y vivir por más años.
Evitar morir por causa de aflicción o depresión está en nuestras manos, porque nosotros decidimos el permanecer sufriendo y estar haciéndonos daño toda la vida o el permitirle a Dios que cambie ese chip de tristeza por uno de alegría.
Una persona que siempre anda sombría y angustiada lo que refleja ante los demás es no tener a Dios viviendo en su corazón, porque quien tiene a Jesús en todo su ser se la pasa sonriendo y no da cabida a que la melancolía se adueñe de su ser por mucho tiempo, porque si tiene que llorar y actuar para desahogarse lo hace, pero pronto respira profundo y reacciona para permitirle a Cristo que le llene de paz, amor y alegría.
Cuando un hombre o una mujer deja que Dios le revista con alegría por completo, cambia su rostro ante la vida y se muestra llena de entusiasmo, porque sabe que todo lo que tiene es prestado y no se apega a nada, ya que la vida y la muerte está bajo El Poder de Dios y son estados que el ser humano tiene que pasar, pero que lo más importante es entregarse a los demás y dar todo de sí cuando tiene a sus seres queridos consigo, en la medida en que pueda y en el tiempo que Dios le permita hacerlo, viviendo siempre con el gozo y el positivismo de Dios que es con lo que Él le nutre y le hace andar siempre con la cabeza en alto, siendo cabeza y no cola,
La Voluntad de Dios es que todos vivamos con alegría, porque Él es un Dios alegre y esto nos lo dice muy claramente en Sofonías 3:17 , así que si Él, que es el creador de todo cuanto existe está siempre gozozo contigo, entonces quién o qué contra ti.
Dios te ha dado autoridad para que en su nombre, que es "En el nombre de Jesús" eches fuera toda tristeza, depresión o enfermedad que quiera adueñarse de ti, entonces que esperas para hacerlo y no te conformes sólo con echar fuera todo lo malo con su poder, sino que pídele que te unja con La Unción de su Santo Espíritu y su gozo santo para siempre y Él lo hará.
DESCANSA EN DIOS Y PERMÍTELE QUE ÉL TE DEVUELVA TU SONRISA, PARA QUE SIEMPRE ESTÉS LLENO(A) DE GOZO, QUE ES LA PRINCIPAL ARMA QUE PUEDES TENER CONTRA TODO ATAQUE DEL ENEMIGO.
No andes todo el tiempo como congelado(a), con tu cara amargada, arrugada y ácida como un limón recordando penosas vivencias del pasado, teniendo como temas de conversación sólo cosas tristes y deprimentes.
No andes con el ceño fruncido, la cabeza cabizbaja, la boca decaída, los brazos caídos y la espalda encorvada, porque atraerás la vejez prematura.
No te consumas en un mar de depresión llorando y llorando profundamente siempre, tanto en la intimidad de tu habitación como fuera de ella sólo para causarte lástima a ti mismo(a), a Dios y a los demás por llamar su atención, porque créeme que en cuanto más compungido(a) estés, más se alejarán todos de ti, porque a nadie le gusta sumergirse en un mundo de tristeza sino que busca estar con gente positiva, alegre y vivaz.
A nadie le agrada ver rostros tristes, porque estar en este estado muchas veces es cuestión de decisión, ya que uno decide si quedarse en un hueco desolado como muerto(a) en el tiempo o buscar ser feliz.
Generalmente a estas personas Dios les envía siervos para que las aconsejen, oren por ellas o las inviten a salir a la iglesia, a parques y sitios sanos, pero como son tan orgullosas, incrédulas, tradicionalistas, testarudas y cerradas no aceptan que nadie las aconseje, ayude ni ore por ellas y desprecian a personas buenas que con la ayuda de Dios querían sacarlas de ese estado de tristeza o depresión.
Las personas que siempre están en un estado fúnebre por lo general son muy negativas y atraen oscuridad, mal y enfermedades reales o que su mente inventa para su vida, porque muchas por tantos nervios que tienen se automedican comprando cuanto se le ocurre en las farmacias para según ellas calmarse poniendo su fe sólo en pastillas y drogas de farmacia y no en Dios.
Lo peor es que no atraen sólo eso sino también a personas servidoras del maligno que quieren aprovecharse de la situación y pueden guiar a quienes están abrumados a buscar una falsa alegría por medio de vicios, aventuras y fiestas mundanas que en lugar de guiarles hacia un camino estable de sana alegría lo que hacen es hacer que olviden momentáneamente sus penas mientras están bajo el efecto de sustancias tóxicas, pero apenas adquieren lucidez vuelven a decaer en un estado mental y físico peor del que tenían antes, porque el licor y las drogas van destruyendo no sólo su mente sino su cuerpo también.
Son muchos(as) quienes están en manicomios por causa de fuertes depresiones y muchos más los que ya están bajo tierra, porque nunca supieron como confrontarlas con El Poder de Dios, ni se dieron cuenta de que sólo eran estrategias que el maligno usaba para ir poco a poco debilitándolas o destruyéndolas de un sólo, porque por medio del alcohol y drogas, tanto las lícitas de farmacia, como las ilícitas del narcotráfico , con las que las fue consumiendo en un hoyo cada vez más profundo, haciéndolas decaer de tal forma que su mente no soportó y se perdió o su cuerpo y su corazón se enfermó tanto que no aguantaron más y murieron, pero si estas personas hubiesen buscado de Dios a tiempo pudieron haber evitado esto para que Él les hiciera libres de todas esas cadenas demoníacas que las estaban atormentando y parar de hacerse daño en su cuerpo para buscar sanidad y vivir por más años.
Evitar morir por causa de aflicción o depresión está en nuestras manos, porque nosotros decidimos el permanecer sufriendo y estar haciéndonos daño toda la vida o el permitirle a Dios que cambie ese chip de tristeza por uno de alegría.
Una persona que siempre anda sombría y angustiada lo que refleja ante los demás es no tener a Dios viviendo en su corazón, porque quien tiene a Jesús en todo su ser se la pasa sonriendo y no da cabida a que la melancolía se adueñe de su ser por mucho tiempo, porque si tiene que llorar y actuar para desahogarse lo hace, pero pronto respira profundo y reacciona para permitirle a Cristo que le llene de paz, amor y alegría.
Cuando un hombre o una mujer deja que Dios le revista con alegría por completo, cambia su rostro ante la vida y se muestra llena de entusiasmo, porque sabe que todo lo que tiene es prestado y no se apega a nada, ya que la vida y la muerte está bajo El Poder de Dios y son estados que el ser humano tiene que pasar, pero que lo más importante es entregarse a los demás y dar todo de sí cuando tiene a sus seres queridos consigo, en la medida en que pueda y en el tiempo que Dios le permita hacerlo, viviendo siempre con el gozo y el positivismo de Dios que es con lo que Él le nutre y le hace andar siempre con la cabeza en alto, siendo cabeza y no cola,
La Voluntad de Dios es que todos vivamos con alegría, porque Él es un Dios alegre y esto nos lo dice muy claramente en Sofonías 3:17 , así que si Él, que es el creador de todo cuanto existe está siempre gozozo contigo, entonces quién o qué contra ti.
Dios te ha dado autoridad para que en su nombre, que es "En el nombre de Jesús" eches fuera toda tristeza, depresión o enfermedad que quiera adueñarse de ti, entonces que esperas para hacerlo y no te conformes sólo con echar fuera todo lo malo con su poder, sino que pídele que te unja con La Unción de su Santo Espíritu y su gozo santo para siempre y Él lo hará.
DESCANSA EN DIOS Y PERMÍTELE QUE ÉL TE DEVUELVA TU SONRISA, PARA QUE SIEMPRE ESTÉS LLENO(A) DE GOZO, QUE ES LA PRINCIPAL ARMA QUE PUEDES TENER CONTRA TODO ATAQUE DEL ENEMIGO.
¿Qué hacer mientras se espera?
© Cira Arroyo Fuentes 08/10/2019 11:05 a.m.
No es fácil para una persona hallar algo que hacer mientras espera a que se abran las puertas para que algo que anhela suceda, pero quedarse estática, con la mente en blanco y el cuerpo sin acción, como muerta en vida, no resuelve nada.
No puede aceptar que algo nuevo, con lo que recién se ha topado en el camino, pero que aún no conoce del todo, la encarcele, paralice y hunda en una profunda e incierta espera que le roba la libertad y no le permite avanzar.
Aunque no tenga deseos de hacer nada, debe llenarse de coraje, moverse y lanzarse al mar de nuevo a pescar ideas, crearlas y darles vida, para que este tiempo en que espera pase rápido y no se haga tan largo.
El seguir viviendo, fluir y exponerse a nuevas experiencias le rescata del estancamiento, del estrés, la depresión, y para lograrlo jamás debe dormirse, cegarse o empecinarse en una sola cosa, sino que en todo tiempo debe permanecer bien despierta y mantener bien abiertos todos los sentidos porque si eso que tanto desea no se da, tampoco tendrá el poder de derribarle la vida que lleva, que es sólo suya e independiente de todo lo que sucede al derredor.
Mientras la persona espera debe continuar creyéndole a Dios, llenarse de vida y seguir aprendiendo para perseguir nuevos sueños y darles vida porque aunque no tenga el poder de decidir por lo que hacen otros, si tiene con Dios el poder de decidir que hace por sí misma y si los demás no cambian ni hacen nada para fluir y se conforman con patinar siempre en el mismo lugar sin buscarle una solución a su vida, es problema de ellos y no suyo.
La persona que sigue caminando mientras espera, se da la oportunidad de conocer cosas nuevas y tener nuevas experiencias y no se conforma con ser espejo de la espera ni con mantenerse patinando indefinidamente y sin esperanza en un sólo lugar, sino que le da la oportunidad al destino de ponerle algo nuevo que mueva de nuevo su ser y la rescate de esa espera incierta de la cuál no es ella la que tiene el control sino otros.
En resumen, el secreto para que una persona se mantenga activa, viva, feliz y en paz, es permanecer libre y fluir con Dios en todo aquello de lo cual tiene el control y saber escapar con Cristo mientras espera, porque todos, independientemente de la vida que llevamos y las metas que tenemos, siempre estamos en espera de algo, pero si no hacemos nada para avanzar y dejar atrás ese robótico momento de espera que procura atraparnos e inmovilizarnos, nadie lo hará por nosotros; por eso una persona nunca debe permitir que nada ni nadie la atrape en el círculo cerrado y sin salida de una espera incierta de la que ella no tiene control.
No es fácil para una persona hallar algo que hacer mientras espera a que se abran las puertas para que algo que anhela suceda, pero quedarse estática, con la mente en blanco y el cuerpo sin acción, como muerta en vida, no resuelve nada.
No puede aceptar que algo nuevo, con lo que recién se ha topado en el camino, pero que aún no conoce del todo, la encarcele, paralice y hunda en una profunda e incierta espera que le roba la libertad y no le permite avanzar.
Aunque no tenga deseos de hacer nada, debe llenarse de coraje, moverse y lanzarse al mar de nuevo a pescar ideas, crearlas y darles vida, para que este tiempo en que espera pase rápido y no se haga tan largo.
El seguir viviendo, fluir y exponerse a nuevas experiencias le rescata del estancamiento, del estrés, la depresión, y para lograrlo jamás debe dormirse, cegarse o empecinarse en una sola cosa, sino que en todo tiempo debe permanecer bien despierta y mantener bien abiertos todos los sentidos porque si eso que tanto desea no se da, tampoco tendrá el poder de derribarle la vida que lleva, que es sólo suya e independiente de todo lo que sucede al derredor.
Mientras la persona espera debe continuar creyéndole a Dios, llenarse de vida y seguir aprendiendo para perseguir nuevos sueños y darles vida porque aunque no tenga el poder de decidir por lo que hacen otros, si tiene con Dios el poder de decidir que hace por sí misma y si los demás no cambian ni hacen nada para fluir y se conforman con patinar siempre en el mismo lugar sin buscarle una solución a su vida, es problema de ellos y no suyo.
La persona que sigue caminando mientras espera, se da la oportunidad de conocer cosas nuevas y tener nuevas experiencias y no se conforma con ser espejo de la espera ni con mantenerse patinando indefinidamente y sin esperanza en un sólo lugar, sino que le da la oportunidad al destino de ponerle algo nuevo que mueva de nuevo su ser y la rescate de esa espera incierta de la cuál no es ella la que tiene el control sino otros.
En resumen, el secreto para que una persona se mantenga activa, viva, feliz y en paz, es permanecer libre y fluir con Dios en todo aquello de lo cual tiene el control y saber escapar con Cristo mientras espera, porque todos, independientemente de la vida que llevamos y las metas que tenemos, siempre estamos en espera de algo, pero si no hacemos nada para avanzar y dejar atrás ese robótico momento de espera que procura atraparnos e inmovilizarnos, nadie lo hará por nosotros; por eso una persona nunca debe permitir que nada ni nadie la atrape en el círculo cerrado y sin salida de una espera incierta de la que ella no tiene control.
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